LA HISTORIA DE MEL FISHER
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LA HISTORIA DE MEL FISHER
Jue 14 Mayo 2009, 9:33 am
Nacido en 1922 en Hobart, Indiana, Mel leyó Isla del Tesoro de niño y la cual consideraba que probablemente fue lo que le pegó la fiebre del tesoro. Mel, un inventor aún de muy niño, recuerda que hizo su primer casco de buceo con un balde, un pedazo de manguera y una bomba de bicicleta.
Mel estudió ingeniería en Alabama University antes de unirse al ejército durante la Segunda Guerra Mundial. Durante la guerra, viajó por toda Francia y Alemania reparando todo aquello que había sido bombardeado. Mientras mejoraba sus aptitudes de mecánica e innovación, nació un nuevo deporte con el pretexto de la guerra. El desarrollo del Self-Contained Underwater Breathing Apparatus (Aparato Autocontrolado de Respiración Submarina o SCUBA por sus siglas en inglés) hizo que por primera vez fuera práctico trabajar y divertirse en la profundidad del océano.
Mel Fisher, pionero del buceo
Para 1950, Mel se había mudado a California, donde montó un rancho para criar pollos pero pronto abrió el primer centro de buceo del estado en uno de los cobertizos de la granja.
Era pequeño, pero era el único lugar el que los buzos podían conseguir equipo. Mel ofrecía clases gratis de buceo a cualquiera que comprara el equipo.
Resuelto a desarrollar el deporte, modificó equipos existentes de buceo y snorkel para hacerlos más fáciles de usar. Cuando fue necesario, inventó equipo él mismo.
Mel respaldó sus actividades personales de buceo con la filmación de las primeras películas submarinas que mostraban las maravillas del mundo acuático y exhortaba a la gente a aprender a bucear.
En 1953, Mel decidió vender el rancho y concentrarse en el negocio de buceo. Se dio cuenta que la familia con quien negociaba para la compra del rancho tenía una bella hija, Dolores, conocida como Deo. Mel ofreció a enseñarle a bucear y rápidamente pasaron de ser pareja de buceo a novios a marido y mujer. Pasaron su luna de miel en los Florida Keys, donde combinaron el negocio con el placer mientras Mel filmaba una de sus películas más conocidas, The Other End of the Line.
Una vez vendido el rancho, la pareja se mudó a Redondo Beach y abrió Mel's Aqua Shop. Trabajaron incesantemente y manufacturaron uno de los primeros wet suits y construyeron sus primeros arpones. El padre de Mel, Earl, estaba a cargo de hacer pesas de plomo, llenar los tanques de aire y reparar el equipo, mientras su madre, Grace, ayudaba a administrar el negocio. Ambos padres aprendieron a bucear.
El inicio de la fiebre del tesoro
La búsqueda inicial de oro de Mel no fue en el océano sino en los ríos. Desde 1849, California había sido el estado de la fiebre del oro y la búsqueda del metal precioso era un pasatiempo popular. Mel se percató que el equipo SCUBA podía ofrecer mucho mejor acceso a los bancos de los ríos y dio lo que consideró sería una pequeña charla sobre el tema. En vez, su audiencia fue inmensa. Había nacido un nuevo pasatiempo. A medida que creció su popularidad, las ventas del centro de buceo aumentaron y los Fisher disfrutaron de enseñar y buscar oro ellos mismos.
Nunca contento con dormirse en sus laureles, Mel comenzó a bucear los restos de las embarcaciones y pronto descubrió el gozo del salvamento histórico. Él y Deo bucearon por todo el Caribe y América del Sur mientras filmaban películas y simplemente exploraban.
Deo Fisher, pareja de buceo
Como la pareja de buceo y socia de Mel, Deo fue una de las primeras mujeres en aprender a bucear y lo asumió como carrera. Cuando ella y Mel compraron el terreno para su negocio, fue necesario recaudar el dinero para construirlo. Ella y Mel bucearon en busca de langostas para ayudar a pagar la construcción. ¡Una langosta equivalía a hasta siete bloques de concreto!
Cuando Mel y Deo consideraron sus planes de mercadeo, se dieron cuenta que existía un gran segmento de la población al que no estaban llegando: las mujeres. Deo le enseñaba a bucear a la gente, pero pocas mujeres acudían a aprender. "Queríamos mostrar que no era sólo un deporte para machos”, dijo Deo. "Las mujeres podían hacerlo tan bien como los hombres. ¡Simplemente necesitaban la publicidad!"
Deo ofreció retar el récord de entonces de permanencia bajo el agua: 50 horas. El 2 de agosto de 1959, cuando tenía apenas 23 años, descendió en un tanque vacío de marsopas en el Hermosa Beach Aquarium en medio de gran cobertura por los medios. Durante 55 horas, 37 minutos y 11 segundos, Deo permaneció bajo agua, donde tomó jugo de naranja y sopa y comió bananas. Para pasar el tiempo, jugó ajedrez con Mel, vio televisión con un aparato que éste había colocado dentro del tanque y leyó libros y revistas húmedos. Mel y sus tres hijos Dirk, de 5 años de edad; Kim, de 3; y Kane, de 9 meses de edad, pasaron horas observándola. Kane dio sus primeros pasos mientras ella se encontraba bajo agua.
Cuando los Fisher se aburrieron de bucear localmente, comenzaron a promover excursiones de buceo, primero durante fines de semana, luego durante semanas enteras y luego de un mes de duración. Deo ayudó a Mel a encabezar estas expediciones por todo el mundo. Durante una tal aventura, se convirtió en la primera mujer en bucear en un cenote en el Yucatán. Deo compartió todos los peligros de Mel y en varias ocasiones sus embarcaciones zozobraron mientras exploraban. Una vez, en California, tuvieron que nadar de regreso y subir escarpados antes de llegar a casa 12 horas más tarde. En otra ocasión, cuando su embarcación se hundió, tuvieron que achicar agua para salvar sus vidas. Fueron rescatados por un barco de carga al último minuto.
De joven, Deo apareció en varios programas de televisión acerca del buceo y en muchas de las películas de Mel. También trabajó bajo contrato. En una ocasión se vistió de sirena para una campaña publicitaria. Pero siempre emprendió estas actividades dentro del contexto de promover el negocio de la familia, inicialmente al bucear y luego al buscar tesoros de barcos naufragados.
"Lo que uno tiene que darse cuenta acerca de mi madre”, dice Taffi Fisher, "es que siempre estuvo allí para todo. No cocinaba, no cosía ni tenía tiempo para eso. Estuvo del lado de Papá en todo momento".
Mel estudió ingeniería en Alabama University antes de unirse al ejército durante la Segunda Guerra Mundial. Durante la guerra, viajó por toda Francia y Alemania reparando todo aquello que había sido bombardeado. Mientras mejoraba sus aptitudes de mecánica e innovación, nació un nuevo deporte con el pretexto de la guerra. El desarrollo del Self-Contained Underwater Breathing Apparatus (Aparato Autocontrolado de Respiración Submarina o SCUBA por sus siglas en inglés) hizo que por primera vez fuera práctico trabajar y divertirse en la profundidad del océano.
Mel Fisher, pionero del buceo
Para 1950, Mel se había mudado a California, donde montó un rancho para criar pollos pero pronto abrió el primer centro de buceo del estado en uno de los cobertizos de la granja.
Era pequeño, pero era el único lugar el que los buzos podían conseguir equipo. Mel ofrecía clases gratis de buceo a cualquiera que comprara el equipo.
Resuelto a desarrollar el deporte, modificó equipos existentes de buceo y snorkel para hacerlos más fáciles de usar. Cuando fue necesario, inventó equipo él mismo.
Mel respaldó sus actividades personales de buceo con la filmación de las primeras películas submarinas que mostraban las maravillas del mundo acuático y exhortaba a la gente a aprender a bucear.
En 1953, Mel decidió vender el rancho y concentrarse en el negocio de buceo. Se dio cuenta que la familia con quien negociaba para la compra del rancho tenía una bella hija, Dolores, conocida como Deo. Mel ofreció a enseñarle a bucear y rápidamente pasaron de ser pareja de buceo a novios a marido y mujer. Pasaron su luna de miel en los Florida Keys, donde combinaron el negocio con el placer mientras Mel filmaba una de sus películas más conocidas, The Other End of the Line.
Una vez vendido el rancho, la pareja se mudó a Redondo Beach y abrió Mel's Aqua Shop. Trabajaron incesantemente y manufacturaron uno de los primeros wet suits y construyeron sus primeros arpones. El padre de Mel, Earl, estaba a cargo de hacer pesas de plomo, llenar los tanques de aire y reparar el equipo, mientras su madre, Grace, ayudaba a administrar el negocio. Ambos padres aprendieron a bucear.
El inicio de la fiebre del tesoro
La búsqueda inicial de oro de Mel no fue en el océano sino en los ríos. Desde 1849, California había sido el estado de la fiebre del oro y la búsqueda del metal precioso era un pasatiempo popular. Mel se percató que el equipo SCUBA podía ofrecer mucho mejor acceso a los bancos de los ríos y dio lo que consideró sería una pequeña charla sobre el tema. En vez, su audiencia fue inmensa. Había nacido un nuevo pasatiempo. A medida que creció su popularidad, las ventas del centro de buceo aumentaron y los Fisher disfrutaron de enseñar y buscar oro ellos mismos.
Nunca contento con dormirse en sus laureles, Mel comenzó a bucear los restos de las embarcaciones y pronto descubrió el gozo del salvamento histórico. Él y Deo bucearon por todo el Caribe y América del Sur mientras filmaban películas y simplemente exploraban.
Deo Fisher, pareja de buceo
Como la pareja de buceo y socia de Mel, Deo fue una de las primeras mujeres en aprender a bucear y lo asumió como carrera. Cuando ella y Mel compraron el terreno para su negocio, fue necesario recaudar el dinero para construirlo. Ella y Mel bucearon en busca de langostas para ayudar a pagar la construcción. ¡Una langosta equivalía a hasta siete bloques de concreto!
Cuando Mel y Deo consideraron sus planes de mercadeo, se dieron cuenta que existía un gran segmento de la población al que no estaban llegando: las mujeres. Deo le enseñaba a bucear a la gente, pero pocas mujeres acudían a aprender. "Queríamos mostrar que no era sólo un deporte para machos”, dijo Deo. "Las mujeres podían hacerlo tan bien como los hombres. ¡Simplemente necesitaban la publicidad!"
Deo ofreció retar el récord de entonces de permanencia bajo el agua: 50 horas. El 2 de agosto de 1959, cuando tenía apenas 23 años, descendió en un tanque vacío de marsopas en el Hermosa Beach Aquarium en medio de gran cobertura por los medios. Durante 55 horas, 37 minutos y 11 segundos, Deo permaneció bajo agua, donde tomó jugo de naranja y sopa y comió bananas. Para pasar el tiempo, jugó ajedrez con Mel, vio televisión con un aparato que éste había colocado dentro del tanque y leyó libros y revistas húmedos. Mel y sus tres hijos Dirk, de 5 años de edad; Kim, de 3; y Kane, de 9 meses de edad, pasaron horas observándola. Kane dio sus primeros pasos mientras ella se encontraba bajo agua.
Cuando los Fisher se aburrieron de bucear localmente, comenzaron a promover excursiones de buceo, primero durante fines de semana, luego durante semanas enteras y luego de un mes de duración. Deo ayudó a Mel a encabezar estas expediciones por todo el mundo. Durante una tal aventura, se convirtió en la primera mujer en bucear en un cenote en el Yucatán. Deo compartió todos los peligros de Mel y en varias ocasiones sus embarcaciones zozobraron mientras exploraban. Una vez, en California, tuvieron que nadar de regreso y subir escarpados antes de llegar a casa 12 horas más tarde. En otra ocasión, cuando su embarcación se hundió, tuvieron que achicar agua para salvar sus vidas. Fueron rescatados por un barco de carga al último minuto.
De joven, Deo apareció en varios programas de televisión acerca del buceo y en muchas de las películas de Mel. También trabajó bajo contrato. En una ocasión se vistió de sirena para una campaña publicitaria. Pero siempre emprendió estas actividades dentro del contexto de promover el negocio de la familia, inicialmente al bucear y luego al buscar tesoros de barcos naufragados.
"Lo que uno tiene que darse cuenta acerca de mi madre”, dice Taffi Fisher, "es que siempre estuvo allí para todo. No cocinaba, no cosía ni tenía tiempo para eso. Estuvo del lado de Papá en todo momento".
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"Respeta y Seras Respetado"
Re: LA HISTORIA DE MEL FISHER
Jue 14 Mayo 2009, 9:38 am
Descubrimientos iniciales de la flota de 1715
Aunque administrar Mel's Aqua Shop era divertido, los Fisher se interesaron más en bucear puntos en particular de gran interés natural o histórico. De camino de regreso de una de sus expediciones de buceo en 1964, los Fisher pasaron por Sebastian, Florida, para conocer a Kip Wagner, un buscador de tesoros de la zona.
A comienzos de los 1960, Wagner había encontrado monedas de plata que había arrojado el mar y esto inició su búsqueda de tesoro. Wagner fundó una compañía llamada Real Eight y consiguió concesiones del estado para zonas prometedoras del lecho marino. Comenzó a buscar restos del tesoro de la flota de 1715, el cual se había hundido a lo largo de la costa entre Sebastian y Fort Pierce.
Mel y Deo tomaron la decisión inmediata que esta era la manera de hacer realidad su sueño de mudarse a Florida ¡y buscar tesoros todo el tiempo! Mel trajo consigo de California un equipo de buzos e ingenieros expertos, todos de los cuales estaban fascinados con la búsqueda de restos de naufragios. El grupo consistía de Mel y Deo, Rupert Gates, Demosthenes "Mo" Molinar, Dick Williams, Walt Holzworth, Arnold McLean y Fay Field y se llamaba Universal Salvors (el cual más adelante se demominó Treasure Salvors).Universal Salvors trabajó en el equipo de Kip Wagner en varios lugares y en relaciones públicas conjuntas.
Mientras trabajaban en un naufragio llamado "Colored Beach Site", Mel y Universal Salvers descubrieron una alfombra de miles de monedas de oro en el fondo del mar. Este fue el primero de varios descubrimientos impresionantes por el grupo. Los descubrimientos generaron una rebatiña de oro de otros buscadores de tesoros al lugar, lo cual forzó al estado de Florida a promulgar una ley para regir el descubrimiento y la división de tesoros de sus aguas. Los buscadores serios, tales como Mel y Kip Wagner, obtuvieron contratos con el estado para realizar operaciones de salvamento de tesoro. Parte del acuerdo era que el estado obtendría 25% de lo que se encontrara. La ley aún se encuentra en efecto.
Mel y Deo bucearon los restos de la flota de 1715 todos los días. Tomaba mucho tiempo llegar en bote al lugar por medio de canales indirectos, por lo que dejaron la embarcación en el lugar y nadaron hasta allá en lugar. Ya que quedaba tan cerca, pasaban su día regular de trabajo en el sitio e iban a casa de noche. Taffi Fisher recuerda su niñez durante este periodo. "Mamá y Papá nadaban al bote pero había tres salientes de roca entre la playa y el lugar. Cuando la marea estaba baja, los tiburones salían a comer los pececitos atrapados en los bancos, pero los pasaban de largo. ¡Mamá bromeaba que no estaba asustada porque Papá le dijo que eran come-hombres!"
Treasure Salvors consistía de Mel y Deo, además de seis socios, los cuales todos aportaron sus distintos intereses y pericia al proyecto. Fay Field, un ingeniero que había desarrollado su propio magnetómetro para localizar naufragios unos años antes, se convirtió en el principal inventor del grupo y colaboró con Mel para perfeccionar los "buzones", el sonar de escaneo lateral, los perfiladores del fondo submarino y otros equipo. Walt Holzworth era un colector de monedas que no sabía bucear cuando se unió a los Fisher. Tenía 55 años de edad entonces y tuvo que tomar la clase de Mel varias veces. Mo Molinar era un mecánico de embarcaciones y capitán a quien los Fisher habían conocido en Panamá y que había ido a trabajar para ellos en California. Dick Williams era una persona versátil además de ingeniero. El soldador Arnold McLean ayudó a desarrollar detectores nuevos, mientras que, según Deo, Rupe Gates "era maravilloso en mantener las cosas organizadas y calmar a la gente cuando se frustraban”.
Florida Keys y los naufragios de 1733
Para 1968, los Fisher estaban buscando alternativas a la flota de 1715. Habían recuperado gran parte de esas embarcaciones, pero el estado de Florida y la prensa criticaban lo que Mel hacía y el mar estaba demasiado movido y hacía mucho frío para trabajar durante el invierno. Mel decidió mudarse a los Florida Keys, punto de muchos más naufragios, para buscar los galeones aún más lucrativos de la flota de tesoro de 1622 que se había reportado hundidos en las aguas de los cayos.
Inicialmente, los Fisher se mudaron a Islamorada para dedicarse a la flota de 1733, una búsqueda que había sido iniciada por otro buscador de tesoros famoso, Art McKee. Varios otros buscatesoros también vivía allí, entre ellos Bob Weller, Bobby Klein, Craig Hamilton, Marty Meylach y Tom Gurr, pero había cabida para todos y todos se llevaban bien. Cuando el estado confiscó los hallazgos de Tom Gurr, Mel tuvo una fiesta para animarlo.
Fue durante esta fiesta que alguien sacó una copia de The Treasure Diver's Guide de Potter, en la que se describía a Nuestra Señora de Atocha como uno de los naufragios más ricos que jamás se hubiera perdido. No sólo se había perdido en los Florida Keys, sino que los autores españoles contemporáneos describían el lugar como la punta de los cayos de Matecumbe. Ya que Islamorada estaba localizada en Upper Matecumbe, Mel parecía estar listo para ir tras este legendario tesoro.
Se inició la búsqueda. No era posible determinar un lugar exacto de los archivos españoles, pero éstos sí mencionaban agua profunda. Mel encontró varios de los naufragios de 1733 y una variedad de artefactos que iban de dólares pilar hasta trabucos de chispa y candelabros de plata, pero no el Atocha.
Mel y Deo se unieron a la congregación de la iglesia metodista local y allí conocieron a Eugene Lyon, quien reveló no sólo que sabía hablar español, sino que podía leer los garabatos inescrutables en que gran parte de los materiales de los archivos españoles estaban escritos. Gene también se encontraba camino a Sevilla para concluir cierta investigación para su tesis doctoral. Mel ofreció a Gene $10,000 y una porción del tesoro de Nuestra Señora de Atocha si encontraba algo útil sobre él.
En los archivos, Gene descubrió que los "matecumbes" de esos tiempos se referían a todos los Florida Keys y que existía un relato de intentos de salvamento españoles de la flota de 1622 cerca de los Cayos del Marqués, las Marquesas actuales, cuarenta millas al oeste de Key West.
Key West y la búsqueda del Atocha
Para estar cerca de las Marquesas, los Fisher se mudaron a Key West. Para entonces, tenían una réplica de un galeón español que utilizaban como un museo flotante en el cual exhibía sus tesoros. Servía como atracción turística y la oficina de Mel, mientras que la familia, que ahora incluía los tres hijos y Taffi, una hija, vivía en una casa flotante en "Houseboat Row" de Key West. Deo pasaba más tiempo en la oficina para poder ir a casa de noche después del trabajo. Las Marquesas estaban demasiado lejos y las embarcaciones de búsqueda permanecían mar afuera durante una semana o más a la vez.
Para 1971, Mel había estado buscando por todas las Marquesas y no había encontrado nada. Repentinamente, hubo más actividad en una pista. Bob Holloway, uno de los capitanes de Mel, encontró una inmensa ancla española y algunos fragmentos de botijas de aceitunas, un buen indicio que había una embarcación cerca. Mel pensó que sus problemas habían concluido. Al continuar buscando, Don Kincaid, un joven fotógrafo submarino quien se había unido a la tripulación de Treasure Salvors, descubrió una cadena de oro de 8 pies y medio. ¿De seguro se trataba de ÉL?
No fue hasta dos años más tarde que el hijo Kane de Mel encontró una barra de plata inscrita con números que correspondían al manifiesto español de Nuestra Señora de Atocha. Esto era la prueba que Mel había estado buscando. Durante los siguientes dos años, hubo más descubrimientos, grandes y pequeños, valiosos y ordinarios.
Mel sumó a un arqueólogo a su equipo, Duncan Mathewson, en un paso significativo que lo distinguió de otros buscadores de tesoros. Se dio cuenta que algo de la controversia en torno a sus esfuerzos disminuiría si tenía un arqueólogo al mando de los esfuerzos de excavación. También se dio cuenta que los arqueólogos sabían más acerca de los lugares históricos que él y que Duncan podía ayudarlo a encontrar el Atocha. A partir de entonces, había consistentemente un arqueólogo en su equipo.
Aunque administrar Mel's Aqua Shop era divertido, los Fisher se interesaron más en bucear puntos en particular de gran interés natural o histórico. De camino de regreso de una de sus expediciones de buceo en 1964, los Fisher pasaron por Sebastian, Florida, para conocer a Kip Wagner, un buscador de tesoros de la zona.
A comienzos de los 1960, Wagner había encontrado monedas de plata que había arrojado el mar y esto inició su búsqueda de tesoro. Wagner fundó una compañía llamada Real Eight y consiguió concesiones del estado para zonas prometedoras del lecho marino. Comenzó a buscar restos del tesoro de la flota de 1715, el cual se había hundido a lo largo de la costa entre Sebastian y Fort Pierce.
Mel y Deo tomaron la decisión inmediata que esta era la manera de hacer realidad su sueño de mudarse a Florida ¡y buscar tesoros todo el tiempo! Mel trajo consigo de California un equipo de buzos e ingenieros expertos, todos de los cuales estaban fascinados con la búsqueda de restos de naufragios. El grupo consistía de Mel y Deo, Rupert Gates, Demosthenes "Mo" Molinar, Dick Williams, Walt Holzworth, Arnold McLean y Fay Field y se llamaba Universal Salvors (el cual más adelante se demominó Treasure Salvors).Universal Salvors trabajó en el equipo de Kip Wagner en varios lugares y en relaciones públicas conjuntas.
Mientras trabajaban en un naufragio llamado "Colored Beach Site", Mel y Universal Salvers descubrieron una alfombra de miles de monedas de oro en el fondo del mar. Este fue el primero de varios descubrimientos impresionantes por el grupo. Los descubrimientos generaron una rebatiña de oro de otros buscadores de tesoros al lugar, lo cual forzó al estado de Florida a promulgar una ley para regir el descubrimiento y la división de tesoros de sus aguas. Los buscadores serios, tales como Mel y Kip Wagner, obtuvieron contratos con el estado para realizar operaciones de salvamento de tesoro. Parte del acuerdo era que el estado obtendría 25% de lo que se encontrara. La ley aún se encuentra en efecto.
Mel y Deo bucearon los restos de la flota de 1715 todos los días. Tomaba mucho tiempo llegar en bote al lugar por medio de canales indirectos, por lo que dejaron la embarcación en el lugar y nadaron hasta allá en lugar. Ya que quedaba tan cerca, pasaban su día regular de trabajo en el sitio e iban a casa de noche. Taffi Fisher recuerda su niñez durante este periodo. "Mamá y Papá nadaban al bote pero había tres salientes de roca entre la playa y el lugar. Cuando la marea estaba baja, los tiburones salían a comer los pececitos atrapados en los bancos, pero los pasaban de largo. ¡Mamá bromeaba que no estaba asustada porque Papá le dijo que eran come-hombres!"
Treasure Salvors consistía de Mel y Deo, además de seis socios, los cuales todos aportaron sus distintos intereses y pericia al proyecto. Fay Field, un ingeniero que había desarrollado su propio magnetómetro para localizar naufragios unos años antes, se convirtió en el principal inventor del grupo y colaboró con Mel para perfeccionar los "buzones", el sonar de escaneo lateral, los perfiladores del fondo submarino y otros equipo. Walt Holzworth era un colector de monedas que no sabía bucear cuando se unió a los Fisher. Tenía 55 años de edad entonces y tuvo que tomar la clase de Mel varias veces. Mo Molinar era un mecánico de embarcaciones y capitán a quien los Fisher habían conocido en Panamá y que había ido a trabajar para ellos en California. Dick Williams era una persona versátil además de ingeniero. El soldador Arnold McLean ayudó a desarrollar detectores nuevos, mientras que, según Deo, Rupe Gates "era maravilloso en mantener las cosas organizadas y calmar a la gente cuando se frustraban”.
Florida Keys y los naufragios de 1733
Para 1968, los Fisher estaban buscando alternativas a la flota de 1715. Habían recuperado gran parte de esas embarcaciones, pero el estado de Florida y la prensa criticaban lo que Mel hacía y el mar estaba demasiado movido y hacía mucho frío para trabajar durante el invierno. Mel decidió mudarse a los Florida Keys, punto de muchos más naufragios, para buscar los galeones aún más lucrativos de la flota de tesoro de 1622 que se había reportado hundidos en las aguas de los cayos.
Inicialmente, los Fisher se mudaron a Islamorada para dedicarse a la flota de 1733, una búsqueda que había sido iniciada por otro buscador de tesoros famoso, Art McKee. Varios otros buscatesoros también vivía allí, entre ellos Bob Weller, Bobby Klein, Craig Hamilton, Marty Meylach y Tom Gurr, pero había cabida para todos y todos se llevaban bien. Cuando el estado confiscó los hallazgos de Tom Gurr, Mel tuvo una fiesta para animarlo.
Fue durante esta fiesta que alguien sacó una copia de The Treasure Diver's Guide de Potter, en la que se describía a Nuestra Señora de Atocha como uno de los naufragios más ricos que jamás se hubiera perdido. No sólo se había perdido en los Florida Keys, sino que los autores españoles contemporáneos describían el lugar como la punta de los cayos de Matecumbe. Ya que Islamorada estaba localizada en Upper Matecumbe, Mel parecía estar listo para ir tras este legendario tesoro.
Se inició la búsqueda. No era posible determinar un lugar exacto de los archivos españoles, pero éstos sí mencionaban agua profunda. Mel encontró varios de los naufragios de 1733 y una variedad de artefactos que iban de dólares pilar hasta trabucos de chispa y candelabros de plata, pero no el Atocha.
Mel y Deo se unieron a la congregación de la iglesia metodista local y allí conocieron a Eugene Lyon, quien reveló no sólo que sabía hablar español, sino que podía leer los garabatos inescrutables en que gran parte de los materiales de los archivos españoles estaban escritos. Gene también se encontraba camino a Sevilla para concluir cierta investigación para su tesis doctoral. Mel ofreció a Gene $10,000 y una porción del tesoro de Nuestra Señora de Atocha si encontraba algo útil sobre él.
En los archivos, Gene descubrió que los "matecumbes" de esos tiempos se referían a todos los Florida Keys y que existía un relato de intentos de salvamento españoles de la flota de 1622 cerca de los Cayos del Marqués, las Marquesas actuales, cuarenta millas al oeste de Key West.
Key West y la búsqueda del Atocha
Para estar cerca de las Marquesas, los Fisher se mudaron a Key West. Para entonces, tenían una réplica de un galeón español que utilizaban como un museo flotante en el cual exhibía sus tesoros. Servía como atracción turística y la oficina de Mel, mientras que la familia, que ahora incluía los tres hijos y Taffi, una hija, vivía en una casa flotante en "Houseboat Row" de Key West. Deo pasaba más tiempo en la oficina para poder ir a casa de noche después del trabajo. Las Marquesas estaban demasiado lejos y las embarcaciones de búsqueda permanecían mar afuera durante una semana o más a la vez.
Para 1971, Mel había estado buscando por todas las Marquesas y no había encontrado nada. Repentinamente, hubo más actividad en una pista. Bob Holloway, uno de los capitanes de Mel, encontró una inmensa ancla española y algunos fragmentos de botijas de aceitunas, un buen indicio que había una embarcación cerca. Mel pensó que sus problemas habían concluido. Al continuar buscando, Don Kincaid, un joven fotógrafo submarino quien se había unido a la tripulación de Treasure Salvors, descubrió una cadena de oro de 8 pies y medio. ¿De seguro se trataba de ÉL?
No fue hasta dos años más tarde que el hijo Kane de Mel encontró una barra de plata inscrita con números que correspondían al manifiesto español de Nuestra Señora de Atocha. Esto era la prueba que Mel había estado buscando. Durante los siguientes dos años, hubo más descubrimientos, grandes y pequeños, valiosos y ordinarios.
Mel sumó a un arqueólogo a su equipo, Duncan Mathewson, en un paso significativo que lo distinguió de otros buscadores de tesoros. Se dio cuenta que algo de la controversia en torno a sus esfuerzos disminuiría si tenía un arqueólogo al mando de los esfuerzos de excavación. También se dio cuenta que los arqueólogos sabían más acerca de los lugares históricos que él y que Duncan podía ayudarlo a encontrar el Atocha. A partir de entonces, había consistentemente un arqueólogo en su equipo.
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"Respeta y Seras Respetado"
Re: LA HISTORIA DE MEL FISHER
Jue 14 Mayo 2009, 9:38 am
Tesoro y tragedia
El 13 de julio de 1975, el hijo mayor de Mel, Dirk, encontró 5 cañones de bronce del Atocha. Todos pensaron que el filón principal estaba cerca, pero una semana más tarde, sucedió una tragedia. La embarcación de salvamento zozobró durante la noche y Dirk, su esposa Angel y el buzo Rick Gage perecieron. Con todo, la búsqueda del Atocha cobró cuatro vidas jóvenes, pero la búsqueda continuó como Dirk hubiera querido.
Durante los diez años siguientes, hubo más descubrimientos emocionantes, ente ellos, miles de monedas de oro, joyas magníficas y en 1980 una gran sección de la popa de otro de los galeones de 1622, el Santa Margarita. Sin embargo, el filón principal, el cargamento principal de Atocha, aún eludía a Mel y a su equipo. Continuaron buscando.
El factor Fisher
¿Se trataba de la búsqueda de tesoro, una prueba de la historia o el mundo del cine? Existe un poquito de todo en el factor Fisher. Mel, un líder y aventurero innato, comenzó con su propio grupo, luego comenzó a guiar a buzos nuevos en exploraciones espectaculares y luego encabezó tripulaciones de buzos y capitanes de embarcaciones en una búsqueda de un tesoro hundido. Era necesario más que saber qué hacer. Era necesario el enorme carisma, el encanto personal y la exuberancia de Mel. Contaba sus historias sobre galeones españoles y promovía sus descubrimientos todo lo que podían. Nunca había suficiente dinero para hacer todo lo que quería, por lo era importante mantenerlo a la vista del público. La búsqueda de tesoros es un negocio costoso y hay cientos de días más en los cuales no se encuentra absolutamente nada que días en que se encuentra oro y plata. Mientras tantos, los gastos, aún en los años 1970, a menudo amontaban a $1,000 al día.
Mel nunca perdió la esperanza y siempre estuvo rodeado por mucha gente grandiosa. Muchos de ellos trabajaban por muy poco dinero y la esperanza de una gran recompensa algún día. Otros, también listos para una gran recompensa, invirtieron en sus operaciones. Durante los años 1970, los equipos de Mel encontraron pedacitos de la flota de 1622, algunos de ellos espectaculares, otros ordinarios. Mientras que Mel mantenía el negocio un paso más adelante que sus acreedores, animaba a sus equipos con su famosa frase "Today's the Day" (Hoy es el día). Siempre optimista, parecía capaz de sacar algo de un sombrero cuando las cosas iban mal. Y la gente creía en él.
"Recuerdo que una vez acampamos en Ballast Key y pintamos piedras como huevos de Pascua para una fiesta con los inversionistas”, recuerda Taffi Fisher. A menudo, una fiesta era la solución durante épocas difíciles. La langosta era gratis y los buzos las cazaban a menudo, lo cual proporcionaba un banquete. Mel animaba a las tropas con risa y hacía que todos bailaran el hokey-pokey.
No se olvidaba de los accionistas, ya que eran tan importantes como los buzos. Durante una ocasión notable, Mel invitó a 200 inversionistas a una parrillada. Los llevó a todos a Boca Grande Key donde había escondido un montón de etiquetas de artefactos. Dio un detector de metal a cada uno y los puso en marcha. Aquellos que encontraran una etiqueta recibirían una moneda de ocho reales. Al caer la noche, todos se sentaron alrededor de una gran fogata mientras Mel los actualizaba sobre la búsqueda.
La película basada en la vida de Mel, Dreams of Gold, con Cliff Robertson y Loretta Switt, capta algo del espíritu de la vida de los Fisher. "Excepto la parte en que me sacan cocinando”, dice Deo Fisher. "¡Todos los que me conocen saben que no cocino!"
Asuntos legales
La búsqueda de tesoros, actualmente conocido como "salvamento histórico", nunca ha sido ilegal en Florida, pero es controversial. Muchos arqueólogos creen que la excavación, con o sin un arqueólogo profesional que la supervise, no debería realizarse por una compañía con fines de lucro. Los dilemas éticos subyacentes a esta idea han sido fuente de cambios internos no sólo en las operaciones de Mel sino el propio estado de Florida y ambos han tratado de resolver el problema de su propia manera.
En los años 1970, el estado cobraba a los buscadores de tesoros por un contrato de búsqueda y un permiso de salvamento en cada sitio y hacía que pagaran una fianza. El estado también requería que un agente estatal estuviera presente en cada embarcación, pero sólo asignaba uno por contrato y ese agente no podía trabajar más de 40 horas a la semana. Durante la búsqueda del Atocha, Mel terminó pagándoles a seis agentes, comprando su equipo, enseñándoles a bucear y alimentándolos. ¡Era la única manera de cubrir todas las embarcaciones y las horas de trabajo!
Mientras tanto, el estado de Florida, y más adelante, el gobierno federal, estaban ambivalentes sobre el éxito de Mel: era el buscador de tesoros más exitoso que jamás hubieran visto. Cambiaron las reglas de los contratos, ampliaron la definición de "aguas estatales" y en 1975, el estado de Florida comenzó a mantener que era propietario del Atocha. El estado confiscó muchos de los artefactos y Mel pidió a su abogado, David Paul Horan, que apelara. Siete años más tarde, después de 141 audiencias, Horan defendió el caso de Mel ante la Corte Suprema de los Estados Unidos y finalmente ganó. Se otorgó a Mel todos los artefactos de Nuestra Señora de Atocha, el Santa Margarita y el Henrietta Marie debido al hecho que Horan pudo probar que estas embarcaciones estaban fuera de las aguas de Florida.
Actualmente se ha abandonado la práctica de colocar agentes estatales en las embarcaciones y en lugar de una fianza, el contrato es por la propiedad de materiales históricos, con una disposición bajo la cual las operaciones de Mel donan 20% de todos los artefactos encontrados al estado. El estado puede escoger sus artefactos, pero el equipo de Mel a menudo sugiere que ciertos artefactos pasen al estado porque son demasiado importantes para permanecer en manos privadas. En la incómoda tregua a la que se ha llegado, las operaciones de Mel efectivamente han establecido el estándar bajo el cual se mide a otros buscatesoros, entre ellos mantener datos sobre todos los descubrimientos, mantener expedientes arqueológicos, hacer informes sobre los sitios de los naufragios y restringir a los novatos que no entienden la importancia de las regulaciones estatales.
El 13 de julio de 1975, el hijo mayor de Mel, Dirk, encontró 5 cañones de bronce del Atocha. Todos pensaron que el filón principal estaba cerca, pero una semana más tarde, sucedió una tragedia. La embarcación de salvamento zozobró durante la noche y Dirk, su esposa Angel y el buzo Rick Gage perecieron. Con todo, la búsqueda del Atocha cobró cuatro vidas jóvenes, pero la búsqueda continuó como Dirk hubiera querido.
Durante los diez años siguientes, hubo más descubrimientos emocionantes, ente ellos, miles de monedas de oro, joyas magníficas y en 1980 una gran sección de la popa de otro de los galeones de 1622, el Santa Margarita. Sin embargo, el filón principal, el cargamento principal de Atocha, aún eludía a Mel y a su equipo. Continuaron buscando.
El factor Fisher
¿Se trataba de la búsqueda de tesoro, una prueba de la historia o el mundo del cine? Existe un poquito de todo en el factor Fisher. Mel, un líder y aventurero innato, comenzó con su propio grupo, luego comenzó a guiar a buzos nuevos en exploraciones espectaculares y luego encabezó tripulaciones de buzos y capitanes de embarcaciones en una búsqueda de un tesoro hundido. Era necesario más que saber qué hacer. Era necesario el enorme carisma, el encanto personal y la exuberancia de Mel. Contaba sus historias sobre galeones españoles y promovía sus descubrimientos todo lo que podían. Nunca había suficiente dinero para hacer todo lo que quería, por lo era importante mantenerlo a la vista del público. La búsqueda de tesoros es un negocio costoso y hay cientos de días más en los cuales no se encuentra absolutamente nada que días en que se encuentra oro y plata. Mientras tantos, los gastos, aún en los años 1970, a menudo amontaban a $1,000 al día.
Mel nunca perdió la esperanza y siempre estuvo rodeado por mucha gente grandiosa. Muchos de ellos trabajaban por muy poco dinero y la esperanza de una gran recompensa algún día. Otros, también listos para una gran recompensa, invirtieron en sus operaciones. Durante los años 1970, los equipos de Mel encontraron pedacitos de la flota de 1622, algunos de ellos espectaculares, otros ordinarios. Mientras que Mel mantenía el negocio un paso más adelante que sus acreedores, animaba a sus equipos con su famosa frase "Today's the Day" (Hoy es el día). Siempre optimista, parecía capaz de sacar algo de un sombrero cuando las cosas iban mal. Y la gente creía en él.
"Recuerdo que una vez acampamos en Ballast Key y pintamos piedras como huevos de Pascua para una fiesta con los inversionistas”, recuerda Taffi Fisher. A menudo, una fiesta era la solución durante épocas difíciles. La langosta era gratis y los buzos las cazaban a menudo, lo cual proporcionaba un banquete. Mel animaba a las tropas con risa y hacía que todos bailaran el hokey-pokey.
No se olvidaba de los accionistas, ya que eran tan importantes como los buzos. Durante una ocasión notable, Mel invitó a 200 inversionistas a una parrillada. Los llevó a todos a Boca Grande Key donde había escondido un montón de etiquetas de artefactos. Dio un detector de metal a cada uno y los puso en marcha. Aquellos que encontraran una etiqueta recibirían una moneda de ocho reales. Al caer la noche, todos se sentaron alrededor de una gran fogata mientras Mel los actualizaba sobre la búsqueda.
La película basada en la vida de Mel, Dreams of Gold, con Cliff Robertson y Loretta Switt, capta algo del espíritu de la vida de los Fisher. "Excepto la parte en que me sacan cocinando”, dice Deo Fisher. "¡Todos los que me conocen saben que no cocino!"
Asuntos legales
La búsqueda de tesoros, actualmente conocido como "salvamento histórico", nunca ha sido ilegal en Florida, pero es controversial. Muchos arqueólogos creen que la excavación, con o sin un arqueólogo profesional que la supervise, no debería realizarse por una compañía con fines de lucro. Los dilemas éticos subyacentes a esta idea han sido fuente de cambios internos no sólo en las operaciones de Mel sino el propio estado de Florida y ambos han tratado de resolver el problema de su propia manera.
En los años 1970, el estado cobraba a los buscadores de tesoros por un contrato de búsqueda y un permiso de salvamento en cada sitio y hacía que pagaran una fianza. El estado también requería que un agente estatal estuviera presente en cada embarcación, pero sólo asignaba uno por contrato y ese agente no podía trabajar más de 40 horas a la semana. Durante la búsqueda del Atocha, Mel terminó pagándoles a seis agentes, comprando su equipo, enseñándoles a bucear y alimentándolos. ¡Era la única manera de cubrir todas las embarcaciones y las horas de trabajo!
Mientras tanto, el estado de Florida, y más adelante, el gobierno federal, estaban ambivalentes sobre el éxito de Mel: era el buscador de tesoros más exitoso que jamás hubieran visto. Cambiaron las reglas de los contratos, ampliaron la definición de "aguas estatales" y en 1975, el estado de Florida comenzó a mantener que era propietario del Atocha. El estado confiscó muchos de los artefactos y Mel pidió a su abogado, David Paul Horan, que apelara. Siete años más tarde, después de 141 audiencias, Horan defendió el caso de Mel ante la Corte Suprema de los Estados Unidos y finalmente ganó. Se otorgó a Mel todos los artefactos de Nuestra Señora de Atocha, el Santa Margarita y el Henrietta Marie debido al hecho que Horan pudo probar que estas embarcaciones estaban fuera de las aguas de Florida.
Actualmente se ha abandonado la práctica de colocar agentes estatales en las embarcaciones y en lugar de una fianza, el contrato es por la propiedad de materiales históricos, con una disposición bajo la cual las operaciones de Mel donan 20% de todos los artefactos encontrados al estado. El estado puede escoger sus artefactos, pero el equipo de Mel a menudo sugiere que ciertos artefactos pasen al estado porque son demasiado importantes para permanecer en manos privadas. En la incómoda tregua a la que se ha llegado, las operaciones de Mel efectivamente han establecido el estándar bajo el cual se mide a otros buscatesoros, entre ellos mantener datos sobre todos los descubrimientos, mantener expedientes arqueológicos, hacer informes sobre los sitios de los naufragios y restringir a los novatos que no entienden la importancia de las regulaciones estatales.
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"Respeta y Seras Respetado"
Re: LA HISTORIA DE MEL FISHER
Jue 14 Mayo 2009, 9:41 am
Finalmente, el filón principal
¿Es este el día? No fue tanto el día sino el año. El fin de semana del Día del Soldado Caído de 1985, uno de los equipos de Mel encontró una reserva de 13 barras de oro, 4 joyas con engastes de esmeraldas, una cadena de oro y numerosas monedas. ¿Era parte del tesoro del Atocha o era otro hallazgo del Margarita?
El 20 de julio, un contacto por el magnetómetro indicó un gran objetivo en el lecho del mar. Dos buzos, Andy Matroci y Greg Wareham, bajaron a investigar. Los esperaba un arrecife que lucía como rocas. Los buzos subieron a recoger un detector de metales y volvieron a bucear. El detector de metal enloqueció: ¡era un arrecife de barras de plata!
Andy subió a la superficie y gritó hacia la embarcación de salvamento, "¡Es el filón principal! ¡Estamos sobre barras de plata!" Kane Fisher llamó por radio a Key West, "Guarden las cartas. Hemos encontrado el filón principal".
La larga búsqueda había concluido. Al correrse la noticia por todo Key West, la gente comenzó a buscar a Mel, quien había salido a comprar un nuevo par de aletas de buceo. La estación local de radio anunciaba, “Si alguien ve a Mel Fisher, díganle que ha encontrado el filón principal”. Mel oyó la noticia por primera vez de personas lo felicitaban por la calle que. Kane le dijo subsecuentemente, “Las barras de plata están apiñadas como leña. Monedas por todas partes".
Habían descubierto 1,041 barras de plata y cajas con 3,000 monedas en cada una.
Todo el mundo llegó al lugar, entre los Jimmy Buffet, quien se sentó en una pila de barras de plata y le tocó música a la tripulación. La prensa mundial tenía una primicia que muchos pensaron nunca llegaría.
Dos semanas más tarde, a medida que seguían buscando en el lugar, el equipo de Mel encontró 65 libras de oro en 77 lingotes, 7 discos y 7 cadenas. Continuaron y encontraron numerosos artefactos de oro y plata, además de casi 3,000 esmeraldas colombianas.
Sacar la plata del mar era sólo parte de la tarea que el filón principal involucraba. Duncan y su equipo arqueológico comenzaron la importante tarea de registrar la evidencia de la información del fondo del mar que completaría los detalles faltantes de la historia de la pérdida del Atocha. Este proceso continúa actualmente.
"La gente necesita símbolos y el Atocha es un tipo de símbolo de una gran aventura, una persistencia tremenda, pugnante y un sueño que se hizo realidad”, dijo el Dr. Eugene Lyon. "También es un logro cultural tremendo por aquellas personas que fueron y persistieron y encontraron los restos de la embarcación y los recuperaron”.
Dos años después del descubrimiento del filón principal, los cuidadosos esfuerzos de recuperación y preservación han resultado en un cargamento impresionante, tanto en cuanto a artefactos como tesoros. Las proyecciones del valor del naufragio van de $200 millones a $400 millones. Entre los hallazgos se encontraban 127,000 monedas de plata; más de 900 lingotes de plata que promediaban 70 libras cada uno; más de 700 esmeraldas de alta calidad y aproximadamente 2,500 otras piedras preciosas; más de 250 libras de lingotes, discos, pedazos y cadenas de oro; y cientos de artículos de joyería, plata, crucifijos y monedas de oro.
Mucho más importante para el equipo arqueológico de Mel fueron los miles de artefactos descubiertos sobre la vida a bordo de embarcaciones, entre ellos excepcional equipo de navegación del Siglo XVII. Probablemente el hallazgo arqueológico más importante fue una sección de 30 por 20 pies de la estructura del casco inferior del Atocha. Aproximadamente 50 de los baos del casco inferior fueron preservados y estudiados en aguas protegidas del Florida Keys Community College.
A medida que continuaba la cuidadosa excavación, el equipo arqueológico a veces se sorprendía por las increíbles experiencias en e lugar. Por ejemplo, el asistente arqueológico Cris Gober recuerda haber estado trabajando duro en el agua cuando miró hacia arriba y vio cientos de esmeraldas verdes relucientes que flotaban por el agua hacia él. Las esmeraldas, que habían estado escondidas en la arena, habían sido succionadas por una “aspiradora” submarina utilizada para limpiar la arena y el sedimento del lugar. La aspiración sacó las joyas apenas debajo de la superficie y Cris, como todos los demás que se vieron en una lluvia de esmeraldas, encantado recogió todas las "gotas de lluvia " como pudo.
El legado de Mel
Para 1982, Mel Fisher se había dado cuenta que sus descubrimientos eran demasiado importantes para no ser compartidos con el mundo. Aunque ya estaba operando un pequeño museo, quería una manera de garantizar que los artefactos que habían hallado fueran protegidos y exhibidos y que sus historias fueran contadas mucho después de su muerte. Ese año, fundó la Mel Fisher Maritime Heritage Society.
Actualmente, gracias a la previsión de Mel, la sociedad es una organización sin fines de lucro dedicada a la exhibición, educación, arqueología, preservación e investigación sobre las actividades marítimas españolas y coloniales en el Nuevo Mundo. Gracias en gran parte a sus donaciones de artefactos y tesoros, el museo de la sociedad en Key West contiene la colección más abundante de antigüedades marítimas del Siglo XVII de este hemisferio y se ha convertido en un importante centro de estudio de la historia marítima europea en el Nuevo Mundo.
De acuerdo a su deseo de compartir sus trascendentales descubrimientos con el mundo, Mel Fisher donó la mayoría de las colecciones de la sociedad y otros materiales tras excavaciones subsiguientes de restos de naufragios. La mayor parte de la colección está compuesta por más de 85,000 artefactos de los galeones españoles Nuestra Señora de Atocha y Santa Margarita
Entre las piezas de estas naves se encuentran dos de los hallazgos más espectaculares de Mel, -- el plato de oro y el cáliz de oro utilizado para detectar vino envenenado... la pesada cadena de oro de sacerdotes, la cual le encantaba colgarse del cuello... la única muestra conocida de un collar o cinturón "cinta"... un astrolabio del Siglo XVII — y docenas de esmeraldas de contrabando cuyo descubrimiento fue una gran sorpresa para Mel, como también para todos los demás.
Sin embargo, de igual importancia a los galeones que encontró es la embarcación mercantil de transporte de esclavos Henrietta Marie, uno de los pocos restos de una nave negrera encontrada en este hemisferio. Fue encontrada durante la larga, ardua búsqueda del Atocha. Nombrado "el naufragio inglés", Mel y sus buzos la trataron con el respeto que merecía. Actualmente, se considera que Henrietta Marie es una de las fuentes más grandes del mundo de objetos tangibles de los años iniciales de la trata marítima de esclavos. Estudios arqueológicos detenidos sacaron a la luz artefactos que incluyen la campana de la nave, la mayor colección de grilletes jamás recuperada en un solo sitio, cuentas de intercambio comercial de vidrio de Venecia y piezas extremadamente inusuales de peltre de Guillermo III, los cuales, tras meticulosa conservación, se han sumado al oro de los galeones en el museo de la sociedad.
En el espíritu de Mel Fisher, los arqueólogos de la sociedad continúan buscando restos de embarcaciones naufragadas en aguas lejanas que nadie más tiene la visión o experiencia para encontrar. Actualmente están excavando una embarcación española de exploración del Siglo XVI conocida como St. John's Wreck. Este naufragio no perturbado ha producido ballestas, cañones y culatas de bombarda, cañones, un casco de conquistador, accesorios de embarcaciones y un par de compases de navegación de punta fija de bronce. Tras concluir la conservación en los laboratorios de la sociedad, muchos de estos extraordinarios artefactos formarán parte de la colección permanente.
"La sociedad representa la clara intención de guardar para la posterioridad lo que Mel Fisher ha encontrado", dijo el Dr. Gene Lyon. "Mucho tiempo después que viva cualquiera de los participantes, el significado cultural de las naves naufragadas será presentada en diversas exhibiciones de museo y publicaciones que contarán a la gente sobre el mundo de la navegación”.
Appoximadamente 200,000 personas al año visitan el museo de la sociedad para maravillarse ante los tesoros y artefactos recuperados por Mel Fisher y sus equipos y el triunfo del espíritu humano que representan sus descubrimientos.
¿Es este el día? No fue tanto el día sino el año. El fin de semana del Día del Soldado Caído de 1985, uno de los equipos de Mel encontró una reserva de 13 barras de oro, 4 joyas con engastes de esmeraldas, una cadena de oro y numerosas monedas. ¿Era parte del tesoro del Atocha o era otro hallazgo del Margarita?
El 20 de julio, un contacto por el magnetómetro indicó un gran objetivo en el lecho del mar. Dos buzos, Andy Matroci y Greg Wareham, bajaron a investigar. Los esperaba un arrecife que lucía como rocas. Los buzos subieron a recoger un detector de metales y volvieron a bucear. El detector de metal enloqueció: ¡era un arrecife de barras de plata!
Andy subió a la superficie y gritó hacia la embarcación de salvamento, "¡Es el filón principal! ¡Estamos sobre barras de plata!" Kane Fisher llamó por radio a Key West, "Guarden las cartas. Hemos encontrado el filón principal".
La larga búsqueda había concluido. Al correrse la noticia por todo Key West, la gente comenzó a buscar a Mel, quien había salido a comprar un nuevo par de aletas de buceo. La estación local de radio anunciaba, “Si alguien ve a Mel Fisher, díganle que ha encontrado el filón principal”. Mel oyó la noticia por primera vez de personas lo felicitaban por la calle que. Kane le dijo subsecuentemente, “Las barras de plata están apiñadas como leña. Monedas por todas partes".
Habían descubierto 1,041 barras de plata y cajas con 3,000 monedas en cada una.
Todo el mundo llegó al lugar, entre los Jimmy Buffet, quien se sentó en una pila de barras de plata y le tocó música a la tripulación. La prensa mundial tenía una primicia que muchos pensaron nunca llegaría.
Dos semanas más tarde, a medida que seguían buscando en el lugar, el equipo de Mel encontró 65 libras de oro en 77 lingotes, 7 discos y 7 cadenas. Continuaron y encontraron numerosos artefactos de oro y plata, además de casi 3,000 esmeraldas colombianas.
Sacar la plata del mar era sólo parte de la tarea que el filón principal involucraba. Duncan y su equipo arqueológico comenzaron la importante tarea de registrar la evidencia de la información del fondo del mar que completaría los detalles faltantes de la historia de la pérdida del Atocha. Este proceso continúa actualmente.
"La gente necesita símbolos y el Atocha es un tipo de símbolo de una gran aventura, una persistencia tremenda, pugnante y un sueño que se hizo realidad”, dijo el Dr. Eugene Lyon. "También es un logro cultural tremendo por aquellas personas que fueron y persistieron y encontraron los restos de la embarcación y los recuperaron”.
Dos años después del descubrimiento del filón principal, los cuidadosos esfuerzos de recuperación y preservación han resultado en un cargamento impresionante, tanto en cuanto a artefactos como tesoros. Las proyecciones del valor del naufragio van de $200 millones a $400 millones. Entre los hallazgos se encontraban 127,000 monedas de plata; más de 900 lingotes de plata que promediaban 70 libras cada uno; más de 700 esmeraldas de alta calidad y aproximadamente 2,500 otras piedras preciosas; más de 250 libras de lingotes, discos, pedazos y cadenas de oro; y cientos de artículos de joyería, plata, crucifijos y monedas de oro.
Mucho más importante para el equipo arqueológico de Mel fueron los miles de artefactos descubiertos sobre la vida a bordo de embarcaciones, entre ellos excepcional equipo de navegación del Siglo XVII. Probablemente el hallazgo arqueológico más importante fue una sección de 30 por 20 pies de la estructura del casco inferior del Atocha. Aproximadamente 50 de los baos del casco inferior fueron preservados y estudiados en aguas protegidas del Florida Keys Community College.
A medida que continuaba la cuidadosa excavación, el equipo arqueológico a veces se sorprendía por las increíbles experiencias en e lugar. Por ejemplo, el asistente arqueológico Cris Gober recuerda haber estado trabajando duro en el agua cuando miró hacia arriba y vio cientos de esmeraldas verdes relucientes que flotaban por el agua hacia él. Las esmeraldas, que habían estado escondidas en la arena, habían sido succionadas por una “aspiradora” submarina utilizada para limpiar la arena y el sedimento del lugar. La aspiración sacó las joyas apenas debajo de la superficie y Cris, como todos los demás que se vieron en una lluvia de esmeraldas, encantado recogió todas las "gotas de lluvia " como pudo.
El legado de Mel
Para 1982, Mel Fisher se había dado cuenta que sus descubrimientos eran demasiado importantes para no ser compartidos con el mundo. Aunque ya estaba operando un pequeño museo, quería una manera de garantizar que los artefactos que habían hallado fueran protegidos y exhibidos y que sus historias fueran contadas mucho después de su muerte. Ese año, fundó la Mel Fisher Maritime Heritage Society.
Actualmente, gracias a la previsión de Mel, la sociedad es una organización sin fines de lucro dedicada a la exhibición, educación, arqueología, preservación e investigación sobre las actividades marítimas españolas y coloniales en el Nuevo Mundo. Gracias en gran parte a sus donaciones de artefactos y tesoros, el museo de la sociedad en Key West contiene la colección más abundante de antigüedades marítimas del Siglo XVII de este hemisferio y se ha convertido en un importante centro de estudio de la historia marítima europea en el Nuevo Mundo.
De acuerdo a su deseo de compartir sus trascendentales descubrimientos con el mundo, Mel Fisher donó la mayoría de las colecciones de la sociedad y otros materiales tras excavaciones subsiguientes de restos de naufragios. La mayor parte de la colección está compuesta por más de 85,000 artefactos de los galeones españoles Nuestra Señora de Atocha y Santa Margarita
Entre las piezas de estas naves se encuentran dos de los hallazgos más espectaculares de Mel, -- el plato de oro y el cáliz de oro utilizado para detectar vino envenenado... la pesada cadena de oro de sacerdotes, la cual le encantaba colgarse del cuello... la única muestra conocida de un collar o cinturón "cinta"... un astrolabio del Siglo XVII — y docenas de esmeraldas de contrabando cuyo descubrimiento fue una gran sorpresa para Mel, como también para todos los demás.
Sin embargo, de igual importancia a los galeones que encontró es la embarcación mercantil de transporte de esclavos Henrietta Marie, uno de los pocos restos de una nave negrera encontrada en este hemisferio. Fue encontrada durante la larga, ardua búsqueda del Atocha. Nombrado "el naufragio inglés", Mel y sus buzos la trataron con el respeto que merecía. Actualmente, se considera que Henrietta Marie es una de las fuentes más grandes del mundo de objetos tangibles de los años iniciales de la trata marítima de esclavos. Estudios arqueológicos detenidos sacaron a la luz artefactos que incluyen la campana de la nave, la mayor colección de grilletes jamás recuperada en un solo sitio, cuentas de intercambio comercial de vidrio de Venecia y piezas extremadamente inusuales de peltre de Guillermo III, los cuales, tras meticulosa conservación, se han sumado al oro de los galeones en el museo de la sociedad.
En el espíritu de Mel Fisher, los arqueólogos de la sociedad continúan buscando restos de embarcaciones naufragadas en aguas lejanas que nadie más tiene la visión o experiencia para encontrar. Actualmente están excavando una embarcación española de exploración del Siglo XVI conocida como St. John's Wreck. Este naufragio no perturbado ha producido ballestas, cañones y culatas de bombarda, cañones, un casco de conquistador, accesorios de embarcaciones y un par de compases de navegación de punta fija de bronce. Tras concluir la conservación en los laboratorios de la sociedad, muchos de estos extraordinarios artefactos formarán parte de la colección permanente.
"La sociedad representa la clara intención de guardar para la posterioridad lo que Mel Fisher ha encontrado", dijo el Dr. Gene Lyon. "Mucho tiempo después que viva cualquiera de los participantes, el significado cultural de las naves naufragadas será presentada en diversas exhibiciones de museo y publicaciones que contarán a la gente sobre el mundo de la navegación”.
Appoximadamente 200,000 personas al año visitan el museo de la sociedad para maravillarse ante los tesoros y artefactos recuperados por Mel Fisher y sus equipos y el triunfo del espíritu humano que representan sus descubrimientos.
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Re: LA HISTORIA DE MEL FISHER
Jue 14 Mayo 2009, 9:42 am
ESPERO Y LES AGRADE ESTA HISTORIA ES UN POCO EXTENSA PERO VALE LA PENA, LO K DICE ESTA HISTORIA ES LO K TODOS DESEAMOS
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- xxxxxxxxxxxxxExperto del Foro
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Re: LA HISTORIA DE MEL FISHER
Jue 14 Mayo 2009, 10:25 am
hola tatnai saludos muy buena la historia es el sueño que todos nosotros buscamos.
este buscador invirtio muchos años de su vida en una busqueda nosotros queremos invertir un fin de semana.
creo que se nesesita mucho tiempo de investigacion e inversion debemos tener una una historia real ya teniendola enfocarnos a una buena investigacion y seguro tendremos el exito esperado.
les deseo a todos mis compañeros del foro pronto obtengan su sueño un queso no importa que no sea muy grande pero que nos de satisfaccion saludos.
este buscador invirtio muchos años de su vida en una busqueda nosotros queremos invertir un fin de semana.
creo que se nesesita mucho tiempo de investigacion e inversion debemos tener una una historia real ya teniendola enfocarnos a una buena investigacion y seguro tendremos el exito esperado.
les deseo a todos mis compañeros del foro pronto obtengan su sueño un queso no importa que no sea muy grande pero que nos de satisfaccion saludos.
- ing de minasGran Experto del Foro
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Re: LA HISTORIA DE MEL FISHER
Jue 14 Mayo 2009, 12:40 pm
tienes toda la razon tocayo benigno.
Queremos nosotros en un fin de semana encontrar algo tremendamente fabuloso, porque NO ? no sabe uno la suerte que traiga la persona son muchas cosas.
Pero hay personas que tienen todo el tiempo del mundo para dedicarlo al 100% a este FABULOSO HOBBI y como ya tienen resuelto la cuestion economica pues tienen mas probabilidades de encontrar algo .
En cambio nosotros quiza todavia andemos con muchas ganas pero todavia hay prioridades...
excelente HISTORIA tatnai felicidades.....
ing de minas.
Queremos nosotros en un fin de semana encontrar algo tremendamente fabuloso, porque NO ? no sabe uno la suerte que traiga la persona son muchas cosas.
Pero hay personas que tienen todo el tiempo del mundo para dedicarlo al 100% a este FABULOSO HOBBI y como ya tienen resuelto la cuestion economica pues tienen mas probabilidades de encontrar algo .
En cambio nosotros quiza todavia andemos con muchas ganas pero todavia hay prioridades...
excelente HISTORIA tatnai felicidades.....
ing de minas.
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