- Jose JoaquinLíder de opinión.
- Cantidad de envíos : 79
Edad : 71
Localización : México, D.F.
Fecha de inscripción : 10/04/2014
Puntos : 3995
Y QUE SE SUELTAN LOS BALAZOS
Sáb 12 Jul 2014, 10:37 pm
Estimados compañeros, ésto que les narro nos pasó hace hace un poco mas de 40 años.
Estábamos a fines de noviembre y se organizó la salida a nuestra anual busca de venado en San Luis Potosí.
Salimos del D.F., al atardecer cuatro buenos amigos y después de cenar en San Luis de la Paz, llegamos de madrugada a Villa de Reyes; ya nos esperaban 4 o 5 amigos campesinos en la casa de uno de ellos, que serían, en el curso de una semana, nuestros compañeros y guías.
Después de la consabida planeación decidieron que iríamos a la parte derecha del llamado "Picacho" a un lugar que ellos conocen como "Mojonera Alta" subiendo por Bledos; en éste lugar se contrataron cuatro burros con sus dos arrieros, se acomodó toda la indumentaria y empezó la caminata de pura subida. Después de 7 horas, todos medio muertos de cansancio, llegamos por fin al lugar donde pondríamos el campamento; un lugar muy bonito, con mucho pino y un pequeño ojo de agua de donde nos abasteceríamos del necesario liquido.
Pusimos las casas de campaña, preparamos nuestras camas y después de una merecida cena de cecina asada acompañada de papas envueltas en papel aluminio metidas en las brasas, acompañados de una taza de café y hierbanis con un poco (o mucho) de brandy, nos retiramos a dormir.
Ya durante la subida nos había amenazado lluvia, la cual por fortuna no llegó, ya que a los burros les cuesta mucho trabajo subir por las piedras húmedas de las angostas veredas, pero por la noche se desataron truenos y rayos que nos hicieron pensar en un fuerte aguacero que tampoco llegó; pero he aquí que alguno de esos rayos provocó un incendio en la parte alta del cerro que teníamos en frente; como no íbamos a andar por ahí, el viento corría en sentido opuesto a donde estábamos y la lluvia era inminente, no nos preocupamos de ello, pero la lumbre se veía claramente quemando hierba y arboles secos, desde donde nosotros estábamos.
Transcurrió el siguiente día subiendo y bajando cerros y ya por la tarde nos juntamos de nuevo todo el grupo en el campamento y después de la consabida platica, cena y hierbanis, nos retiramos a dormir; la lumbre del incendio de enfrente ya no se apreciaba, sólo se alcanzaba a ver el brillo anaranjado de las brasas que había dejado.
Serían las 3 de la mañana cuando todos nos despertamos de nueva cuenta al escuchar muchas detonaciones que nos obligaron a salir de nuestro cálido lecho; primero pensamos, por la cantidad, que serían cohetes, pero después de afinar el oído concluimos que eran balazos, ¿pero de donde? quien? ¿en pleno monte? y lo principal ¿a quien? .... duró la balacera unos 5 minutos y después otra vez el silencio; dedujimos que venían de la parte alta donde había estado la lumbre, regresamos a nuestras camas y el cansancio nos llevo, aunque alterado, al reparador sueño.
Transcurrió la semana y el fin de la expedición; muy de mañana levantamos el campo, cargamos los burros y nos dispusimos a bajar de la sierra, pero uno de los arriadores y uno de nuestros guías decidieron bajar, para investigar, por el lado donde había estado la lumbre que era por donde se había escuchado el breve tiroteo de unos días antes; quedamos de verlos hasta abajo, en la casa de unos de nuestros acompañantes donde comeríamos.
Ya estábamos todos comiendo unas ricas gorditas de chicharrón, arroz con huevo, pollo en mole con unas tortillas hechas a mano, cuando llegaron los dos amigos enseñándonos varios casquillos y balas de rifle 7 mm que recogieron de donde había estado el incendio, también nos mostraron unas carrilleras pequeñas de cuero medio quemado para cinco balas, con una o dos balas tronadas, diciéndonos que habían encontrado también unos doscientos tiros regados sobre el pasto y leña quemada junto con restos de unas cajas de madera quemadas que estaban en un hoyo a unos 10 cm. de hondo que tenían unos números y al parecer un águila dibujada.
Lógicamente les preguntamos si no habían encontrado algo más, como rifles, pistolas o alguna otra cosa junto con ellas, diciendo, esa gente sencilla y sincera, que no; bueno, les dijimos, quizá fueron revolucionarios o bandidos los que las escondieron ahí.
Y ahí quedo la cosa, sin más; ya después, en otras ocasiones no preguntamos si volvieron al lugar.
Ojala les haya gustado la narración y si alguien del foro tiene antecedentes o idea del porque de ésto, pues aquí están los datos que les pueden servir.
Saludos compañeros y buena suerte
Estábamos a fines de noviembre y se organizó la salida a nuestra anual busca de venado en San Luis Potosí.
Salimos del D.F., al atardecer cuatro buenos amigos y después de cenar en San Luis de la Paz, llegamos de madrugada a Villa de Reyes; ya nos esperaban 4 o 5 amigos campesinos en la casa de uno de ellos, que serían, en el curso de una semana, nuestros compañeros y guías.
Después de la consabida planeación decidieron que iríamos a la parte derecha del llamado "Picacho" a un lugar que ellos conocen como "Mojonera Alta" subiendo por Bledos; en éste lugar se contrataron cuatro burros con sus dos arrieros, se acomodó toda la indumentaria y empezó la caminata de pura subida. Después de 7 horas, todos medio muertos de cansancio, llegamos por fin al lugar donde pondríamos el campamento; un lugar muy bonito, con mucho pino y un pequeño ojo de agua de donde nos abasteceríamos del necesario liquido.
Pusimos las casas de campaña, preparamos nuestras camas y después de una merecida cena de cecina asada acompañada de papas envueltas en papel aluminio metidas en las brasas, acompañados de una taza de café y hierbanis con un poco (o mucho) de brandy, nos retiramos a dormir.
Ya durante la subida nos había amenazado lluvia, la cual por fortuna no llegó, ya que a los burros les cuesta mucho trabajo subir por las piedras húmedas de las angostas veredas, pero por la noche se desataron truenos y rayos que nos hicieron pensar en un fuerte aguacero que tampoco llegó; pero he aquí que alguno de esos rayos provocó un incendio en la parte alta del cerro que teníamos en frente; como no íbamos a andar por ahí, el viento corría en sentido opuesto a donde estábamos y la lluvia era inminente, no nos preocupamos de ello, pero la lumbre se veía claramente quemando hierba y arboles secos, desde donde nosotros estábamos.
Transcurrió el siguiente día subiendo y bajando cerros y ya por la tarde nos juntamos de nuevo todo el grupo en el campamento y después de la consabida platica, cena y hierbanis, nos retiramos a dormir; la lumbre del incendio de enfrente ya no se apreciaba, sólo se alcanzaba a ver el brillo anaranjado de las brasas que había dejado.
Serían las 3 de la mañana cuando todos nos despertamos de nueva cuenta al escuchar muchas detonaciones que nos obligaron a salir de nuestro cálido lecho; primero pensamos, por la cantidad, que serían cohetes, pero después de afinar el oído concluimos que eran balazos, ¿pero de donde? quien? ¿en pleno monte? y lo principal ¿a quien? .... duró la balacera unos 5 minutos y después otra vez el silencio; dedujimos que venían de la parte alta donde había estado la lumbre, regresamos a nuestras camas y el cansancio nos llevo, aunque alterado, al reparador sueño.
Transcurrió la semana y el fin de la expedición; muy de mañana levantamos el campo, cargamos los burros y nos dispusimos a bajar de la sierra, pero uno de los arriadores y uno de nuestros guías decidieron bajar, para investigar, por el lado donde había estado la lumbre que era por donde se había escuchado el breve tiroteo de unos días antes; quedamos de verlos hasta abajo, en la casa de unos de nuestros acompañantes donde comeríamos.
Ya estábamos todos comiendo unas ricas gorditas de chicharrón, arroz con huevo, pollo en mole con unas tortillas hechas a mano, cuando llegaron los dos amigos enseñándonos varios casquillos y balas de rifle 7 mm que recogieron de donde había estado el incendio, también nos mostraron unas carrilleras pequeñas de cuero medio quemado para cinco balas, con una o dos balas tronadas, diciéndonos que habían encontrado también unos doscientos tiros regados sobre el pasto y leña quemada junto con restos de unas cajas de madera quemadas que estaban en un hoyo a unos 10 cm. de hondo que tenían unos números y al parecer un águila dibujada.
Lógicamente les preguntamos si no habían encontrado algo más, como rifles, pistolas o alguna otra cosa junto con ellas, diciendo, esa gente sencilla y sincera, que no; bueno, les dijimos, quizá fueron revolucionarios o bandidos los que las escondieron ahí.
Y ahí quedo la cosa, sin más; ya después, en otras ocasiones no preguntamos si volvieron al lugar.
Ojala les haya gustado la narración y si alguien del foro tiene antecedentes o idea del porque de ésto, pues aquí están los datos que les pueden servir.
Saludos compañeros y buena suerte
- PachitoGran Experto del Foro
- Cantidad de envíos : 8960
Edad : 49
Localización : Guaymas, Sonora, México
Frase Célebre : Los locos hacemos camino, que un dia aquellos que se hacen llamar cuerdos recorreran.
Fecha de inscripción : 10/08/2009
Puntos : 17628
Re: Y QUE SE SUELTAN LOS BALAZOS
Dom 13 Jul 2014, 12:38 am
Muy buena su narración compañero, esos tiros encontrados eran recientes del año en que les paso eso, o eran tiros ya viejos.
Esas cajas quemadas Debieron servir para guardar un dinerito no cree usted .
Saludos.
Esas cajas quemadas Debieron servir para guardar un dinerito no cree usted .
Saludos.
- Guerrero jaguarExperto del Foro
- Cantidad de envíos : 307
Edad : 40
Localización : Coroneo, Guanajuato, Mexico.
Frase Célebre : El azar favorece a la mente preparada.
Fecha de inscripción : 23/07/2012
Puntos : 4825
Re: Y QUE SE SUELTAN LOS BALAZOS
Dom 13 Jul 2014, 11:31 am
Muy probablemente eran las municones de algunos bandidos, despues de que las brazas elevaron la tempertura se detomaron lo peligroso que salen las famosas balas perdidas lo bueno que salieron ilesos. 5 minutos de balas perdidas esta peligroso. Si no volvieron por sus parque es probable que tambien hayan dejado sus tesoros no muy lejos.
_________________
Por la razón fuertes, por la verdad libres.
- Jose JoaquinLíder de opinión.
- Cantidad de envíos : 79
Edad : 71
Localización : México, D.F.
Fecha de inscripción : 10/04/2014
Puntos : 3995
Re: Y QUE SE SUELTAN LOS BALAZOS
Lun 14 Jul 2014, 8:04 pm
Pachito escribió:Muy buena su narración compañero, esos tiros encontrados eran recientes del año en que les paso eso, o eran tiros ya viejos.
Esas cajas quemadas Debieron servir para guardar un dinerito no cree usted .
Saludos.
Gracias por su comentario compañero Pachito; los tiros ya tenían las manchas de ser viejos igual que el cuero de las cartucheras.
Quiero suponer que junto con ellas podía haber, quizá no dinero, pero sí armas de esa época.
Saludos
- Jose JoaquinLíder de opinión.
- Cantidad de envíos : 79
Edad : 71
Localización : México, D.F.
Fecha de inscripción : 10/04/2014
Puntos : 3995
Re: Y QUE SE SUELTAN LOS BALAZOS
Lun 14 Jul 2014, 8:12 pm
Guerrero jaguar escribió:Muy probablemente eran las municones de algunos bandidos, despues de que las brazas elevaron la tempertura se detomaron lo peligroso que salen las famosas balas perdidas lo bueno que salieron ilesos. 5 minutos de balas perdidas esta peligroso. Si no volvieron por sus parque es probable que tambien hayan dejado sus tesoros no muy lejos.
Efectivamente compañero Guerrero Jaguar, el fuego hizo que detonaran, sin embargo como estábamos a unos 500 mts del lugar pues era muy improbable de que nos llegaran. Yo creo que lo guardado era sólo el parque, pero ????.
Saludos y gracias por su comentario.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.