- carabinoIdentidad Certificada
- Cantidad de envíos : 1134
Edad : 71
Localización : Poncitlan Jalisco
Fecha de inscripción : 06/04/2010
Puntos : 7100
El Tesoro de los Jesuitas
Mar 22 Jun 2010, 1:25 pm
El tesoro de los Jesuitas
Existen innumerables leyendas sobre tesoros en Coahuila, donde algunos pocos han sido encontrados y la gran mayoría han quedado en “leyendas”, algunas de éstas rayan a veces en lo absurdo o en lo imposible, como el caso del tesoro de los jesuitas, donde es muy difícil que sea verdad lo que se ha dicho sobre el famoso tesoro, aunque existe una referencia por escrito y un mapa de localización.
La leyenda dice que cuando los jesuitas de Parras abandonaron esa población debido a su expulsión, lo hicieron por el desierto coahuilense cargados de riquezas que sobrarían para pagar la deuda nacional. Riqueza que se dice, amasaron a través de muchos años de trabajo en su enorme latifundio que tenían alrededor de Santa María de las Parras.
Según la leyenda, partieron casi 100 carretas cargadas de oro, amonedado o en joyas y que el rumbo que llevaban era California, en donde continuarían su tarea evangelizadora.
Llegarían primero a Monclova y de ahí a Texas. El itinerario que explica el viaje, señala como el lugar del enterramiento una sierra a la que se le llama “Corazón de Toro”, lugar en donde los jesuitas amagados por los indios bárbaros y por bandoleros enterraron su tesoro en una antigua mina.
Lo inverosímil y fabulosa de esta leyenda radica en las dificultades entre la corona española y la Compañía de Jesús que se habían acentuado y que aparecían como enemigos de la corona la Compañía, así que el rey Carlos III creyó que los jesuitas estaban descontentos porque el rey no había nombrado confesor a uno de los suyos y que los jesuitas habían despojado de los diezmos a las iglesias.
el rey decretó su expulsión de la Nueva Vizcaya el 26 de junio de 1767, dirigido a don Lope de Cuéllar, el que inmediatamente mandó asegurar a todos los jesuitas de su jurisdicción, entre ellos a los de Parras, que fueron enviados a Zacatecas el 2 de julio de ese año, levantando el capitán Cuéllar los inventarios de los bienes temporales existentes en las iglesias, casas rurales y de campo.
Para dar una idea de los pocos padres jesuitas que fueron llevados prisioneros en carruajes y escoltados con rumbo a Zacatecas y de allí a la capital del virreinato, en donde se decretó que fueran enviados en su gran mayoría a Europa, los padres jesuitas de Parras que se recogieron fueron sólo cuatro y eran, Javier González, Juan Isidro Abee, Javier Lozano y José Urtasen.
Sería casi imposible que habiendo casi siempre entre cuatro y ocho padres jesuitas, se hubiere juntado tal fortuna y con ese dato verídico, seguramente el sueño de esta leyenda pasará al olvido.
Existen innumerables leyendas sobre tesoros en Coahuila, donde algunos pocos han sido encontrados y la gran mayoría han quedado en “leyendas”, algunas de éstas rayan a veces en lo absurdo o en lo imposible, como el caso del tesoro de los jesuitas, donde es muy difícil que sea verdad lo que se ha dicho sobre el famoso tesoro, aunque existe una referencia por escrito y un mapa de localización.
La leyenda dice que cuando los jesuitas de Parras abandonaron esa población debido a su expulsión, lo hicieron por el desierto coahuilense cargados de riquezas que sobrarían para pagar la deuda nacional. Riqueza que se dice, amasaron a través de muchos años de trabajo en su enorme latifundio que tenían alrededor de Santa María de las Parras.
Según la leyenda, partieron casi 100 carretas cargadas de oro, amonedado o en joyas y que el rumbo que llevaban era California, en donde continuarían su tarea evangelizadora.
Llegarían primero a Monclova y de ahí a Texas. El itinerario que explica el viaje, señala como el lugar del enterramiento una sierra a la que se le llama “Corazón de Toro”, lugar en donde los jesuitas amagados por los indios bárbaros y por bandoleros enterraron su tesoro en una antigua mina.
Lo inverosímil y fabulosa de esta leyenda radica en las dificultades entre la corona española y la Compañía de Jesús que se habían acentuado y que aparecían como enemigos de la corona la Compañía, así que el rey Carlos III creyó que los jesuitas estaban descontentos porque el rey no había nombrado confesor a uno de los suyos y que los jesuitas habían despojado de los diezmos a las iglesias.
el rey decretó su expulsión de la Nueva Vizcaya el 26 de junio de 1767, dirigido a don Lope de Cuéllar, el que inmediatamente mandó asegurar a todos los jesuitas de su jurisdicción, entre ellos a los de Parras, que fueron enviados a Zacatecas el 2 de julio de ese año, levantando el capitán Cuéllar los inventarios de los bienes temporales existentes en las iglesias, casas rurales y de campo.
Para dar una idea de los pocos padres jesuitas que fueron llevados prisioneros en carruajes y escoltados con rumbo a Zacatecas y de allí a la capital del virreinato, en donde se decretó que fueran enviados en su gran mayoría a Europa, los padres jesuitas de Parras que se recogieron fueron sólo cuatro y eran, Javier González, Juan Isidro Abee, Javier Lozano y José Urtasen.
Sería casi imposible que habiendo casi siempre entre cuatro y ocho padres jesuitas, se hubiere juntado tal fortuna y con ese dato verídico, seguramente el sueño de esta leyenda pasará al olvido.
La Línea del Tiempo
Otto Schober
Otto Schober
- ruben davila fariasExperto del Foro
- Cantidad de envíos : 485
Edad : 80
Localización : Saltillo, Coah
Frase Célebre : caminando y encontrando
Fecha de inscripción : 06/08/2008
Puntos : 6485
Re: El Tesoro de los Jesuitas
Mar 22 Jun 2010, 3:35 pm
Tengo al menos tres derroteros de posibles entierros de los jesuitas, entre ellos el del famoso Corazòn del Toro, presuntamente escrito por uno de los hiombres quie acompañaron a los padres que se dirigian hacia Galveston, en Texas para de allì continuar hacia españa. Bien, un amigo de Parras al que desde hace mucho tiempo no veo, me contò que el y otros compañeros siguieron minuciosamente el derrotero y que, efectivamente, llegaron al lugar del supuesto entierro en donde solo encontraron una cruz mediante la cual algunas personas daban gracias a Dios por haberlses concedido encontrar el tesoro de los jesuitas. Es decir que ya lo habian encontrado antes. El autor del articulo anterior es historiador de Piedras Negras y ha escrito articulos interesantes sobre la historia de la entidad... un saludo a todos.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.