Ataque al tren en las cercanias de Guaymas,
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- PachitoGran Experto del Foro
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Localización : Guaymas, Sonora, México
Frase Célebre : Los locos hacemos camino, que un dia aquellos que se hacen llamar cuerdos recorreran.
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Ataque al tren en las cercanias de Guaymas,
Lun 15 Ago 2011, 1:56 am
En una de nuestras visitas a territorio Yaqui, unos amigos de la tribu nos contaron una historia de un descarrilamiento que hicieron a principios del siglo pasado, buscando en internet me encontre una historia similar, quiza sea la misma, ya el lugar que ellos nos dijeron coincide con la historia, por tanto ya se comenzo con la prospeccion en dicho lugar.
En la época actual es difícil imaginar los retos a los que se enfrentaban nuestros abuelos. Si bien ahora existen obstáculos que no existían entonces, al comparar nuestra vida con la de ellos, vemos que a veces esos retos eran de una gran complejidad. Nosotros nos quejamos de los baches o de que a veces falta el agua en nuestras casas pero nuestros ancestros tenían ante sí problemas como las grandes epidemias (fiebre amarilla, peste bubónica, cólera morbus o la terrible influenza española de 1918) en una época en la que no existían los avances en medicina que hoy tenemos. En el caso de Guaymas, la revolución mexicana llegó a este puerto en 1913 con el sitio que los revolucionarios impusieron a las tropas federales estacionadas en este lugar. Luego, en 1915 vino el llamado “año del hambre” en el que las condiciones de vida eran casi desesperadas pues además de que la ciudad estaba ocupada por tropas villistas, había una epidemia de viruela, circulaban varias monedas al mismo tiempo, había amenazas por parte de los yaquis alzados, las fuerzas villista-maytorenistas se enfrentaban a los carrancistas, hubo hasta cinco presidentes municipales en menos de un año, había ley marcial en el puerto, había barcos de guerra norteamericanos frente a Guaymas y sus oficiales amenazaban con desembarcar tropas para proteger a sus connacionales en el valle del yaqui, los indígenas atacaban esporádicamente en San José de Guaymas, la gente andaba armada y siempre alerta ante la posibilidad de un ataque, los negocios se habían arruinado, etcétera.
Más tarde, en 1918, se produjo el sangriento ataque al tren cuyas imágenes parecen sacadas de una película del viejo oeste.
Este ataque se efectuó el 2 de enero de 1918 en un lugar conocido como la “Laguna Salada”, a unos 45 kilómetros al sur de Empalme, un poco antes de llegar al switch de “Pitahayita”.
Luego de que habían sido sofocadas las rebeliones de Cajeme y de Tetabiate, la tribu yaqui había sufrido muchas calamidades como la deportación y el genocidio. Algunos indígenas se habían sumado al ejército nacional como soldados, otros, llamados los yaquis mansos, trabajaban en la ciudad o en las haciendas y otro grupo, los yaquis broncos, seguían alzados en la sierra del Bacatete.
Estos yaquis profesaban un profundo odio a los “yoris”. Estaban bajo el mando de Luis Matus y de su lugarteniente Sibalaume. Este último era famoso como guerrero valiente pero también por ser cruel y sanguinario.
Sibalaume encabezó ese ataque al tren. Para llevarlo a cabo escogió un lugar en el que había muchas ramas en las que se ocultaron los yaquis luego de desclavar los rieles. El tren que iba con rumbo al sur había salido de Empalme a temprana hora en la mañana y fue atacado en el kilómetro 454. En el ferrocarril viajaban 100 personas aproximadamente, entre ellas un destacamento de 25 soldados y varios oficiales del ejército.
El maquinista de ese tren era Daniel Gutiérrez, alias “El Cabezón” y lo acompañaba como fogonero un señor de apellido Martínez y como garrotero Sixto “Tito” Cota. Se produjo un descarrilamiento parcial pues la máquina quedó sobre los rieles, no así el resto del convoy. Al ver salir de entre las ramas a muchos yaquis armados que gritaban mientras e acercaban a los vagones, el maquinista ordenó que se desenganchara la máquina para ir a [b]pedir auxilio a Estación Lencho, que era la más cercana. En ese lugar se encontraba el coronel Abelardo L. Rodríguez con una partida militar.
Mientras tanto, los pasajeros del tren se vieron rodeados por los indígenas que armados,
se apoderaron del convoy y exigieron a los viajeros que entregaran sus objetos de valor y sus ropas. Las personas tuvieron que desnudarse y los yaquis les quitaban sus pertenencias pero sin hacerles ningún daño. Tal vez el propósito original de los asaltantes era el de obtener botín y retirarse.
Sin embargo, de repente se dieron varias acciones desafortunadas que llevaron a que se produjera una masacre. En el tren viajaban varios oficiales entre los que estaban el Coronel J. C. Galaz, el coronel Riveros, el Teniente Coronel Lorenzo Ruiz, nativo de Guaymas y el padre de él, también los subtenientes Miguel Almada y Luis Pérez González. A estos militares les pareció vergonzoso el dejarse que les quitaran sus armas y sacando sus pistolas dispararon contra los yaquis, matando a seis de ellos. Sibalaume, ante esta situación, ordenó que se diera muerte a militares y pasajeros.
Resultaron muertos todos los oficiales y un civil de nombre Ignacio Mendívil que también disparó contra los atacantes. A los hombres de tropa los fueron cazando uno a uno mientras trataban de bajar de una góndola. Murieron cinco soldados y fueron heridos otros trece.
La otra situación desafortunada fue que en el tren viajaba una señorita que se iba a casar en fecha próxima y traía desde Nogales su vestido de novia y un militar traía también el vestido de su novia pues también iba a contraer matrimonio. La señorita Rosita Alarid se negó a entregar su vestido de novia. Se aferró a sus velices y no permitió que se los quitaran por lo que fue asesinada. El militar también fue acribillado. Esta señorita Alarid era sinaloense y fue amiga de la Profa. Enriqueta Urgell, de Guaymas, pues ambas habían estudiado juntas en el “Liceo de Niñas” de Mazatlán, Sinaloa.
La matanza continuó pues ante el correr de la sangre algunos de los yaquis empezaron a matar a varios pasajeros. Así, murieron el Sr. Fernando Robinson, don José Almada, don Agustín Sepúlveda, Agente del Express, Lorenzo López, agente de publicaciones, Gertrudis Sánchez, la niña María Lugo, María García, Pilar Ahumada, Mr. René H. Poe, Manuel Paredes, conductor del tren, Pedro Ruiz, Trinidad Tapia, Domitila Chires y cerca de diez desconocidos entre los que se encontraba un chino, una anciana, un niño y varios adultos, entre hombres y mujeres. El conductor Paredes se había ocultado en una caja de herramientas pero para su mala fortuna, quedó de fuera la punta de su uniforme de conductor por lo que fue detectado por los indígenas y traspasado con los marrazos de sus rifles.
Se salvaron unos agentes postales que cerraron el carro correo y no abrieron hasta que llegó el auxilio, también un joven llamado Alejandro Balderrama a quien sus tías, gravemente heridas, cubrieron con su propia sangre para simular que estaba herido .
Asimismo salvó la vida pero a costa de perder un dedo el señor Alejandro Joffroy, de Nogales quien fingió estar sin vida y a quien los indígenas para quitarle un valioso anillo, le cercenaron el dedo pero ni así dio a entender que estaba vivo. También se salvó un pagador que llevaba 5,000 pesos en monedas de oro quien al darse cuenta de lo que estaba ocurriendo se encerró en el baño y atrancó la puerta de entrada.
Se vieron escenas dantescas como la de dos yaquis que se vistieron con los vestidos de novia y bailaron una macabra danza o la muchacha que desnuda y con los senos cortados y chorreando sangre por todo el cuerpo fue colocada sobre uno de los asientos del vagón.
El saldo de este brutal ataque fue de 36 muertos, 24 heridos y 35 ilesos. Entre los que resultaron ilesos estaban varios miembros de la propia tribu yaqui por lo que fueron respetadas sus vidas.
Al acercarse el tren que traía el auxilio, se hizo sonar su silbato y los yaquis se retiraron. Este tren conducía tropas al mando del capitán Anselmo Armenta pero cuando llegaron ya se había consumado la masacre. Los muertos y heridos fueron trasladados a Empalme.
El presidente municipal de Guaymas, Cayetano Navarro León, envió un informe al gobernador del estado que era en ese entonces Plutarco Elías Calles.
Saludos.
En la época actual es difícil imaginar los retos a los que se enfrentaban nuestros abuelos. Si bien ahora existen obstáculos que no existían entonces, al comparar nuestra vida con la de ellos, vemos que a veces esos retos eran de una gran complejidad. Nosotros nos quejamos de los baches o de que a veces falta el agua en nuestras casas pero nuestros ancestros tenían ante sí problemas como las grandes epidemias (fiebre amarilla, peste bubónica, cólera morbus o la terrible influenza española de 1918) en una época en la que no existían los avances en medicina que hoy tenemos. En el caso de Guaymas, la revolución mexicana llegó a este puerto en 1913 con el sitio que los revolucionarios impusieron a las tropas federales estacionadas en este lugar. Luego, en 1915 vino el llamado “año del hambre” en el que las condiciones de vida eran casi desesperadas pues además de que la ciudad estaba ocupada por tropas villistas, había una epidemia de viruela, circulaban varias monedas al mismo tiempo, había amenazas por parte de los yaquis alzados, las fuerzas villista-maytorenistas se enfrentaban a los carrancistas, hubo hasta cinco presidentes municipales en menos de un año, había ley marcial en el puerto, había barcos de guerra norteamericanos frente a Guaymas y sus oficiales amenazaban con desembarcar tropas para proteger a sus connacionales en el valle del yaqui, los indígenas atacaban esporádicamente en San José de Guaymas, la gente andaba armada y siempre alerta ante la posibilidad de un ataque, los negocios se habían arruinado, etcétera.
Más tarde, en 1918, se produjo el sangriento ataque al tren cuyas imágenes parecen sacadas de una película del viejo oeste.
Este ataque se efectuó el 2 de enero de 1918 en un lugar conocido como la “Laguna Salada”, a unos 45 kilómetros al sur de Empalme, un poco antes de llegar al switch de “Pitahayita”.
Luego de que habían sido sofocadas las rebeliones de Cajeme y de Tetabiate, la tribu yaqui había sufrido muchas calamidades como la deportación y el genocidio. Algunos indígenas se habían sumado al ejército nacional como soldados, otros, llamados los yaquis mansos, trabajaban en la ciudad o en las haciendas y otro grupo, los yaquis broncos, seguían alzados en la sierra del Bacatete.
Estos yaquis profesaban un profundo odio a los “yoris”. Estaban bajo el mando de Luis Matus y de su lugarteniente Sibalaume. Este último era famoso como guerrero valiente pero también por ser cruel y sanguinario.
Sibalaume encabezó ese ataque al tren. Para llevarlo a cabo escogió un lugar en el que había muchas ramas en las que se ocultaron los yaquis luego de desclavar los rieles. El tren que iba con rumbo al sur había salido de Empalme a temprana hora en la mañana y fue atacado en el kilómetro 454. En el ferrocarril viajaban 100 personas aproximadamente, entre ellas un destacamento de 25 soldados y varios oficiales del ejército.
El maquinista de ese tren era Daniel Gutiérrez, alias “El Cabezón” y lo acompañaba como fogonero un señor de apellido Martínez y como garrotero Sixto “Tito” Cota. Se produjo un descarrilamiento parcial pues la máquina quedó sobre los rieles, no así el resto del convoy. Al ver salir de entre las ramas a muchos yaquis armados que gritaban mientras e acercaban a los vagones, el maquinista ordenó que se desenganchara la máquina para ir a [b]pedir auxilio a Estación Lencho, que era la más cercana. En ese lugar se encontraba el coronel Abelardo L. Rodríguez con una partida militar.
Mientras tanto, los pasajeros del tren se vieron rodeados por los indígenas que armados,
se apoderaron del convoy y exigieron a los viajeros que entregaran sus objetos de valor y sus ropas. Las personas tuvieron que desnudarse y los yaquis les quitaban sus pertenencias pero sin hacerles ningún daño. Tal vez el propósito original de los asaltantes era el de obtener botín y retirarse.
Sin embargo, de repente se dieron varias acciones desafortunadas que llevaron a que se produjera una masacre. En el tren viajaban varios oficiales entre los que estaban el Coronel J. C. Galaz, el coronel Riveros, el Teniente Coronel Lorenzo Ruiz, nativo de Guaymas y el padre de él, también los subtenientes Miguel Almada y Luis Pérez González. A estos militares les pareció vergonzoso el dejarse que les quitaran sus armas y sacando sus pistolas dispararon contra los yaquis, matando a seis de ellos. Sibalaume, ante esta situación, ordenó que se diera muerte a militares y pasajeros.
Resultaron muertos todos los oficiales y un civil de nombre Ignacio Mendívil que también disparó contra los atacantes. A los hombres de tropa los fueron cazando uno a uno mientras trataban de bajar de una góndola. Murieron cinco soldados y fueron heridos otros trece.
La otra situación desafortunada fue que en el tren viajaba una señorita que se iba a casar en fecha próxima y traía desde Nogales su vestido de novia y un militar traía también el vestido de su novia pues también iba a contraer matrimonio. La señorita Rosita Alarid se negó a entregar su vestido de novia. Se aferró a sus velices y no permitió que se los quitaran por lo que fue asesinada. El militar también fue acribillado. Esta señorita Alarid era sinaloense y fue amiga de la Profa. Enriqueta Urgell, de Guaymas, pues ambas habían estudiado juntas en el “Liceo de Niñas” de Mazatlán, Sinaloa.
La matanza continuó pues ante el correr de la sangre algunos de los yaquis empezaron a matar a varios pasajeros. Así, murieron el Sr. Fernando Robinson, don José Almada, don Agustín Sepúlveda, Agente del Express, Lorenzo López, agente de publicaciones, Gertrudis Sánchez, la niña María Lugo, María García, Pilar Ahumada, Mr. René H. Poe, Manuel Paredes, conductor del tren, Pedro Ruiz, Trinidad Tapia, Domitila Chires y cerca de diez desconocidos entre los que se encontraba un chino, una anciana, un niño y varios adultos, entre hombres y mujeres. El conductor Paredes se había ocultado en una caja de herramientas pero para su mala fortuna, quedó de fuera la punta de su uniforme de conductor por lo que fue detectado por los indígenas y traspasado con los marrazos de sus rifles.
Se salvaron unos agentes postales que cerraron el carro correo y no abrieron hasta que llegó el auxilio, también un joven llamado Alejandro Balderrama a quien sus tías, gravemente heridas, cubrieron con su propia sangre para simular que estaba herido .
Asimismo salvó la vida pero a costa de perder un dedo el señor Alejandro Joffroy, de Nogales quien fingió estar sin vida y a quien los indígenas para quitarle un valioso anillo, le cercenaron el dedo pero ni así dio a entender que estaba vivo. También se salvó un pagador que llevaba 5,000 pesos en monedas de oro quien al darse cuenta de lo que estaba ocurriendo se encerró en el baño y atrancó la puerta de entrada.
Se vieron escenas dantescas como la de dos yaquis que se vistieron con los vestidos de novia y bailaron una macabra danza o la muchacha que desnuda y con los senos cortados y chorreando sangre por todo el cuerpo fue colocada sobre uno de los asientos del vagón.
El saldo de este brutal ataque fue de 36 muertos, 24 heridos y 35 ilesos. Entre los que resultaron ilesos estaban varios miembros de la propia tribu yaqui por lo que fueron respetadas sus vidas.
Al acercarse el tren que traía el auxilio, se hizo sonar su silbato y los yaquis se retiraron. Este tren conducía tropas al mando del capitán Anselmo Armenta pero cuando llegaron ya se había consumado la masacre. Los muertos y heridos fueron trasladados a Empalme.
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- PachitoGran Experto del Foro
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Re: Ataque al tren en las cercanias de Guaymas,
Lun 15 Ago 2011, 5:18 pm
Lo que no encontre en la Red, es la cantidad de oro que traian en el tren, esperemos encontrarlo pero no en la Red, si no en la siguiente salida que tengamos .
Ya despues les contare los resultados .
Saludos.
Ya despues les contare los resultados .
Saludos.
- NANOExperto del Foro
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Re: Ataque al tren en las cercanias de Guaymas,
Vie 02 Sep 2011, 2:26 am
Amigo no se si darle las gracias pór tan perrona historia o pedirle que mejor nos cuente los resultados.
Es mas ya lo pense bien que tal que nos cuenta la historia de los resultados, nos muestra fotos y se mocha ?
Es mas ya lo pense bien que tal que nos cuenta la historia de los resultados, nos muestra fotos y se mocha ?
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- PachitoGran Experto del Foro
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Re: Ataque al tren en las cercanias de Guaymas,
Vie 02 Sep 2011, 2:31 am
NANO escribió:Amigo no se si darle las gracias pór tan perrona historia o pedirle que mejor nos cuente los resultados.
Es mas ya lo pense bien que tal que nos cuenta la historia de los resultados, nos muestra fotos y se mocha ?
Mi amigo Nano, la historia de los resultados aun no se la puedo contar, pero mas adelante ya que sepamos el desenlace con mucho gusto, en la proxima salida le prometo las fotos, ya despues usted dira de cuanto quiera la mochada .
Saludos.
- NANOExperto del Foro
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Re: Ataque al tren en las cercanias de Guaymas,
Vie 02 Sep 2011, 2:36 am
woooorales!!
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- don_fitoIdentidad Certificada
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Re: Ataque al tren en las cercanias de Guaymas,
Jue 12 Abr 2012, 1:49 am
Es una historia lamentable que no se ven en los libros.
- FranciscoJavierRodriguezIdentidad Certificada
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Frase Célebre : LO UNICO SEGURO EN ESTA VIDA ES LA MUERTE
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Re: Ataque al tren en las cercanias de Guaymas,
Jue 12 Abr 2012, 9:20 am
AMIGO PACHITO INVITE NO SEA ASI, INVITE A SUS AVENTURAS!!!!
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LA VIDA SOLO UN SUSPIRO DE EL MORTAL....
- PachitoGran Experto del Foro
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Frase Célebre : Los locos hacemos camino, que un dia aquellos que se hacen llamar cuerdos recorreran.
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Re: Ataque al tren en las cercanias de Guaymas,
Jue 12 Abr 2012, 10:00 pm
don_fito escribió:Es una historia lamentable que no se ven en los libros.
Asi es mi estimado Fito, haber que dia tengo el honor de conocerlo.
Saludos.
- PachitoGran Experto del Foro
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Frase Célebre : Los locos hacemos camino, que un dia aquellos que se hacen llamar cuerdos recorreran.
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Re: Ataque al tren en las cercanias de Guaymas,
Jue 12 Abr 2012, 10:03 pm
FranciscoJavierRodriguez escribió:AMIGO PACHITO INVITE NO SEA ASI, INVITE A SUS AVENTURAS!!!!
Un dia que usted ande por estos lares, lo invito con mucho gusto.
Saludos.
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