Las 99 monedas de Oro.
+7
dark_crow
eros martz perrault
moreno
Manuel R. V.
chefpastisiere
Wayngro
romel505
11 participantes
- romel505Moderador
- Cantidad de envíos : 2996
Edad : 51
Localización : Jalisco (ajaaaaiii)
Frase Célebre : Es mas facil encontrar las moronas que el Queso.
Fecha de inscripción : 14/03/2008
Puntos : 12188
Las 99 monedas de Oro.
Mar 15 Jun 2010, 2:45 pm
Había una vez un rey muy triste que tenía un sirviente, que como todo
sirviente de rey triste, era muy feliz. Todas las mañanas llegaba a
traer el desayuno y despertaba al rey cantando y tarareando alegres
canciones de juglares. Una sonrisa se dibujaba en su distendida cara y
su actitud para con la vida era siempre serena y alegre.
Un día el rey lo mandó a llamar.
-Paje- le dijo- ¿cuál es el secreto?
-¿Qué secreto, Majestad?
-¿Cuál es el secreto de tu alegría?
- No hay ningún secreto, Alteza.
- No me mientas, paje. He mandado a cortar cabezas por ofensas
menores que una mentira.
- No le miento, Alteza, no guardo ningún secreto.
-¿Por qué estás siempre alegre y feliz? ¿Eh? ¿Por qué?
- Majestad, no tengo razones para estar triste. Su Alteza me honra
permitiéndome atenderlo. Tengo mi esposa y mis hijos viviendo en la casa
que la Corte nos ha asignado, somos vestidos y alimentados y además su
Alteza me premia de vez en cuando con algunas monedas para darnos
algunos gustos, ¿cómo no he de estar feliz?
- Si no me dices ya mismo el secreto, te haré decapitar -dijo el rey.
Nadie puede ser feliz por esas razones que has dado.
- Pero, Majestad, no hay secreto. Nada me gustaría más que
complacerlo, pero no hay nada que yo este ocultando… -¡Vete, vete antes
de que llame al verdugo!
El sirviente sonrió, hizo una reverencia y salió de la habitación. El
rey estaba como loco. No consiguió explicarse como el paje estaba feliz
viviendo de prestado, usando ropa usada y alimentándose de las sobras
de los cortesanos. Cuando se calmó, llamó al más sabio de sus asesores y
le contó su conversación de la mañana.
-¿Por qué él es feliz?
- Ah, Majestad, lo que sucede es que el está fuera del círculo.
-¿Fuera del círculo?
- Así es.
-¿Y eso es lo que lo hace feliz?
- No Majestad, eso es lo que no lo hace infeliz.
-A ver si entiendo, estar en el círculo te hace infeliz.
- Así es.
-¿Y cómo salió?
-¡Nunca entró!
-¿Qué círculo es ese?
- El círculo del 99.
- Verdaderamente, no te entiendo nada.
- La única manera para que entendieras, sería mostrártelo en los
hechos.
-¿Cómo?
- Haciendo entrar a tu paje en el círculo.
- Eso, obliguémoslo a entrar.
- No, Alteza, nadie puede obligar a nadie a entrar en el círculo.
- Entonces habrá que engañarlo.
- No hace falta, Su Majestad. Si le damos la oportunidad, el entrará
solito, solito.
-¿Pero el no se dará cuenta de que eso es su infelicidad?
- Sí se dará cuenta.
- Entonces no entrará.
- No lo podrá evitar.
-¿Dices que él se dará cuenta de la infelicidad que le causará entrar
en ese ridículo círculo, y de todos modos entrará en el y no podrá
salir?
- Tal cual. Majestad, ¿estás dispuesto a perder un excelente
sirviente para poder entender la estructura del círculo?
- Sí
- Bien, esta noche le pasaré a buscar. Debe tener preparada una bolsa
de cuero con 99 monedas de oro, ni una más ni una menos. ¡99!
-¿Qué más? ¿Llevo los guardias por si acaso?
- Nada más que la bolsa de cuero. Majestad, hasta la noche.
- Hasta la noche.
Así fue. Esa noche, el sabio pasó a buscar al rey. Juntos se
escurrieron hasta los patios del palacio y se ocultaron junto a la casa
del paje. Allí esperaron el alba. Cuando dentro de la casa se encendió
la primera vela, el hombre sabio agarró la bolsa y le pinchó un papel
que decía:
“Este tesoro es tuyo. Es el premio por ser un buen hombre. Disfrútalo y
no cuentes a nadie como lo encontraste.”
Luego ató la bolsa con el papel en la puerta del sirviente, golpeo y
volvió a esconderse. Cuando el paje salió, el sabio y el rey espiaban
desde atrás de unas plantas lo que sucedía.
El sirviente vio la bolsa, leyó el papel, agitó la bolsa y al
escuchar el sonido metálico se estremeció, apretó la bolsa contra el
pecho, miró hacia todos lados de la puerta, y se arrimaron a la ventana
para ver la escena. El sirviente había tirado todo lo que había sobre la
mesa y dejado solo la vela. Se había sentado y había vaciado el
contenido en la mesa. Sus ojos no podían creer lo que veían.
¡Era una montaña de monedas de oro! Él, que nunca había tocado una de
estas monedas, tenía hoy una montaña de ellas para él. El paje las
tocaba y amontonaba, las acariciaba y hacia brillar la luz de a vela
sobre ellas. Las juntaba y desparramaba, hacía pilas de monedas. Así,
jugando y jugando empezó a hacer pilas de 10 monedas.
Una pila de diez, dos pilas de diez, tres pilas, cuatro, cinco,
seis…y mientras sumaba 10, 20, 30, 40, 50, 60…. hasta que formó la
última pila: 9 monedas !!! Su mirada recorrió la mesa primero, buscando
una moneda más. Luego el piso y finalmente la bolsa. “No puede ser”,
pensó. Puso la última pila al lado de las otras y confirmó que era más
baja.
¡Me robaron -gritó- me robaron, malditos!! Una vez más buscó en la
mesa, en el piso, en la bolsa, en sus ropas, vació sus bolsillos, corrió
los muebles, pero no encontró lo que buscaba. Sobre la mesa, como
burlándose de él, una montañita resplandeciente le recordaba que había
99 monedas de oro “sólo 99″. “99 monedas, es mucho dinero”, pensó. Pero
me falta una moneda. Noventa y nueve no es un número completo -pensaba-
cien es un número completo pero noventa y nueve, no.
El rey y su asesor miraban por la ventana. La cara del paje ya no era
la misma, estaba con el ceño fruncido y los rasgos tiesos, los ojos se
habían vuelto pequeños y arrugados y la boca mostraba un horrible gesto,
por el que se asomaban los dientes. El sirviente guardó las monedas en
la bolsa y mirando para todos lados para ver si alguien de la casa lo
veía, escondió la bolsa entre la leña. Luego tomó papel y pluma y se
sentó a hacer cálculos. ¿Cuánto tiempo tendría que ahorrar el sirviente
para comprar su moneda número cien? Todo el tiempo hablaba solo, en voz
alta.
Estaba dispuesto a trabajar duro hasta conseguirla. Después quizás no
necesitara trabajar más. Con cien monedas de oro, un hombre puede dejar
de trabajar. Con cien monedas de oro un hombre es rico. Con cien
monedas se puede vivir tranquilo.
Sacó el cálculo. Si trabajaba y ahorraba su salario y algún dinero
extra que recibía, en once o doce años juntaría lo necesario. “Doce años
es mucho tiempo”, pensó. Quizás pudiera pedirle a su esposa que buscara
trabajo en el pueblo por un tiempo. Y él mismo, después de todo, él
terminaba su tarea en palacio a las cinco de la tarde, podría trabajar
hasta la noche y recibir alguna paga extra por ello. Sacó las cuentas:
sumando su trabajo en el pueblo y el de su esposa, en siete años
reuniría el dinero. ¡Era demasiado tiempo!!!
Quizás pudiera llevar al pueblo lo que quedaba de comidas todas las
noches y venderlo por unas monedas. De hecho, cuanto menos comieran, más
comida habría para vender… Vender… Vender… Estaba haciendo calor.
¿Para qué tanta ropa de invierno? ¿Para qué más de un par de zapatos?
Era un sacrificio, pero en cuatro años de sacrificios llegaría a su
moneda cien.
El rey y el sabio, volvieron al palacio. El paje había entrado en el
círculo del 99…
Durante los siguientes meses, el sirviente siguió sus planes tal como
se le ocurrieron aquella noche. Una mañana, el paje entró a la alcoba
real golpeando las puertas, refunfuñando de pocas pulgas.
-¿Qué te pasa?- preguntó el rey de buen modo.
- Nada me pasa, nada me pasa.
- Antes, no hace mucho, reías y cantabas todo el tiempo.
- Hago mi trabajo, ¿no? ¿Qué querría su Alteza, que fuera su bufón y
su juglar también?
No pasó mucho tiempo antes de que el rey despidiera al sirviente por
no mandarlo a decapitar . No era agradable tener un paje que estuviera
siempre de tan mal humor.
Autor : anonimo , extraido de internet
Las personas se pasan toda su vida buscando la felicidad absoluta , una
felicidad de cuentos de hadas muy parecida a la que Disney creo en la
mente de muchos.
Pero la realidad es que la felicidad se compone de momentos ,
momentos que muchas veces se pierden por creer que la felicidad te la
puede dar el dinero , lo material u otro ser humano.
aunque a veces pasamos por cosas terribles y creemos que la
felicidad no existe ,debemos entender que así como la felicidad se
compone de momentos , las cosas malas que nos pasan también solo duraran
momentos ,momentos que pasaran con el trascurrir del tiempo y que
depende de nosotros si dejamos que esos malos momentos , nos roben los
buenos momentos de felicidad que en esta vida podamos encontrar.
sirviente de rey triste, era muy feliz. Todas las mañanas llegaba a
traer el desayuno y despertaba al rey cantando y tarareando alegres
canciones de juglares. Una sonrisa se dibujaba en su distendida cara y
su actitud para con la vida era siempre serena y alegre.
Un día el rey lo mandó a llamar.
-Paje- le dijo- ¿cuál es el secreto?
-¿Qué secreto, Majestad?
-¿Cuál es el secreto de tu alegría?
- No hay ningún secreto, Alteza.
- No me mientas, paje. He mandado a cortar cabezas por ofensas
menores que una mentira.
- No le miento, Alteza, no guardo ningún secreto.
-¿Por qué estás siempre alegre y feliz? ¿Eh? ¿Por qué?
- Majestad, no tengo razones para estar triste. Su Alteza me honra
permitiéndome atenderlo. Tengo mi esposa y mis hijos viviendo en la casa
que la Corte nos ha asignado, somos vestidos y alimentados y además su
Alteza me premia de vez en cuando con algunas monedas para darnos
algunos gustos, ¿cómo no he de estar feliz?
- Si no me dices ya mismo el secreto, te haré decapitar -dijo el rey.
Nadie puede ser feliz por esas razones que has dado.
- Pero, Majestad, no hay secreto. Nada me gustaría más que
complacerlo, pero no hay nada que yo este ocultando… -¡Vete, vete antes
de que llame al verdugo!
El sirviente sonrió, hizo una reverencia y salió de la habitación. El
rey estaba como loco. No consiguió explicarse como el paje estaba feliz
viviendo de prestado, usando ropa usada y alimentándose de las sobras
de los cortesanos. Cuando se calmó, llamó al más sabio de sus asesores y
le contó su conversación de la mañana.
-¿Por qué él es feliz?
- Ah, Majestad, lo que sucede es que el está fuera del círculo.
-¿Fuera del círculo?
- Así es.
-¿Y eso es lo que lo hace feliz?
- No Majestad, eso es lo que no lo hace infeliz.
-A ver si entiendo, estar en el círculo te hace infeliz.
- Así es.
-¿Y cómo salió?
-¡Nunca entró!
-¿Qué círculo es ese?
- El círculo del 99.
- Verdaderamente, no te entiendo nada.
- La única manera para que entendieras, sería mostrártelo en los
hechos.
-¿Cómo?
- Haciendo entrar a tu paje en el círculo.
- Eso, obliguémoslo a entrar.
- No, Alteza, nadie puede obligar a nadie a entrar en el círculo.
- Entonces habrá que engañarlo.
- No hace falta, Su Majestad. Si le damos la oportunidad, el entrará
solito, solito.
-¿Pero el no se dará cuenta de que eso es su infelicidad?
- Sí se dará cuenta.
- Entonces no entrará.
- No lo podrá evitar.
-¿Dices que él se dará cuenta de la infelicidad que le causará entrar
en ese ridículo círculo, y de todos modos entrará en el y no podrá
salir?
- Tal cual. Majestad, ¿estás dispuesto a perder un excelente
sirviente para poder entender la estructura del círculo?
- Sí
- Bien, esta noche le pasaré a buscar. Debe tener preparada una bolsa
de cuero con 99 monedas de oro, ni una más ni una menos. ¡99!
-¿Qué más? ¿Llevo los guardias por si acaso?
- Nada más que la bolsa de cuero. Majestad, hasta la noche.
- Hasta la noche.
Así fue. Esa noche, el sabio pasó a buscar al rey. Juntos se
escurrieron hasta los patios del palacio y se ocultaron junto a la casa
del paje. Allí esperaron el alba. Cuando dentro de la casa se encendió
la primera vela, el hombre sabio agarró la bolsa y le pinchó un papel
que decía:
“Este tesoro es tuyo. Es el premio por ser un buen hombre. Disfrútalo y
no cuentes a nadie como lo encontraste.”
Luego ató la bolsa con el papel en la puerta del sirviente, golpeo y
volvió a esconderse. Cuando el paje salió, el sabio y el rey espiaban
desde atrás de unas plantas lo que sucedía.
El sirviente vio la bolsa, leyó el papel, agitó la bolsa y al
escuchar el sonido metálico se estremeció, apretó la bolsa contra el
pecho, miró hacia todos lados de la puerta, y se arrimaron a la ventana
para ver la escena. El sirviente había tirado todo lo que había sobre la
mesa y dejado solo la vela. Se había sentado y había vaciado el
contenido en la mesa. Sus ojos no podían creer lo que veían.
¡Era una montaña de monedas de oro! Él, que nunca había tocado una de
estas monedas, tenía hoy una montaña de ellas para él. El paje las
tocaba y amontonaba, las acariciaba y hacia brillar la luz de a vela
sobre ellas. Las juntaba y desparramaba, hacía pilas de monedas. Así,
jugando y jugando empezó a hacer pilas de 10 monedas.
Una pila de diez, dos pilas de diez, tres pilas, cuatro, cinco,
seis…y mientras sumaba 10, 20, 30, 40, 50, 60…. hasta que formó la
última pila: 9 monedas !!! Su mirada recorrió la mesa primero, buscando
una moneda más. Luego el piso y finalmente la bolsa. “No puede ser”,
pensó. Puso la última pila al lado de las otras y confirmó que era más
baja.
¡Me robaron -gritó- me robaron, malditos!! Una vez más buscó en la
mesa, en el piso, en la bolsa, en sus ropas, vació sus bolsillos, corrió
los muebles, pero no encontró lo que buscaba. Sobre la mesa, como
burlándose de él, una montañita resplandeciente le recordaba que había
99 monedas de oro “sólo 99″. “99 monedas, es mucho dinero”, pensó. Pero
me falta una moneda. Noventa y nueve no es un número completo -pensaba-
cien es un número completo pero noventa y nueve, no.
El rey y su asesor miraban por la ventana. La cara del paje ya no era
la misma, estaba con el ceño fruncido y los rasgos tiesos, los ojos se
habían vuelto pequeños y arrugados y la boca mostraba un horrible gesto,
por el que se asomaban los dientes. El sirviente guardó las monedas en
la bolsa y mirando para todos lados para ver si alguien de la casa lo
veía, escondió la bolsa entre la leña. Luego tomó papel y pluma y se
sentó a hacer cálculos. ¿Cuánto tiempo tendría que ahorrar el sirviente
para comprar su moneda número cien? Todo el tiempo hablaba solo, en voz
alta.
Estaba dispuesto a trabajar duro hasta conseguirla. Después quizás no
necesitara trabajar más. Con cien monedas de oro, un hombre puede dejar
de trabajar. Con cien monedas de oro un hombre es rico. Con cien
monedas se puede vivir tranquilo.
Sacó el cálculo. Si trabajaba y ahorraba su salario y algún dinero
extra que recibía, en once o doce años juntaría lo necesario. “Doce años
es mucho tiempo”, pensó. Quizás pudiera pedirle a su esposa que buscara
trabajo en el pueblo por un tiempo. Y él mismo, después de todo, él
terminaba su tarea en palacio a las cinco de la tarde, podría trabajar
hasta la noche y recibir alguna paga extra por ello. Sacó las cuentas:
sumando su trabajo en el pueblo y el de su esposa, en siete años
reuniría el dinero. ¡Era demasiado tiempo!!!
Quizás pudiera llevar al pueblo lo que quedaba de comidas todas las
noches y venderlo por unas monedas. De hecho, cuanto menos comieran, más
comida habría para vender… Vender… Vender… Estaba haciendo calor.
¿Para qué tanta ropa de invierno? ¿Para qué más de un par de zapatos?
Era un sacrificio, pero en cuatro años de sacrificios llegaría a su
moneda cien.
El rey y el sabio, volvieron al palacio. El paje había entrado en el
círculo del 99…
Durante los siguientes meses, el sirviente siguió sus planes tal como
se le ocurrieron aquella noche. Una mañana, el paje entró a la alcoba
real golpeando las puertas, refunfuñando de pocas pulgas.
-¿Qué te pasa?- preguntó el rey de buen modo.
- Nada me pasa, nada me pasa.
- Antes, no hace mucho, reías y cantabas todo el tiempo.
- Hago mi trabajo, ¿no? ¿Qué querría su Alteza, que fuera su bufón y
su juglar también?
No pasó mucho tiempo antes de que el rey despidiera al sirviente por
no mandarlo a decapitar . No era agradable tener un paje que estuviera
siempre de tan mal humor.
Autor : anonimo , extraido de internet
Las personas se pasan toda su vida buscando la felicidad absoluta , una
felicidad de cuentos de hadas muy parecida a la que Disney creo en la
mente de muchos.
Pero la realidad es que la felicidad se compone de momentos ,
momentos que muchas veces se pierden por creer que la felicidad te la
puede dar el dinero , lo material u otro ser humano.
aunque a veces pasamos por cosas terribles y creemos que la
felicidad no existe ,debemos entender que así como la felicidad se
compone de momentos , las cosas malas que nos pasan también solo duraran
momentos ,momentos que pasaran con el trascurrir del tiempo y que
depende de nosotros si dejamos que esos malos momentos , nos roben los
buenos momentos de felicidad que en esta vida podamos encontrar.
_________________
Equipo que uso:
Observacion,
pasciencia y
accion.
- WayngroVoz de la Experiencia
- Cantidad de envíos : 148
Edad : 53
Localización : Mexico
Frase Célebre : Nada sucede en tu vida, hasta que tu lo decidas
Fecha de inscripción : 14/12/2009
Puntos : 5675
Re: Las 99 monedas de Oro.
Mar 15 Jun 2010, 3:33 pm
Muy buena historia, Hay quienes posponen su felicidad hasta obtener cierto logro diciendo: yo voy a ser feliz hasta que sea millonario, yo voy a ser feliz hasta que me saque la lotería, yo voy a ser feliz hasta que logre esto y asi posponemos la felicidad dejando pasar el tiempo y esos logro o nunca llegaron o cuando llegaron nos damos cuenta que esa no es la felicidad.
Lo importante es vivir día con día saboreando todo lo maravilloso que trae cada día, tus hijos, tu esposa, tu familia, tus seres queridos, la salud que gozas etc...
Se feliz hoy!
Saludos
Wayngro
Lo importante es vivir día con día saboreando todo lo maravilloso que trae cada día, tus hijos, tu esposa, tu familia, tus seres queridos, la salud que gozas etc...
Se feliz hoy!
Saludos
Wayngro
Re: Las 99 monedas de Oro.
Mar 15 Jun 2010, 4:58 pm
MUY BONITA HISTORIA FELICIDADES.
LO QUE HACE EL DINERO.
LO QUE HACE EL DINERO.
- Manuel R. V.Experto del Foro
- Cantidad de envíos : 510
Edad : 57
Localización : Estado de Mexico
Frase Célebre : "Quien tiene la Fortaleza de Buscar tiene la Dicha de Encontrar"
Fecha de inscripción : 12/05/2010
Puntos : 6074
Re: Las 99 monedas de Oro.
Miér 16 Jun 2010, 12:10 am
Muy buena historia , para reflexionar,
Hace falta plantearnos de vez en cuando, en dònde radica nuestra felicidad?
Buen punto de vista de Wayngro, Gracias a Romel por compartir la historia.
Saludos, Manuel R.V.
Hace falta plantearnos de vez en cuando, en dònde radica nuestra felicidad?
Buen punto de vista de Wayngro, Gracias a Romel por compartir la historia.
Saludos, Manuel R.V.
- morenoExperto del Foro
- Cantidad de envíos : 343
Edad : 55
Localización : Hidalgo
Frase Célebre : el que persevera alcanza
Fecha de inscripción : 01/10/2008
Puntos : 6368
Re: Las 99 monedas de Oro.
Miér 16 Jun 2010, 12:28 pm
Que tal Romel
Gracias y felicidades, por ese relato que nos hace reflexionar, y lo peor de todo esto cuando buscamos a toda costa algo y si no sale como nosotros queremos, quedamos frustrados y de paso afectamos a los que nos rodean a nuestra querida familia y como padres tambien debemos proveer ademas del alimento la alegria a nuestro hogar y no la infelicidad.
Para muestra un boton preguntemosle a un multimillonario, a ver si es feliz y nos llevaremos el chasco de que la felicidad no radica en el dinero. Seamos felices con lo que tenemos, contamos y si Dios nos permite la oportunidad de prosperar economicamente tengamos la humildad y sencillez de servir a otros, ayudar a otros a medida de las posibiladades.
Con todo respeto:
Un saludo
Nacho moreno
Gracias y felicidades, por ese relato que nos hace reflexionar, y lo peor de todo esto cuando buscamos a toda costa algo y si no sale como nosotros queremos, quedamos frustrados y de paso afectamos a los que nos rodean a nuestra querida familia y como padres tambien debemos proveer ademas del alimento la alegria a nuestro hogar y no la infelicidad.
Para muestra un boton preguntemosle a un multimillonario, a ver si es feliz y nos llevaremos el chasco de que la felicidad no radica en el dinero. Seamos felices con lo que tenemos, contamos y si Dios nos permite la oportunidad de prosperar economicamente tengamos la humildad y sencillez de servir a otros, ayudar a otros a medida de las posibiladades.
Con todo respeto:
Un saludo
Nacho moreno
- eros martz perraultVoz de la Experiencia
- Cantidad de envíos : 146
Edad : 51
Localización : calgary,canada..
Frase Célebre : cuando te toca,aunque te quites,y cuando no,aunque te pongas.
Fecha de inscripción : 08/06/2009
Puntos : 5828
Re: Las 99 monedas de Oro.
Jue 17 Jun 2010, 12:29 am
por pensar como ser felices,se olvidan de disfrutar la vida misma....ironias de la vida...
- dark_crowLíder de opinión.
- Cantidad de envíos : 95
Edad : 41
Localización : san cristobal de las casas, chiapas, mexico
Frase Célebre : "NADA ESTA MUERTO HASTA QUE LO ENTIERRAS"
Fecha de inscripción : 21/04/2010
Puntos : 5445
Re: Las 99 monedas de Oro.
Jue 17 Jun 2010, 12:37 am
Mmm ya lo dice el dicho dinero llama a dinero, jeje el dinero y el poder corrompen, saludos y felices prospecciones :-D
- Don CletoExperto del Foro
- Cantidad de envíos : 272
Edad : 66
Localización : Juchipila, Zac.
Frase Célebre : sòlo a los tontos les va mal.
Fecha de inscripción : 05/04/2010
Puntos : 5701
Re: Las 99 monedas de Oro.
Jue 17 Jun 2010, 10:48 pm
je, kje, je, je, no le hace que me corrompa un poquito, y aunque no encuentre la moneda que falta, con un buen puñado de ellas bastarà, pero mientras llegan disfruto cada minuto de mi vida, y si no llegan, de todos modos, lo bailado quièn me lo quitarà, animo! buscadores de tesoros, cuantos de estos hemos dejado ir, porque nuestra meta es un baùl lleno de monedas de oro,y dejamos de ver las riquezas que Dios nos pone enfrente, abran los ojos y vean a su alrededor, un bello amanecer, la sonrisa de un niño, una flor, una gota de rocìo, en fin, todo lo que tenemos alrededor. abrazos para todos.
- TORTUGUEROLíder de opinión.
- Cantidad de envíos : 99
Edad : 58
Frase Célebre : ENCONTRAR UN TESORO A VECES NO ES CUESTION DE SUERTE
Fecha de inscripción : 20/05/2010
Puntos : 5413
Re: Las 99 monedas de Oro.
Vie 18 Jun 2010, 7:19 pm
EXELENTE HISTORIA, LA VERDAD QUIZAS ESTEMOS ATRAS DE UN GRAN TESORO Y SOMOS FELICES AL ENCONTRAR MONEDAS QUE A VECES NOS LA PAGARAN POR KILOS, YA QUE SU VALOR POR EL METAL SOLO DE ESTA MANERA NOS LAS PUEDEN COMPRAR, ESTA FELICIDAD SE LOGRA CUANDO VAMOS DE PASEO CON LA FAMILIA, POR EJEMPLO A LA PLAYA O AL VISITAR A ALGUN FAMILIAR FUERA DE LA CIUDAD Y LLEVAMOS EL EQUIPO PERO SOLO POR ESTAR REUNIDOS CON ELLA, Y QUE A VECES ES NECESARIO QUE AMIGOS NOS ACOMPAÑEN CUANDO SE TRATA DE ALGO MAS SERIO Y QUE IMPLICA EL QUEDARNOS EN DONDE VAMOS A PROSPECTAR Y ES LA EMOCION AUNQUE SOLO ENCONTREMOS UN MONTON DE HUESOS Y NADA DE METAL.
Re: Las 99 monedas de Oro.
Dom 27 Jun 2010, 3:57 pm
Esperamos todos que cuando se nos de la fortuna de un buen hallazgo sepamos controlar nuestros pensamientos y sentimientos solo asi podremos disfrutar de nuestros hallazgos al maximo el dinero es un mal necesario,el dinero no es el problema si la persona que lo posea,si lo tengo y no lo uso es lo mismo que tener algo sin valor.
- marcel yibirinVoz de la Experiencia
- Cantidad de envíos : 179
Edad : 62
Localización : 04147708116 venezuela
Frase Célebre : EL QUE BUSCA ENCUENTRA ,PIDE Y SE TE DARAN LOS COSAS
Fecha de inscripción : 27/04/2009
Puntos : 5885
Re: Las 99 monedas de Oro.
Dom 27 Jun 2010, 8:46 pm
exelente, historia,asi pasa ,pero de algo hay que estar seguro,de que nadie se lleva nada todo se queda ha qui, todo sale de la terra y luego regreza a la tierra. saludos a todos
- Don CletoExperto del Foro
- Cantidad de envíos : 272
Edad : 66
Localización : Juchipila, Zac.
Frase Célebre : sòlo a los tontos les va mal.
Fecha de inscripción : 05/04/2010
Puntos : 5701
Re: Las 99 monedas de Oro.
Dom 27 Jun 2010, 11:43 pm
hola, desde que sale de la tierra hasta que regresa, esta aquì, y no creo que sea justo ver pasar las cosas, Dios no creò el mundo para que lo vièramos pasar, hasta vean en la Biblia, en el Gènesis no dice ---y Dios creò .... y viò que era bueno y.... sucesivamente creò todo y al final creò al hombre y lo puso en medio de todo lo que habìa creado, de todas las cosas, plantas animales etc, para que se sirviera de ellas y las usara para su provecho,es como si compraras un carro del año y lo estacionaras frente a tu casa sin usarlo hasta que se pudriera, - eso no manda Dios.- creo que mientras aproveches justamente las cosas terrenales no estàs haciendo mal, asì que compas, pues hay que seguir buscando tesoros, arriba y abajo de la tierra , quien quite y mientras estemos aquì hallemos algo y lo podamos disfutar sanamente, despuès, Dios Dirà.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.