El tesoro de la cueva de Puertecitos.

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Así... se encuentra el de la “cueva de Puertecitos”, ubicada en el cerro del mismo nombre, de donde contaban que el “amito” Jesús Hernández, que fue dueño de San Antonio La Labor, cuando tenía que hacer un gasto fuerte o un préstamo importante, se iba a la cueva y regresaba con costalilladas de centenarios de oro.

También este famoso entierro cantidad de gentes han ido a buscarlo, pero posiblemente no existe; aunque también hay la suposición de que es un tesoro encantado y que solamente el “amito” tenía la facultad de sacar lo que ocupaba, más lo creyeron cuando a un amigo de don Jesús Hernández “el prieto” Rafael Béjar le prestó cierta cantidad para que comprara un rancho; el “amito” tenía dinero porque era trabajador y ahorrativo, ya que hasta pericos chiquitos llegó a vender en la plaza y usaba calzón blanco, camisa de manta y un pedazo de sombrero con muchos fierros pintados, de la copa le salían los pelos de la cabeza y eso era que tenía miles de vacas y una caballada selecta, separadamente de las siembras que hacían. De este tesoro del “amito” no quedó nada. Cuando murió, sus hijos lo dilapidaron y luego los agraristas se repartieron el terreno. Así son los tesoros que dicen están enterrados. Sí los hay, pero estos los encuentran los que tienen suerte y no los que los buscan.



http://www.abcdemichoacan.com.mx/ANTERIORES/agosto/4/B/3.pdf
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