historia de encantos

hola.
le voy a contar una historia que se me conto hac tanto sobre tesoros encantados par que tambien ustedes me cuenten una historia sale.

bueno, se dice que hace tiempo un señor iba caminando hacia su parcela, como todos los dias, cuando estaba ya cerca, miró que habia una cueva que nunca habia visto, entonce se metio a ver que habia adentro, y miro que habia una caja muy grande de madera tapada con una piedra laja grande, y la destapo, y encontro de que estaba llena de monedas de oro y plata, y una carabina. entonces se hecho al morral las mas que pudo y penso "voy a traerme una mula y unos costales, para llevarmelo", y se dio la media vuelta para irse y cuando de repente sintio como que algo lo pico con algo, y se oyo una voz que decia "todo o nada", entonces volteo y no vio a nadie, y se dio la vuelta otra vez y escuchó otra vez "todo o nada", y le dio miedo y salio corriendo, llegó a su casa, ensillo el caballo, y agarro unos costales, escondio la morrala abajo de la cama y se fue a buscar la cueva, cuando llego ya no habia cueva, ni nada y se regreso rascandose la cabeza, y se regreso a su casa, cuando llego, su señora le habia tirado las monedas al rio que porque solo vio que era caca de burro.

ESTA BUENA LA HISTORIA, HABIA ESCUCHADO ALGO PARECIDO,
PERO BUENO TODAS SON EXPERIENCIAS Y HAY QUE COMPARTIRLAS, OJALA SE NOS PRESENTE LA OPORTUNIDAD, DE SACAR ALGO Y SIN APARATOS.
SERIA GENIAL

ASI QUE GRACIAS Y SALUDOS DESDE MONTERREY NL

Que tal amigo morabros 243,
Al parecer tu relato es uno de los màs difundidos respecto a tesoros,"todo o nada" es la frase que nos dasafia.

Respondiendo a tù invitaciòn tambien voy a platicarles uno.
Cuentan la historia de un encantamiento en un lugar en el Estado de México
cercano a los limites de Guerrero, en un cerro conocido en la regiòn por donde se refugiaba Pedro Ascencio.
Que a lo lejos en ciertos dias, si ve claramente un gallo enorme estampado, sobre un muro natural en una las caras de este cerro;
Al aproximarse el gallo se va desvaneciendo, pero fianalmente se llega a un
pequeño precipicio que conduce a la entrada de una cueva,
Cuando se està parado en frente sale una persona, descrita como un hombre
maduro de entre 50 y 60 años años, y te invita a pasar con el,
para atravesar dicho precipicio hay colocado un largo tronco, que se ve a la vista
ya podrido por el tiempo, sin embargo al aceptar la invitaciòn a pasar
con aquel hombre, dicho tronco se torna en optimas condiciones,
Al entrar a la cueva, este hombre te platica sus andanzas de juventud
Y describe como en esos años se dedico al robo y al asalto de todo
tipo de personas y poblados.
Su ambición y desenfreno lo llevo a robar incluso una iglesia,
trayendose consigo una enorme custodia de Oro.
Despuès te muestra un enorme tesoro, por largos años acumulado
con un sin fin de objetos y monedas de Oro y Plata.
Al cabo de contarte su historia y mostrarte todo lo contenido,
Te ofrece entregarte todo , a cambio de ir a devolver a la Villa de Guadalupe,
que està en el D.F. la custodia de oro que robo,
entregarselo a un sacerdote y ofrecer una misa por la absoluciòn de sus culpas.
Ya que esto fue su maldiciòn y lo que lo encadeno e este estado,
En su momento jurò hacerlo el mismo, pero la muerte lo sorprendiò.
La condiciòn , Casi imposible, es que esta manda sea realizada de rodillas,
hasta el lugar indicado,
Y todo seria de aquel que lo lograse,
Este relato, lo afirmaba una persona conocida que juraba haberse entevistado
personalmente con este ladron "encantado",
Decìa que no presentaba aspecto espectral ni desagradable y platicaba como una persona comùn.
Este historia aùn me parece fascinante y aunque raya en lo inverosimil,
hay quien cuenta que es totalmente real.
Durante mis años de juventud pase mucho tiempo pensando como podia hacerle
para llevar a cabo esto, inclusive ya me veia de rodillas en un helicoptero desde ese lugar hasta la Villa de Guadalupe y retornando por el tesoro.
Todas estas historia, hacen volar nuestros sueños màs intrepidos
Y nos siguen enganchando en està pasiòn por las historias de Tesoros,
Reciban un cordial saludo de su amigo,
Manuel Rangel,
P.D. ¿A ver quien se anima?

QUE INTERESANTE, HISTORIA AMIGO. LO FELICITO Y VAYA PENSANDO EN UNAS RODILLERAS CON TURBO, PORQUE COMO LO PONE EL DUEÑO DEL QUESO ESO ES CASI I MPOSIBLE, AUNQUE CLARO SEGURAMENTE NO FALTARA QUIEN SEA CAPAZ.

PERO DE VERDAD ESTA INTERESANTE, OJALA Y OTROS SE ANIMEN CON SUS LEYENDAS.
UN ABRAZO

esa es la historia mas conocida aca en guerrero miguel, se dice que dicho guardian es el mismo pedro asencio, que ofrece todo el tesoro a cambio de llevar esa custodia al df. saludos y esten bien

Manuel R. V. escribió:
Te ofrece entregarte todo , a cambio de ir a devolver a la Villa de Guadalupe,
que està en el D.F. la custodia de oro que robo,
entregarselo a un sacerdote y ofrecer una misa por la absoluciòn de sus culpas.
Ya que esto fue su maldiciòn y lo que lo encadeno e este estado,
En su momento jurò hacerlo el mismo, pero la muerte lo sorprendiò.
La condiciòn , Casi imposible, es que esta manda sea realizada de rodillas,
hasta el lugar indicado,

ME DA LA IMPRESION QUE HAY UN TRUCO EN LA PETICION
ALGO QUE DE UNA FORMA DIFERENTE SE LLEVE LA CUSTODIA Y NO DE RODILLAS
PERO ES ALGO QUE INVOLUCRA LAS RODILLAS, NO SE SI DE UNA FORMA FISICA O METAFORICA

IMPRESIONANTE HISTORIA SR MANUELMEDEJO PENSANDO/PERO LA TEORIA DE EL AMIGO SIRCOLECCION ME DEJOMASINTRIGADO PUESTO QUE EN EFECTO PUEDE QUE SEA UNA METAFORA QUE SE TIENE QUE DESIFRAR Y ESO IMPLICA MUCHAS HORAS DE INSOMNIO,SALUDOS Y SUERTE...

esta historia me la conto un cuñado, platica que de joven vivio en la ciudad de aguascalientes.y que para las fiestas de nuestra señora de san juan de los lagos.se caminaba de aguascalientes hasta san juan.estos peregrinos ya sea por manda o por tradicion se encaminaban hasta la basilica ,resulta que en una de tantas peregrinaciones caminando todos por la orilla de la carretera miro a una viejita cargando un costal de istle,el se ofrecio a ayudarla porque el trayecto pos es bastante lejos resulta que entre tanta gente la viejita se le perdio y el penso bueno pues llegando a san juan la busco para entregarle su costal.llegando a la basilica la andubo buscando
y nada de la señora. se desidio aver pos que traia en el costal. y para su sorpresa que lo que traia en el eran puros huesos lo que hiso que se los entrego a un sacerdote de la basilica. y pos regreso a su casa. creeo que al hacer promesas que no cumplimos las tenemos que pagar tarde que temprano.no creen ustedes. saludos desde la ciudad mas violenta del mundo..

Por estos rumbos de Guaymas, un compañero del grupo es piloto aviador, en una ocacion salio del aeropuerto en una avioneta traia de pasajero a su patron hiban con rumbo a La Paz Baja California y al pasar por los cerros del microondas miro desde el aire a la famosa cueva que tiene un gran tesoro, comenta que tiene una gran puerta hecha de barrotes de fierro, lo curioso que la puerta no esta parada completamente si no que esta casi acostada, ya de regreso paso por donde mismo, y ya no vio la cueva, despues se organizo una prospectada por rumbos señalados y no se encontro nada, quedando para mejor ocacion otra salida, mi compañero comento que al momento de ver la cueva su patron hiba leyendo el periodico y no se percato de la cueva y tampoco le quiso decir nada para no meterle el gusanito de los tesoros y le ganara con la cueva.

Saludos.

LA CUEVA DEL TORO MEZCALA (PONCITLÁN)
Un buen día allá por 1930, en Mezcala, un pequeño caserío en la ribera del lago de Chapala, frente a la isla del mismo nombre, lugar que contrasta por la simplicidad de sus habitantes con el relumbrón de los pueblos turísticos, en aquella ocasión cuando los pescadores ya habían recogido sus redes y anclado sus canoas, los labradores apilaron la cosecha de chayotes, y todos habían salido a la calle a refrescarse con la brisa de la tarde, mientras que el cielo era surcado por aves de varias especies, entre ellas las garzas blancas, en dirección a sus nidos, la vida parecía haber retornado a su normalidad después del final de aquellos ajetreos de la cristiana. Aunque nadie aseguraba el retorno de la paz, por el momento lo mejor era pretender que aquello no había sucedido. Y nadie como los niños con sus juegos, los mayores enfrascados en la charla y las campanas repicando para el rosario. No tardaron algunos en percibir que aquella ida en particular, aquellos momentos, no eran como de costumbre. Algo había en la atmósfera, semejante
a una pesadez en el aire, que incomodaba. Todos estábamos confundidos por aquella extraña sensación, no sabíamos a qué echarle la culpa, y encima de aquello apareció en la plaza la mujer de Hipólito. Gritaba como si estuviera fuera de sus cabales, como si el
mundo se acercara a su fin. La primera conclusión que sacábamos era que aquel extraño fenómeno había cobrado su primera víctima. Toda aquella algarabía atrajo la atención del párroco y fue el que la ayudó a recuperar la cordura. Entre sollozos dijo algo que nos dejó mudos:
— ¡Hipólito subió a la Cueva del Toro!, porque según él, ya estaba harto de la pobreza.
— No hija, fue la codicia, el afán de ser rico sin tener que trabajar — respondió el párroco después de unos instantes de silencio—, Dios lo perdone. Aquello nos tomó a todos por sorpresa, no por lo que podía pasarle a Hipólito sino porque él, el más cobarde, resultó el único valiente y se adelantó a todos nosotros que perdimos el tiempo en tanteadas de cómo llegar hasta allá. Todo aquello empezó con las pláticas del difunto don Tomás, hombre que había estado bajo el mando de los jefes menores del ejército cristero, por el rumbo de Atotonilco: «Cuando vinieron los acuerdos y llegó el momento de deponer las armas, no todos lo hicieron, uno de esos grupos fue el nuestro. No creíamos justo haberles sufrido tanto para nada, haber dejado familia y tierra para terminar con una bala en la panza, ni tarugos que fuéramos.
»En Tizapán, La Playa y Ocotlán, en especial este último, había gente adinerada y en menos de un año logramos tener alhajas, oro, plata y billetes. Nosotros sabíamos que aquella vida no era para siempre. Así que cuando supimos que el ejército andaba tras nosotros, no nos tomó de sorpresa. El último de los robos fue a un comerciante de San Luis Soyatlán. Iba con familia rumbo a Ocotlán a casar a su muchacha. Llevaba buen dinero, pero no tuvo más remedio que darlo. El gusto no duró mucho, los rurales esperaban por ahí escondidos en el cerro. Y que empieza la balacera y a poco rato que
les llegaban refuerzos, nos superaban en todo. No quedó otra que salir huyendo, salirnos de allí. »Aprovechamos la noche, nos fuimos por el lado del cerro que da a la laguna, rumbo a Mezcala, donde se guardaba lo hurtado. Los rurales no le entraron, sabían que allá la llevaban de perder. »Nos dimos cobijo en una cueva en lo alto de la montaña, de allá se divisaba todo a la perfección. Ahí no había manera que nos agarraran. Sin embargo, la cosa entre nosotros ya no marchaba del todo bien. Unos ya querían su parte y otros de plano querían cualquier cosa con tal de regresar con su familia. El jefe era astuto, no era fácil convencerlo. Por ahí andaban unas reses y ordenó traer un toro, el más grande y… así que ordenó que se matara. Con el cuero se hizo una petaquilla donde se depositó todo lo que se había robado hasta entonces, y con todos los presentes se enterró en el fondo de la cueva, con la intención de desenterrar aquello cuando los rurales nos dieran un respiro. De lo contrario, nos agarrarían con todo aquello y de qué servía
tanto peligro para terminar, como quien dice, regalándolo a nadie. »Al día siguiente, al salir de la cueva, nos dimos cuenta que los federales nos habían descubierto, nos tenían rodeados. No quedaba otra que salir y jugarnos la vida y alejarlos de la cueva. El jefe pidió tres hombres para cuidar del baúl. Todos quisimos quedarnos, nadie estaba dispuesto a dejar aquella fortuna en manos que no fueran las propias. Al ver aquello el jefe se impacientó y fue él en lo personal que los escogió. Cuando ya los había puesto en
firmes y esperábamos que les diera algún tipo de instrucción, por lo contrario, sacó su pistola y ahí mismo los ajustició. Nadie de nosotros entendía por que había hecho aquello. Y él pronto aclaró el misterio»: «Los vivos buscamos la oportunidad para traicionar, pero los muertos son fieles hasta la eternidad. Dispongo que los difuntos protejan este lugar. Y
si ninguno de nosotros logra salir con vida, que el tesoro sea para quien lo encuentre». Antes de salir de la cueva, el jefe formuló un conjuro para quien quisiera el tesoro: «si el toro sale, mismo que se le tendrá que sacar dos vueltas con un capote. A la tercera vuelta tocar el animal con una vara, y el tesoro será suyo».
«Los federales mataron a toda la gente, menos a mí. Yo corrí con suerte porque me escondí en unos matorrales, y después me escurrí por un zanjón que bajaba hasta el pie del cerro. Como pude me alejé del lugar y me fue a vivir lejos de ahí. Regresé años después a vivir aquí a Mezcala, a hacerle la lucha para recoger el tesoro. Pero nunca corrí con suerte. Primero me encontré las ánimas de los difuntos que mató el jefe, y después caía en mareos y amnesias, al punto de no saber de mí. Por fin dejé aquello en paz y me
Resigné a vivir en la pobreza, sabiéndome rico». Don Tomás contó aquella historia un sin fin de veces. Aquí en Mezcala todos la sabíamos de memoria, y puedo decir que Hipólito no es el primero ni será el último en subir en busca del tesoro

Aparte de la subida al cerro que esta algo pesada, se tiene que lidiar con el toro y aparte con los difuntos...haber quien se anima

saludos al foro
carabino

¡que historias dios mio! de fabula, super buenas, yo les dire; primer paso, saber sobre alguna historia de tesoros, encantos o lugares magicos o embrujados. segundo paso; identificar la zona, si esta en zona boscoza, deshabitada, de dificil acceso o en una cueva, si, es casi seguro. tercer paso; prospectar. pero hay que tener en cuenta que lo que vamos a encontrar tal vez no sea metalico y en el caso de un servidor, es casi seguro que seran vestigios arqueologicos y no se porque, pero ya que siempre los encuentro en propidades particulares o comunales, me quedo callado y asi evito el saqueo masivo. gracias y mucha suerte

Muy buenos puntos Marcelo, en mi caso jamas he encontrado vestigos arqueologicos.

Saludos.

Hola Marcelo y Pachito, en algunos puntos tienen rason en el caso de la cueva, cerca de ahi se encuentran sobre un acantilado o "Reliz" unas pinturas rupestres, sobre la cueva no hemos encontrado vestigios de ceramica y esto que se encuentra en un lugar de dificil acceso, aqui algunas fotos de la cueva, la utilamos pra pecnoctar, cuando saliamos a cazeria y llovia algo fuerte, (sera que por eso no salia el toro) ya que no sabiamos de la leyenda o mito,..?'

Saludos al foro

A LO MEJOR ESE TORITO YA FUE TOREADO

ese riflito de la foto se me afigura un Remington tal ves un "REM 700"..

esa mezcla se me ase conocida enveces ami me a tokado kez "guano" komo calcifikado osea ia de años, diras tu komo llego al techo, ahhh eske kuando los murcielagos asen sus necesidades enveces la avientan con fuerza i se keda pegada al techo..

aunke la cueva este muy "oreada" usen mascarillas ia de perdis de las ke te venden en la farmacia, porke el polvito trae esporas enveces...

saludos y suerte.

Gracias por tus consejos Tatanka
Estaremos al pediente
saludos

Carabino en la ultima foto parace que hay grabada la imagen de un conejo boca abajo veras checala.

Saludos.

no pos mestasre kedando siego ke io la miro i la miro i no veo ninguin conejo...

:xxx:

Hola pachito

Pues si parece un conejo o algo asi es la imagen que esta encerrada en el circulo rojo, la verda no la habia visto bien ya que solo saque las fotos por la cueva, asi nada mas.

Gracias por tu observacion saludos
carabino

PASO DE MATA, SAN JUAN DEL RIO, QUERETARO. Parroquia de Jesús el buen pastor


“Yo soy el Buen Pastor, yo conozco a mis ovejas y ellas me conocen a mi”





Se cuenta que por el año de 1700, en lo que era el camino real que llevaba a San Juan del Río, constantemente se dejaba ver un hombre llamado Justo Mata que se dedicaba a asaltar las diligencias que transitaban por ahí. El camino real, que aun hoy es visible en algunas partes, atravesaba a un costado del cerro de la caja, este altillo que es visible desde San Juan del Río y desde la autopista que hoy lleva a Querétaro y pareciera que es como un imponente gigante que custodia a sus pies el Pueblo de Paso de Mata.

El nombre de Paso de Mata le viene a este poblado precisamente por Justo Mata, que cuando atracaba, el botín le escondía en algunos túneles naturales que el cerro de la caja tenía y que, hoy en día -en su mayoría- ya están enzolvados. Ha sido así como ha empezado a conocerse el lugar como “El Paso de Mata”, aunque en algunos documentos aparece el nombre de “Piedras azules de Paso de Mata”; tal vez sea porque, viendo a lo lejos el cerro de la caja de, en las rocas que coronan su parte frontal, se miran algunas peñas adornadas con líquenes de tono azulado. Lo cierto es que actualmente este pueblo que se encuentra a los pies del cerro de la caja es comúnmente conocido como “Paso de Mata”.





Existe una leyenda ya poco difundida, que cuenta que el cerro de la caja encierra en sus entrañas tesoros que el mismo Mata enterraba y que luego les perdía la pista, quedando estas riquezas atrapadas entre el tiempo, piedras y tierra. Según el cuento, si se hacia un pacto con el diablo, este, a cambio del alma, permitía llevar algo de dinero. Sin embargo, hasta ahora, no se ha sabido de nadie que se haya enriquecido de esta manera tan gratuita, claro esta, esto es solo una leyenda.

Saludos
Jorge Arteaga

Alli esta la imagen Tatanka para que ahora si la puedas observar, Carabino ya te la encerro en un circulo rojo.

Saludos.