Carta al Gral. Jesús Gzz. Ortega sobre una mina (1863)

Sr. General D. Jesus Gonzalez Ortega
Guanajuato, Julio 5 de 1863.

Mi amadísimo Sr. General.
Con esta son dos veces que me he tomado la franqueza
de dirijir a U. mis letras, y no me arrepiento de hacerlo,
por que sé que le sobra á U. indulgencia para disculparme.
Hoy lo hago escitado de dos razones: la primera y esencial
darle á U. el pésame por el terrible acontecimiento del ran-
cho de San Pedro, de que resultó la muerte del virtuoso
á la par que valiente general D. Ygnacio de la Llave:
pérdida irreparable que la sentimos los buenos mejicanos
con un verdadero dolor; tanto mas, cuanto que fué de la
manera mas infame y traidora; y lo siento mucho
tambien por haber sido en terrenos del Estado á que
pertenezco y por sus mismos soldados. tropa insu-
bordinada y perversa que espero en Dios será castigada
de la manera mas cruenta; porque ha hecho un
mal incalculable y dado un escándalo inaudito, en
una época en que el honor de nuestros soldados no debía
desmerecer en nada, y debían dar mil ejemplos de su-
bordinación y patriotismo.
La otra razon que me estimuló para dirijir á U. mis
letras es la siguiente, que aunque parezca una simple-
za, pudiera ser de alguna utilidad á la defensa de nues-
tra independencia. Soy dueño de una mina entera-
mente nuevecita, ubicada en el mineral de Villalpando
cerca de esta capital; es de oro y plata y de regular ley.

Suspendí los trabajos de esta mina el año de 59 á
Causa de las persecuciones que sufrí por la reaccion,
al grado de quedar como aún estoy enteramente arrui-
nado, y desde esa época solo he procurado conservar mi
propiedad amparándola, esperando hacerme de algunos
recursos; pero creo que no será facil lograrlo porque se aproc-
siman mucho á lo que parece los acontecimientos.
Cuatro ó cinco mil pesos de capital sobran para hacer
Esta mina muy productiva y á lo mas tarde dentro de
Cuatro meses daria un bonito recurso al erario nacional
Para ayuda de la guerra. Hay tambien aquí un hombre
bastante honrado que pudiera encargarse, tal vez sin esti-
pendio alguno, de tener cuidado de sus trabajos y que presta
todas las garantias, apetecibles; este hombre es el Cónsul
Ynglés, el Sr. D. Juan Glars, bastante rico, y bajo su protec-
cion, no daría cuidado que hubiera bonanza en la mina por
que el Pabellon inglés la protegeria de la intervencion fran-
cesa. Los productos de esta mina serian muy favorables
al Supremo Gobierno y el sacrificio para su fondo es muy
pequeño y tengo el gusto de ponerla á disposicion del mis-
mo Supremo Gobierno, hasta el dia en que háyamos conso-
lidado nuestra independencia y nuestra paz ó cuando el
Supremo Gobierno lo tenga á bien devolvérmela; en el con
cepto de que ofrezco desempeñar su direccion práctica,
la que poseo con alguna perfeccion, tan solo con que se me dé
un auxilio de quince pesos semanarios para mantener
mi numerosa familia.
Si S. E. el Sr. Presidente acepta mi ofrecimiento será
un dia de verdadera gloria para mi, en el concepto
de que apuraré toda mi inteligencia para hacerla
productiva contando con la voluntad de la Divina
Providencia.
Hágame U. la gracia de hacerle esta invitacion

si ofrecimiento al Sr. Presidente, y si no le es á U.
molesto dirijirme sus letras por contestación en
lo que recibirá una señalada gracia el último
de vuestros servidores que su vida y salud desea
y atto.
B.SS.MM.

Albino Chagoyan

Cristhian Chagoyan escribió:Hola a todos¡¡¡
Soy nuevo en el foro y nuevo en el asunto de los tesoros, aunque siempre he tenido un nato interés por las antiguedades. 
Albino Chagoyán fue padre de mi Tatarabuelo y siempre tuvimos la sospecha de un tesoro familiar, por historias transmitidas de generación en generación, incluso existió el mapa el cual nunca conocí; tal vez sea posible que la Hacienda de Villalpando haya sido propiedad de Albino y a los alrededores encontrar una pista sobre dicho tesoro.
Saludos