LOS PANADEROS

la fuente de las leyendas que a continuación voy a publicar fueron tomadas del libro "El rostro oculto del HOSPICIO CABAÑAS"
escrito por Rubén Rodríguez Corona.

LOS PANADEROS

En la década de los 50 del siglo XX vivían en el barrio del Retiro una humilde pareja de panaderos formada por don Genaro y doña Chabela, ellos no tenían ningún hijo pues al parecer la esposa no podía concebir durante los 3 años que tenían de casados; sin embargo no falto algún vecino que le recomendó llevar a su esposa con una de las mas reconocidas parteras para que le diera una receta y una buena sobada, para que la ansiosa madre pudiera concebir, esta idea agrado mucho a don Genaro y sin pensarlo dos veces visitaron a la partera, y a las pocas semanas su esposa quedo embarazada, la pareja estaba feliz que por unos días olvidaron los problemas económicos que estaban pasando; el tiempo transcurrió y a los 9 meses doña Chabela dio a luz un par de hermosos gemelos, por lo que su esposo no le quedo mas remedio que trabajar día y noche para mantener a su familia; el solo hacia el pan por la noche y lo repartía en la mañana muy temprano en su bicicleta. En aquellos tiempos no había tantos métodos de planificación familiar y los matrimonios tenían el riesgo de llenarse muy pronto de hijos, por lo tanto esta pareja no fue la excepción y cuando los gemelos tenían un año de edad la mamá volvió a a dar a luz otro par de gemelos, noticia que no fue muy bien recibida por don Genaro y para darse valor se dirigio a una cantina de nombre "El as de oros" donde se tomó una botella de tequila para poder digerir aquel suceso, y por mas vueltas que le daba a su asunto sabia que no había otro remedio mas que trabajar el doble para mantener a su familia; uno de sus amigos al verlo tan pensativo le preguntó que cual era el problema que tenia y como este era de confianza, le contó lo ocurrido y este, en lugar de sorprenderse, lo felicito y juntos brindaron, ya en la madrugada don Genaro se ofreció a llevar en su bicicleta a su amigo que vivía por la Plaza de la Bandera, pero cuando venia de regreso, paso por el Hospicio; en ese momento le vino una cruel idea y cuando llegó a su casa y encontró a su esposa dormida junto con los recién nacidos, y aprovechando aquella oportunidad, tomó a uno de los gemelos, lo envolvió muy bien en una cobija, lo metió en un cartón y se lo llevo en la canasta sobre la parrilla de la bicicleta y se dirigió al Hospicio a donde llego en unos cuantos minutos: rápidamente, miro para todos los lados, se bajo de la bicicleta y tomo el cartón para subir los escalones del pórtico y cuando estaba exactamente junto a la puerta, se dio cuenta que otro mas madrugador que el ya le había ganado la delantera; ya estaba otro niño en la puerta, mas don Genaro no le dio importancia y rápidamente volvió a mirar para todos lados y acto seguido dejo a su hijo junto al otro recién nacido; ya se iba subir a la bicicleta, cuando uno de los policías que cuidaban la plaza de toros El Progreso, le silbó fuertemente con su silbato y le dijo: ¡"conque tirando a sus hijos borracho sinvergüenza"! -No mi jefe, yo no estoy tirando a nadie, solo iba pasando y me detuve a mirarlos. -Mire, no se haga el chistoso, yo lo acabo de ver. -No mi jefe, sinceramente yo vine a dejar a este, el otro no se de quien sea, ya estaba aquí cuando yo vine. -¿Conque me quiere ver la casa de tonto no?, son de usted porque yo lo vi, asi es que se lo lleva o me lo llevo a la cárcel. por mas que el panadero le dio explicaciones no pudo convencer al policía quien a la fuerza hizo que recogiera a los dos niños y se los llevara, como es de suponer, en el camino don Genaro iba echando lumbre hasta por los ojos, y cuando llego a su casa encontró a su esposa llorando y esta apenas le iba a preguntar por el niño, cuando observo a su marido con los dos pequeños y asombrada le dijo: -¿Y ese niño de quien es? - Mira vieja, como ya somos muchos de familia y yo no puedo mantener a tantos niños, decidí regalar a uno de ellos y cuando estabas dormida aproveche para llevarlo al Hospicio y dejarlo allá, pero cuando llegue ya estaba este otro en la puerta y cuando iba a dejar al de nosotros, me vio un policía y me dijo que no tirara a los niños, me obligo a traérmelos, si no lo hubiera hecho me habría llevado a la cárcel, asi es que no tuve otro remedio que traérmelos. Doña Chabela le dijo, -Mira viejo, Dios es muy bueno y no quiere que nos deshagamos de nuestro hijo, donde comen cuatro también comen cinco, yo te voy a ayudar en la panadería como antes y vamos a sacar adelante a nuestra familia. Mira, no te has fijado en el moisés tan bonito que trae esta criatura?, sin duda que sus padres han de tener mucho dinero, ahorita nomas que amanezca, te vas a vender el moisés al baratillo para sacar algo de dinero. -Haz lo que quieras vieja, yo ya me voy a dormir. -Espera viejo, hay que quitarle el moisés antes de que lo ensucie; cuando levantaron al niño se llevaron la sorpresa de su vida, entre sus cobijas encontraron $13.500.00 y con ese dinero compraron un terreno que les costo $400.00; fincaron su casa en la colonia que hoy tiene por nombre Alcalde Barranquitas.

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Jalisco Tierra Grande y Maravillosa!

Guadalajara, capital joyera de América

cierto, es una historia muy bonita, nos hace recordar que todas las cosas pasan por una buena razon, gracias por compartirla compañero Jose Alcaraz

muy bien excelente el desenlace va su punto

Bella historia que se presta para la reflexión.
Dios nos socorre de la manera más inesperada, por eso nunca hay que perder la fe.
Va un punto por compartir esa historia de la hermosa Perla Tapatía.
Saludos.
EDER BERZ

Muy bonito relato, gracias por compartirlo, y su +.

Saludos