Dañan por ignorancia patrimonio arqueológico
NOCHISTLÁN.- Sin pensar en el valor incalculable y la riqueza histórica que guarda el cerro del Tuiche, conocido en las crónicas como El Peñol de Nochistlán, tras generaciones, el sitio arqueológico ha sido objeto de saqueo y daños incalculables, al permitir sus dueños la búsqueda de tesoros y uso del suelo para construcciones religiosas. El Peñol es conocido así porque en éste se libraron dos de las batallas más importantes entre los indios caxcanes y españoles; una precedió a la muerte de Pedro de Alvarado, uno de los conquistadores de la Nueva España. El Tuiche es para Nochistlán, lo que es el Peñol del Mixtón para Apozol, donde se libró una de las batallas más sangrientas en la época de la conquista española, entre los invasores y los naturales caxcanes, liderados por Tenamaztle, en 1541. Angélica Medrano, responsable del proyecto de investigación arqueológica en El Tuiche, informó que el sitio se explora desde fines del año 2004, con recursos del Fondo Mixto (Fomix). Además, se tiene el apoyo del Programa para el Mejoramiento del Profesorado (Promep), que impulsa el gobierno federal para las universidades públicas; Medrano fue becaria del doctorado y consiguió más financiamiento cuando dejó de ser becaria. Comentó que la exploración del terreno lo realizó para descubrir si éste era el llamado Peñol de Nochistlán, citado en las crónicas históricas de las batallas de los caxcanes y encontraron puntas de ballestas y balas de arcabús que lo confirmaron, al realizar un mapa del sitio. En la temporada de exploración, que finalizó en junio, explicó la arqueóloga, descubrieron las que podrían ser unos de los siete alineamientos de albarradas o cercos de defensa, construidos por los caxcanes en las inmediaciones del cerro, mencionadas también en las crónicas. En el proyecto del Tuiche trabajaron, en esta temporada, Medrano y su esposo, el arqueólogo Francisco Montoya, y los estudiantes Gerardo Rivas, Julia Vital y Sagrario del Real. El cerro del Tuiche guarda historias de ocupación de los caxcanes que podrían ser anteriores al año 600 Después de Cristo. Comentó la arqueóloga que también han encontrado restos de bajareque (enjarre) y tres suelos diferentes, uno limoso, suave, otro de arcilla y abajo de éstos hay adobes derrumbados, lo que habla de tres etapas diferentes de ocupación. Aunque tiene dueños, el cerro del Peñol de Nochistlán ya fue reconocido por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), como sitio arqueológico.
BATALLAS CAMPALES Angélica Medrano explicó que en El Tuiche se libraron dos batallas importantes, la primera cuando el español Pedro de Alvarado se colocó detrás de las albarradas ubicadas a la entrada del cerro, para invadir a los caxcanes. Le ordenó para ello al capitán Falcón que se fuera por la parte más difícil, al noroeste, supuestamente para distraer a los caxcanes, pero éstos, que estaban alertas, encontraron a Falcón y lo mataron. Pedro de Alvarado huyó entonces en el caballo de su escribano; el animal resbaló y su jinete cayó, lo que ocasionó su deceso. La segunda y la más sangrienta de las batallas, dijo Medrano, fue la ordenada por el Virrey de Mendoza, quien después de la muerte de De Alvarado entró en acción. Se dice que trajo el ejército más grande de la época. Algunos mencionaron que era conformado por 30 mil soldados; otros afirmaron que eran 50 mil guerreros, con unos 600 indígenas caxcanes como aliados. DAÑOS IRREVERSIBLES La arqueóloga Angélica Medrano explicó que del cerro del Tuiche son dos los dueños; unos tienen las faldas del cerro y otros la parte de la cima, donde fue construida una ermita en honor a San Martín Caballero, que es visitada desde el 2005. Además, hay una estancia de peregrinos, una efigie de la virgen de Guadalupe, que fue construida a un costado de la ermita y una escalinata. Ninguno de los propietarios han prohibido el uso del suelo, que además está lleno de hoyos, hechos por buscadores de tesoros, que lo único que han hecho es dañar más el testimonio de las primeras ocupaciones humanas en el sitio. Alrededor del cerro se han construido también casas y hay una brecha para subir hasta la cima. Destacan en el cerro rocas gigantes donde los caxcanes plasmaron petrograbados, que han sido dañados con grafittis por los vándalos. El terreno también es utilizado para cultivo y agostadero. Medrano explicó que las primeras exploraciones del sitio se realizaron con un georadar, para tener imágenes del subsuelo, con el apoyo del doctor Luis Barba. Pretendían con ello encontrar enterramientos en el área ceremonial. Pero será hasta la próxima temporada, que iniciará en enero, cuando subirán a excavar la cima del cerro, donde cree Medrano, podrían encontrar vestigios por demás importantes, aunque también verificarán los daños hechos por las construcciones modernas. Las “exploraciones” de los buscadores de tesoros, explicó la arqueóloga, han causado otros daños además del patrimonial, pues dejan hoyos en los que caen las vacas que pastan el terreno. Y por las excavaciones con máquinas que han hecho los propios dueños o vecinos, para sacar las rocas de gran tamaño, que adornarán las casas de los interesados, fueron encontrados huesos de una mujer de unos 20 años de edad. También hallaron un fragmento de concha marina y otros objetos como vasijas y herramientas de la época. La responsable del proyecto del Tuiche lamentó que los propietarios del predio y los habitantes en general no se hayan percatado aún de la riqueza histórica que guarda el Peñol de Nochistlán. Consideró valioso preservar el sitio, sobre todo para evitar que continúen los daños arqueológicos y confió en que todos participen en esta tarea. Mientras tanto, la siguiente temporada de exploración comenzará en enero del 2009 y una herramienta de trabajo que le deben a la Secretaría de Educación y Cultura (SEC), es una camioneta. Sin embargo, el último mes de excavaciones, la presidencia municipal canceló el apoyo a los arqueólogos para el pago de hospedaje, por lo que desconocen qué sucederá con el proyecto, que resulta costoso.
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