La Piedra de Juluapan.

Visible desde cualquier punto del valle de Colima, la Piedra de Juluapan es un gigantesco monolito que ganó en tamaño e importancia por las leyendas tejidas en torno a él. Para ubicarlo hay que buscar el Cerro Grande, visible en el poniente del valle de Colima; en su extremo sur se encuentra el cerro Jurumpiche y sobre éste La Piedra, a la mitad de su ladera sur y casi en la cima del mismo.

Don Gregorio Torres Quintero narra en su libro Cuentos Colimotes la historia de un gran junco chino que naufragó en las costas de Colima, en un remotísimo pasado. El pasajero principal era el príncipe Wang Wei, al que el señor de Coliman (el Rey de Colimán), llamado Xi, brindó magnífico hospedaje. A Wang Weí le llamó la atención aquel peñasco, calificándolo de lugar digno para ser tumba de un rey. Volvió el príncipe a Oriente y regresó cargado de tesoros para Xi. Cuando el señor de Coliman murió, sus súbditos, recordando lo dicho por Wang Wei, lo sepultaron bajo la piedra, junto con su tesoro de jades y sedas orientales.

Menos elaborada y más popular es la leyenda que se cuenta sobre los supuestos tesoros que dejó escondidos el Indio Alonso en la cueva que existe en la base del monolito: un cofre lleno de joyas y taleguillas con monedas de 0ro y Plata, producto de sus fechorías.

Cuando bajo ciertas condiciones de luz se ve a la Piedra de Juluapan resaltar dorada contra lo verde del cerro, es fácil entender por qué ha despertado la imaginación en muchos. Lo que no es leyenda es que la cueva en su base crece, no por efecto de sortilegio, sino por la perseverancia de los buscadores de tesoros.

Visitar la Piedra de Juluapan es una excursión que vale la pena. Desde su cima se tiene la mejor panorámica del valle de Colima, y siempre existirá la esperanza de toparse con una joya china, o al menos con un peso de plata o alguna moneda de oro. La empresa no es para todos, pues exige una caminata cuesta arriba que no es peligrosa, pero si difícil, por lo escarpado del terreno y lo tupido de la vegetación. Se recomienda llevar un guía, que puede contratarse en el pueblo de Juluapan, al pie del cerro.


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