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Patrimonio sumergido

jueves, 03 de diciembre de 2009

Patrimonio Cultural Subacuático Piden prevenir el robo de restos hundidos en costas iberoamericanas. English Un llamado para que los países iberoamericanos, entre ellos México, formen un frente común a fin de prevenir del expolio de los restos materiales sumergidos producto del trasiego marítimo que mantuvo el imperio español con sus reinos americanos, durante más de tres siglos, es el que hizo el doctor Fernando Serrano Mangas, uno de los pocos expertos a nivel mundial sobre la denominada Carrera de Indias, la ruta que seguían los barcos entre España y América. En su reciente visita a nuestro país donde impartió un par de conferencias, una de ellas en la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), el especialista de la Universidad de Extremadura, España, comentó que esta iniciativa, a modo de declaratoria, sería factible al amparo de la Convención sobre la Protección del Patrimonio Cultural Subacuático de la UNESCO. De firmarse una declaratoria sobre el tema —dijo—, “se estaría adquiriendo una obligación formal para la preservación de este patrimonio cultural, el cual es un bien de toda la humanidad. Por desgracia, en algunos casos, hablamos de restos de embarcaciones que son de interés para los buscadores de tesoros, pues cargaban con oro y plata al momento de hundirse”. Comentó que uno de los proyectos de investigación más ambiciosos referente a la Carrera de Indias, es el que desde hace 14 años encabeza el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta), bajo el título: La flota de la Nueva España. 1630-1631, que ha permitido recuperar —vía archivos— los pormenores sobre el naufragio de este convoy naviero. Cargada con la riqueza acumulada en tres años, la flota de la Nueva España naufragó en su tornaviaje en 1631, en el Golfo de México; entre las embarcaciones que la conformaban se encontraba la nave almiranta Nuestra Señora de Juncal, que ha merecido especial atención por parte de diversos investigadores. En su momento, ese siniestro repercutió en España debido a que dicha fortuna nunca se empleó en la política imperial. “La flota de 1631 que zarpó del Fuerte de San Juan de Ulúa, en Veracruz, llevaba el dinero de tres años; las flotillas anteriores nunca levaron anclas y cabe recordar que en 1628, la embarcación que iba a España con la plata mexicana fue interceptada por los holandeses”. De manera particular, se especula que la nave capitana, Santa Teresa; así como la almiranta Nuestra Señora del Juncal, “debían de llevar una cantidad enorme de dinero, en oro y plata”. Sin embargo —dijo enfático Serrano Mangas—, “el oro y la plata es lo de menos, lo verdaderamente importante es lo que la del Juncal, y quizás la Santa Teresa, en caso de aparecer, nos podrán ofrecer en términos de conocimiento del pasado, en virtud de que serían los únicos navíos pertenecientes a una flota, que no han sido expoliados”. “Nuestra Señora del Juncal representa un trozo del siglo XVII que yace en el fondo del mar, ahí están los huesos de la gente que se hundió, el oro, la plata, la porcelana que venía de China. Todo está in situ y eso es información para los arqueólogos subacuáticos, historiadores y otros expertos, datos que podrían perderse si interviene un buscador de tesoros”. “Creo que si aparece la nave del Juncal será un antes y un después en la cultura mexicana. Será una conmoción”, manifestó Fernando Serrano. Por su parte, Pilar Luna Erreguerena, subdirectora de Arqueología Subacuática del INAH, hizo hincapié en que desde hace tres años cuando México ratificó la Convención sobre la Protección del Patrimonio Cultural Subacuático de la UNESCO, éste ha derivado en un instrumento legal que obliga a no negociar con este legado. De ahí que de encontrar Nuestra Señora del Juncal, la cooperación entre España y México será importante considerando que ambos países están suscritos a dicha convención que entró en vigor a inicios de 2009, y siempre ponderando los aspectos científicos del hallazgo que permitirían un mayor conocimiento sobre tecnología naviera del siglo XVII, rutas de navegación, vida cotidiana, entre otros aspectos. “Hemos avanzado en determinar ciertas áreas en la Sonda de Campeche donde posiblemente se hallen los restos de Nuestra Señora del Juncal, pero son extensiones grandes. Los datos en documentos de la época no son precisos en términos de lo que hoy en día nos permite la tecnología como el Global Positioning System (GPS)”. Nuevos datos sobre el barco No obstante, Flor Trejo Rivera, coordinadora de la parte histórica del proyecto La flota de la Nueva España 1630-1631, lleva a cabo una relectura de los documentos resguardados en los archivos General de Indias, en Sevilla, España; General de la Nación, en la Ciudad de México; y en la Oficina del Historiador, en La Habana, Cuba. Por ejemplo, la investigadora encontró que meses después del naufragio, el entonces virrey Rodrigo Pacheco y Osorio mandó una expedición en busca de los restos de El Juncal, al mando de Martín de Vallecilla. Un documento que abre una nueva veta de estudio en el área delimitada. El doctor Serrano Mangas, abundó que 40 años después del accidente, un asentista llamado Diego de Florencia intentó localizar Nuestra Señora del Juncal, confiado en los recuerdos de algún o algunos de los 39 sobrevivientes. Sin embargo, no lo logró, “de haber sido así estaría reflejado en la documentación y no hay nada”. “Es lo más normal. Ese barco se perdió en mar abierto, en la noche, y para la tecnología de la época debió representar una tarea muy difícil”. Estos y otros datos nuevos serán incluidos en una versión corregida y aumentada del libro La flota de la Nueva España 1630-1631. Vicisitudes y naufragios (INAH, 2003), que se publicará a finales de 2010.

Modificado el ( viernes, 04 de diciembre de 2009 )

Una muy buena información para nosotros,respetamos la cultura y la historia,pero no estoy de acuerdo con el INAH.el generalizar y tachar a lo buscadores de tesoros.como saqueadores pues si el INAH nos respaldara y apoyara sus hallazgos en mar y en tierra serian mucho mas de los actuales.