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Frase Célebre : CAMARON QUE SE DUERME SE LE CAE LA SOPA
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LA MONEDA MEXICANA MAS ANTIGUA
Jue 18 Feb 2010, 3:06 pm
Medios de cambio
prehispánicos
El México prehispánico contaba
con un sistema bien organizado de tributaciones e intercambio comercial en el
cual se utilizaban diferentes medios de cambio. El más frecuentemente utilizado
y de mayor aceptación fue el cacao, el cual se comerciaba por cuenta y por carga
de acuerdo a un sistema vigesimal. También se utilizaron cuentas de jade o jadeita, conocidas como chalchihuis, mantas de algodón o patolcuachtli, cañones
de pluma de pato rellenos de polvo de oro y hachuelas o tajaderas de cobre en
forma de letra tau griega.
El doble uso del cacao, como
alimento y como dinero, lo hacía tan apreciado que hasta se le falsificaba,
pues con frecuencia se alteraban los pagos por bulto con cacao de menor calidad,
e incluso se extraía parte del contenido del grano para rellenarlo con barro; no
obstante lo anterior, fue el medio de cambio de mayor uso y aceptación en Mesoamérica y el Caribe.
Subir
La moneda virreinal
En el primer tercio del siglo
XVI, con la conquista española de la América continental, inicia la adopción de
los usos monetarios europeos, que concedieron a la moneda metálica la condición
de única válida. Sin embargo, la escasez de metales en el viejo continente
impedía la exportación de piezas monetarias, por lo que durante la primera etapa
de la Conquista, los españoles se adaptaron a los usos indígenas; de hecho, el
cacao subsistió como medio de cambio en algunos lugares del sureste de México
hasta bien entrado el siglo XIX.
Sin perder de vista la búsqueda
de metales preciosos que siguió al expolio inicial, la práctica de usar otros
medios de cambio permitió a los españoles acopiar una buena cantidad de oro y
plata de “rescate”; con estos metales hicieron los primeros intentos de emular
la moneda metálica europea. Se fundieron discos de una aleación de oro y cobre
(pesos de tepuzque), cuyo peso correspondía al de un castellano (moneda
española); de ahí se originaría, años después, la unidad monetaria de México y
de otros países latinoamericanos, el PESO.
El descubrimiento de la riqueza
minera en estos territorios modificó las perspectivas coloniales y muy pronto el
crecimiento del comercio en la Nueva España hizo necesario el establecimiento de
una Casa de Moneda. En 1535, al tiempo en que se establecía oficialmente el
Virreinato de la Nueva España, el Virrey Don Antonio de Mendoza recibió la
cédula de fundación de la Casa de Moneda de México con el siguiente mandato de
los reyes Carlos I y Juana: "Y PÓNGASE EN LA PARTE DONDE HOBIERE LA
DEVISA DE LAS COLUNAS UNA M LATINA, PARA QUE SE CONOZCA QUE SE HIZO EN MEXICO".
Al parecer, las primeras piezas se troquelaron en abril de 1536.
Moneda de carlos y juana
Carlos I - Felipe II(1536 -
1572)
Las primeras monedas acuñadas
en México son las del tipo de carlos y juana, llamadas de esta manera porque en
sus improntas se leen los nombres de estos reyes en latín (CAROLUS ET JOHANA
REGES). Fueron hechas a mano, a golpe de martillo; no obstante, son de grosor
parejo, redondas y de buena apariencia. Se troquelaron monedas de plata en
denominaciones de 4, 3, 2, 1 y ½ real; también se acuñaron monedas de cobre en
denominaciones de 4 y 2 maravedíes, cuya fabricación fue suspendida debido al
rechazo de este metal por parte de los indios. Se conocen dos series: la
primera tiene, frecuentemente, las leyendas en caracteres góticos, mientras que
la segunda se distingue por el uso de caracteres latinos y porque en el reverso lleva ondas marinas entre las
columnas de Hércules. En el anverso aparece el escudo de Castilla, León y
Granada (con cuadrantes divididos entre los castillos y leones, y una granada en
el rosetón inferior), la leyenda se completa en el reverso y significa “Carlos y
Juana, reyes de España e Indias”; en el reverso aparecen dos columnas de
Hércules coronadas, unidas por una cartela que ostenta la divisa PLUS ULTRA (más
allá).
prehispánicos
El México prehispánico contaba
con un sistema bien organizado de tributaciones e intercambio comercial en el
cual se utilizaban diferentes medios de cambio. El más frecuentemente utilizado
y de mayor aceptación fue el cacao, el cual se comerciaba por cuenta y por carga
de acuerdo a un sistema vigesimal. También se utilizaron cuentas de jade o jadeita, conocidas como chalchihuis, mantas de algodón o patolcuachtli, cañones
de pluma de pato rellenos de polvo de oro y hachuelas o tajaderas de cobre en
forma de letra tau griega.
El doble uso del cacao, como
alimento y como dinero, lo hacía tan apreciado que hasta se le falsificaba,
pues con frecuencia se alteraban los pagos por bulto con cacao de menor calidad,
e incluso se extraía parte del contenido del grano para rellenarlo con barro; no
obstante lo anterior, fue el medio de cambio de mayor uso y aceptación en Mesoamérica y el Caribe.
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La moneda virreinal
En el primer tercio del siglo
XVI, con la conquista española de la América continental, inicia la adopción de
los usos monetarios europeos, que concedieron a la moneda metálica la condición
de única válida. Sin embargo, la escasez de metales en el viejo continente
impedía la exportación de piezas monetarias, por lo que durante la primera etapa
de la Conquista, los españoles se adaptaron a los usos indígenas; de hecho, el
cacao subsistió como medio de cambio en algunos lugares del sureste de México
hasta bien entrado el siglo XIX.
Sin perder de vista la búsqueda
de metales preciosos que siguió al expolio inicial, la práctica de usar otros
medios de cambio permitió a los españoles acopiar una buena cantidad de oro y
plata de “rescate”; con estos metales hicieron los primeros intentos de emular
la moneda metálica europea. Se fundieron discos de una aleación de oro y cobre
(pesos de tepuzque), cuyo peso correspondía al de un castellano (moneda
española); de ahí se originaría, años después, la unidad monetaria de México y
de otros países latinoamericanos, el PESO.
El descubrimiento de la riqueza
minera en estos territorios modificó las perspectivas coloniales y muy pronto el
crecimiento del comercio en la Nueva España hizo necesario el establecimiento de
una Casa de Moneda. En 1535, al tiempo en que se establecía oficialmente el
Virreinato de la Nueva España, el Virrey Don Antonio de Mendoza recibió la
cédula de fundación de la Casa de Moneda de México con el siguiente mandato de
los reyes Carlos I y Juana: "Y PÓNGASE EN LA PARTE DONDE HOBIERE LA
DEVISA DE LAS COLUNAS UNA M LATINA, PARA QUE SE CONOZCA QUE SE HIZO EN MEXICO".
Al parecer, las primeras piezas se troquelaron en abril de 1536.
Moneda de carlos y juana
Carlos I - Felipe II(1536 -
1572)
Las primeras monedas acuñadas
en México son las del tipo de carlos y juana, llamadas de esta manera porque en
sus improntas se leen los nombres de estos reyes en latín (CAROLUS ET JOHANA
REGES). Fueron hechas a mano, a golpe de martillo; no obstante, son de grosor
parejo, redondas y de buena apariencia. Se troquelaron monedas de plata en
denominaciones de 4, 3, 2, 1 y ½ real; también se acuñaron monedas de cobre en
denominaciones de 4 y 2 maravedíes, cuya fabricación fue suspendida debido al
rechazo de este metal por parte de los indios. Se conocen dos series: la
primera tiene, frecuentemente, las leyendas en caracteres góticos, mientras que
la segunda se distingue por el uso de caracteres latinos y porque en el reverso lleva ondas marinas entre las
columnas de Hércules. En el anverso aparece el escudo de Castilla, León y
Granada (con cuadrantes divididos entre los castillos y leones, y una granada en
el rosetón inferior), la leyenda se completa en el reverso y significa “Carlos y
Juana, reyes de España e Indias”; en el reverso aparecen dos columnas de
Hércules coronadas, unidas por una cartela que ostenta la divisa PLUS ULTRA (más
allá).
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