- Pedro CantúAdmin
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Descubrió tesoro enterrado pero lo pierde.
Jue 04 Sep 2008, 7:37 pm
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Increíble historia ocurrida hace cinco años todavía le pena a Marcelino Peña, el "alcalde" de Pimpinela
Descubrió tesoro enterrado pero por güiña se le "arrancó" pa' siempre
Sólo le quedaron dos chauchas de souvenir
J.Pinto / M.Vega O
Una tarde, hace ya cinco años, don Marcelino Piña Toledo pintó para huaso rico, pero por uno de esos inexplicables fenómenos de la naturaleza, en cuestión de horas la fortuna que tuvo al alcance de sus manos se la tragó la tierra.
El comienzo de este relato parece recortado de la clásica historia del guata amarilla vicioso que una madrugada se jugó hasta los calzoncillos en una timba clandestina y los perdió. Pero na' que ver. Ésta es la leyenda de Don Piña (54), el "alcalde" de Pimpinela, una localidad ubicada a 15 kilómetros de Requínoa, Sexta Región.
Marcelino es el último ser humano de la comarca que tuvo ante sus ojos un "entierro" y que logró conservar una evidencia de su esquiva riqueza.
El propietario del "Oasis de Pimpinela" -una de las picadas más famosas de la zona- y coleccionista de herramientas y utensilios de la Edad de Piedra jura que su breve contacto con la fortuna ocurrió cuando estaba destroncando el patio de su casa para construir una ampliación.
Fue la tarde de un 21 de junio, solsticio de invierno, una fecha que desde siempre ha estado ligada a lo sobrenatural y lo portentoso.
Marcelino sudaba la gota gorda con el pico y la barreta agarrados a dos manos para trozar la raíz de un roble cuando... ¡Oh, prodigio! Al remover un leño vio aparecer ante sus ojos un balde de plástico, de aspecto "milenario", repleto de monedas acuñadas con oro incaico, y plata de Potosí. Magníficos doblones españoles, denarios romanos y libras inglesas que refulgían bajo la sangrienta luz del atardecer.
El posadero se dio cuenta de inmediato que estaba frente a un "entierro" y, luego de santiguarse, sacó un par de monedas. En seguida, tras hundir las puruñas en el oro, presa de la avaricia, lo cubrió con camotes y ramas secas, con la ilusión de regresar a medianoche para que la oscuridad lo pusiera a cubierto de los curiosos y toda esa riqueza quedara sólo en sus manos para convertirse en un hombre rico. ¡Sí, muy rico.
Apenas se callaron las diucas y comenzaron a cantar los chunchos, Marcelino se acercó al entierro empuñando una pala y un saco de lona para recoger el tesoro.
Sacó las ramas, retiró la tierra y alzó el balde, pero... ¡Estaba vacío! ¡No quedaba ni un gramo de oro! Don Piña estuvo a punto de caer víctima de un ataque de apoplejía al constatar la muerte de sus ilusiones... ¡El "entierro" se le había "corrido"! "Está claro que no era para mí. Pero me quedaron de recuerdo estas dos moneditas. A lo mejor algún día se me vuelve a aparecer. Mientras tanto no queda otra que seguir trabajando", relata desconsolado el "alcalde" de Pimpinela.
Monedas de orégano:
El propietario del "Oasis de Pimpinela", una de las picadas
más famosas de la zona de Requínoa, en la Sexta Región, le cuenta su
historia llena de mitología a quien quiera oírla. Y lo hace en serio.
http://www.lacuarta.cl/diario/2006/07/16/16.02.4a.CRO.TESORO.html
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Increíble historia ocurrida hace cinco años todavía le pena a Marcelino Peña, el "alcalde" de Pimpinela
Descubrió tesoro enterrado pero por güiña se le "arrancó" pa' siempre
Sólo le quedaron dos chauchas de souvenir
J.Pinto / M.Vega O
Una tarde, hace ya cinco años, don Marcelino Piña Toledo pintó para huaso rico, pero por uno de esos inexplicables fenómenos de la naturaleza, en cuestión de horas la fortuna que tuvo al alcance de sus manos se la tragó la tierra.
El comienzo de este relato parece recortado de la clásica historia del guata amarilla vicioso que una madrugada se jugó hasta los calzoncillos en una timba clandestina y los perdió. Pero na' que ver. Ésta es la leyenda de Don Piña (54), el "alcalde" de Pimpinela, una localidad ubicada a 15 kilómetros de Requínoa, Sexta Región.
Marcelino es el último ser humano de la comarca que tuvo ante sus ojos un "entierro" y que logró conservar una evidencia de su esquiva riqueza.
El propietario del "Oasis de Pimpinela" -una de las picadas más famosas de la zona- y coleccionista de herramientas y utensilios de la Edad de Piedra jura que su breve contacto con la fortuna ocurrió cuando estaba destroncando el patio de su casa para construir una ampliación.
Fue la tarde de un 21 de junio, solsticio de invierno, una fecha que desde siempre ha estado ligada a lo sobrenatural y lo portentoso.
Marcelino sudaba la gota gorda con el pico y la barreta agarrados a dos manos para trozar la raíz de un roble cuando... ¡Oh, prodigio! Al remover un leño vio aparecer ante sus ojos un balde de plástico, de aspecto "milenario", repleto de monedas acuñadas con oro incaico, y plata de Potosí. Magníficos doblones españoles, denarios romanos y libras inglesas que refulgían bajo la sangrienta luz del atardecer.
El posadero se dio cuenta de inmediato que estaba frente a un "entierro" y, luego de santiguarse, sacó un par de monedas. En seguida, tras hundir las puruñas en el oro, presa de la avaricia, lo cubrió con camotes y ramas secas, con la ilusión de regresar a medianoche para que la oscuridad lo pusiera a cubierto de los curiosos y toda esa riqueza quedara sólo en sus manos para convertirse en un hombre rico. ¡Sí, muy rico.
Apenas se callaron las diucas y comenzaron a cantar los chunchos, Marcelino se acercó al entierro empuñando una pala y un saco de lona para recoger el tesoro.
Sacó las ramas, retiró la tierra y alzó el balde, pero... ¡Estaba vacío! ¡No quedaba ni un gramo de oro! Don Piña estuvo a punto de caer víctima de un ataque de apoplejía al constatar la muerte de sus ilusiones... ¡El "entierro" se le había "corrido"! "Está claro que no era para mí. Pero me quedaron de recuerdo estas dos moneditas. A lo mejor algún día se me vuelve a aparecer. Mientras tanto no queda otra que seguir trabajando", relata desconsolado el "alcalde" de Pimpinela.
Monedas de orégano:
El propietario del "Oasis de Pimpinela", una de las picadas
más famosas de la zona de Requínoa, en la Sexta Región, le cuenta su
historia llena de mitología a quien quiera oírla. Y lo hace en serio.
http://www.lacuarta.cl/diario/2006/07/16/16.02.4a.CRO.TESORO.html
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- nexus_eneVoz de la Experiencia
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Re: Descubrió tesoro enterrado pero lo pierde.
Sáb 09 Mayo 2009, 12:51 pm
sera por la avaricia?
- nexus_eneVoz de la Experiencia
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Re: Descubrió tesoro enterrado pero lo pierde.
Sáb 09 Mayo 2009, 12:52 pm
o en realidad fue una persona que lo habia observado?
- xxxxxxxxxxxxxExperto del Foro
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Re: Descubrió tesoro enterrado pero lo pierde.
Sáb 09 Mayo 2009, 1:18 pm
quizas alguien lo estaba observando y lo madrugo?
- chicharoIdentidad Certificada
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Frase Célebre : CARPE DIEM...
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Re: Descubrió tesoro enterrado pero lo pierde.
Dom 10 Mayo 2009, 1:09 am
Marcelino sudaba la gota gorda con el pico y la barreta agarrados a dos manos para trozar la raíz de un roble cuando... ¡Oh, prodigio! Al remover un leño vio aparecer ante sus ojos un balde de plástico, de aspecto "milenario", repleto de monedas acuñadas con oro incaico, y plata de Potosí. Magníficos doblones españoles, denarios romanos y libras inglesas que refulgían bajo la sangrienta luz del atardecer.
Parece a primera vista muy buena historia, pero luego comienza a tornarse muy poetico el asunto....
UN BALDE DE PLASTICO...........de Aspecto MILENARIO.... a chispas.....los incas ya dominaban el arte de la fabricacion con polimeros ??? .........
Monedas de oro y plata......
Lingotes de oro....
Doblones...
Denarios Romanos....
Libras..
Pues vaya coleccion de objetos para que al final solo se haya quedado con dos monedas ....
Pero bueno.......
SAludos
Atte
Chicharo
- david bujaidarLíder de opinión.
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Re: Descubrió tesoro enterrado pero lo pierde.
Dom 10 Mayo 2009, 4:00 pm
Pues que contrariedad,normalmente cuando uno encuentra algo por inercia te lo llevas, y cubres toda evidencia para no ser descubieto, y te cuesta un buen tiempo asimilarlo,
yo la verdad, no me arriesgaria a dejar un buen queso, y menos si esta dentro de mi territorio, tal vez se lo desaparecieron los duendes no creen? bueno ya ni llorar es bueno PD AL MENOS TIENE PREMIO DE CONSOLACION.
yo la verdad, no me arriesgaria a dejar un buen queso, y menos si esta dentro de mi territorio, tal vez se lo desaparecieron los duendes no creen? bueno ya ni llorar es bueno PD AL MENOS TIENE PREMIO DE CONSOLACION.
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