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Los Gases desprendidos de los Metales
Sáb 05 Sep 2015, 8:28 am
Los Gases desprendidos de los Metales
Navegando, pero no en el mar, me encontré esto.
Propiedades químicas del oro.
El oro es uno de los metales menos activos químicamente, forma aleaciones importantes con la plata y el cobre; no se oxida ni se quema en el aire, ni en el agua a ninguna temperatura, tampoco actúan sobre él los ácidos clorhídricos, sulfúricos y nítricos. Solo los hacen los ácidos telúricos y selénicos.
Para disolverlo químicamente se emplea un agente oxidante con otro capaz de formar complejos, como ocurre con la mezcla de ácido nítrico y clorhídrico, denominado “agua regia” porque puede disolver el rey de los metales.
Existe una mítica, sobre todo en algunos países de Latinoamérica, de que los metales nobles enterrados desprenden gases.
Según esas creencias el carácter de estos gases es diverso:
En unos casos se habla de gases tóxicos, en otros de gases no respirables y, finalmente, en muchos otros casos se habla de gases que se inflaman en la noche.
A estos últimos les destinaremos un artículo aparte, por su peculiaridad. Sin embargo, los dos primeros, por su posible peligrosidad.
Para empezar dejemos sentada una premisa que es fundamental:
LOS METALES NOBLES (YA MANUFACTURADOS) ENTERRADOS NO DESPRENDEN NINGÚN TIPO DE GAS EN CONDICIONES NORMALES.
¿Por qué, pues, se ha creado esta leyenda o mito?.
Pese a no saberlo con certeza me parece que me puedo permitir suponerlo:
La razón de este mito son los múltiples "accidentes" acaecidos a personas dentro de cuevas, sótanos, bodegas y oquedades donde, por las características del terreno o por los procesos que tienen lugar en él y por las inamovibles leyes de la física, se han ido depositando gases de tipo tóxico o, en la mayoría de los casos, simplemente no respirables.
Para comprender esto lo primero que hemos de entender es qué el aire que respiramos está compuesto de varios gases diferentes, mezclados entre sí (Los principales son el Nitrógeno, el Oxígeno y el Argón. En ambientes enrarecidos también suele haber una cierta abundancia de Anhídrido Carbónico). De todos estos gases el ser humano (al igual que los animales) tan sólo precisa del oxígeno para respirar: El resto entra y sale de nuestros pulmones sin ser empleado para nada. Tan sólo ocupan un espacio, con lo que en cierta forma "regulan" la cantidad de oxigeno que entra en nuestros pulmones en cada aspiración.
Lo segundo que es importante entender es cómo se comportan los gases al mezclarlos unos con otros. De una forma similar a lo qué sucede con los líquidos, algunos gases se mezclan muy bien con otros... y algunos permanecen completamente separados a menos que algo actúe sobre ellos agitándolos y mezclándolos (Cómo sucede con el agua y el aceite, por ejemplo); no obstante, si esa energía que los mezcla desaparece, por lo general al quedar estáticos vuelven a disociarse y cada uno de ellos ocupa su posición.
Lo tercero que hay que saber es que los gases pesan (el aire que respiramos también) y qué, por lo tanto, hay gases que pesan más qué otros y viceversa. Esto es un fenómeno que observamos desde muy niños... aunque muchos no seamos conscientes de ello:
Los globos llenos de gas que se venden en las ferias suben, ya que el gas utilizado para llenarlos es más ligero que el aire de nuestra atmósfera.
Los globos que hinchamos por nosotros mismos, soplándolos, caen al suelo con ligereza, ya que están llenos del mismo aire que nos rodea... más el peso del globo que lo contiene.
Hay otros casos en los que tampoco somos conscientes de que manipulamos un gas más pesado que el aire que respiramos, cómo por ejemplo sucede con el gas utilizado en las cocinas(butano, por lo general):
Este gas es más pesado que el aire y precisamente por eso se instalan unas rejillas de ventilación a nivel del suelo (o deberían instalarse), con la finalidad de qué si existe un escape de gas este pueda salir al exterior por esas rejillas y diluirse en la atmósfera disminuyendo el riesgo de intoxicación o explosión.
Sentados ya estos tres conceptos, creo que será evidente el qué, en determinadas circunstancias, bolsas de gas formadas bajo tierra en capas profundas (No entraremos ahora en los procesos de formación, cosa que se verá en el artículo sobre fuegos fatuos, no obstante uno de los más usuales es la descomposición de materia orgánica: Un fenómeno similar al que forma el carbón o el petróleo) puedan escapar a la atmósfera.
Claro qué un gas formado bajo tierra, diréis, si asciende para escapar a la atmósfera es que es ligero y, por lo tanto, no se depositará en ninguna parte... bueno, esto puede ser cierto o no:
En algunos casos si, se tratará de un gas más ligero que el aire que respiramos, pero no tiene por qué limitarse a escapar:
Puede "llenar" el techo de las oquedades por las que pase (Al igual que el humo dentro de una sala tiende a subir al techo: Por eso cuando hay un incendio se recomienda agacharse lo máximo posible e incluso arrastrarse por el suelo, ya que ese espacio cercano al suelo es el que más libre estará de humo).
En otros casos será un gas más pesado que el aire, que escapará porque movimientos geológicos han hecho que capas de la corteza terrestre lo presionen o porqué otros fenómenos de creación o liberación de gases lo han puesto bajo presión (Un ejemplo simple de un gas que se pone bajo presión lo constituiría una bolsa de gas bajo una cúpula que se va llenando de agua: Tal y cómo va entrando más y más agua en la cúpula el gas va comprimiéndose más en el espacio libre superior... a menos que encuentre una vía de escape) y cuando escape tenderá a "remansarse" en las oquedades y zonas bajas, al igual que lo haría una masa de agua que fluyese en su lugar.
La peligrosa diferencia, tanto en un caso cómo en el otro, es que existen un buen número de gases qué son INCOLOROS E INODOROS:
Es decir, qué no pueden ser vistos ni olidos.
Si el gas es tóxico sólo nos apercibiremos de su presencia cuando comencemos a estar intoxicados y cabe en lo posible que ya estemos demasiado intoxicados cómo para que el fenómeno resulte irreversible.
Si el gas no es respirable sólo nos apercibiremos de su presencia cuando sintamos ahogo al no recibir nuestros pulmones el oxigeno que precisamos y qué está contenido en el aire normal... y por lo general las personas no se dan cuenta (Al fin y al cabo tu estás "respirando", ¿No?: Llenas y vacías tus pulmones y no entiendes porqué sientes ese ahogo y ese malestar) y no son capaces de aguantar en apnea (sin oxigeno) el tiempo suficiente cómo volver atrás a una zona donde el nivel de oxigeno sea aceptable.
Existen equipos de respiración autónoma y detectores que pueden ayudarnos a apercibirnos de estos problemas o a superarlos, pero la realidad es que en el mejor de los casos estos son equipos caros, engorrosos y difíciles de conseguir.
No obstante, durante siglos los mineros del carbón han venido utilizando un truco muy elemental para prevenirse del peligro de los escapes de gas tóxico y de las bolsas de gas no respirable:
Llevar consigo un pequeño pajarillo y estar atentos a lo que le suceda.
Esto es así por la sencilla razón de que las aves tienen un metabolismo mucho más acelerado que los humanos, es decir, su corazón late más rápido, su respiración tiene una frecuencia más elevada, etc... y, por lo tanto, les afecta mucho antes que a un humano la presencia de un gas tóxico o no respirable.
Así pues, ante la duda, lo más barato y sencillo (Y casi 100% seguro si se hace correctamente) es hacerse con un pequeño pajarillo (Tampoco es cuestión de ir cargando con los 10 o 15 kilos de un pavo montaña arriba y abajo, ¿Eh?) metido un una jaula y no sólo llevarlo con nosotros si no qué, utilizando una caña o una pértiga, hacer que "vaya por delante", subiéndolo a ras del techo y bajándolo al suelo e incluso dejándolo un rato ahí antes de avanzar al siguiente tramo y retirándonos nosotros a un lugar que ya sabemos que es "seguro".
Lo fundamental en estos casos es PROCEDER LENTA Y CAUTELOSAMENTE, tomándose el tiempo que haga falta para asegurarse de que en el pasadizo, cueva u oquedad no hay ningún tipo de peligro al acecho en forma de gas tóxico o no respirable.
Espero que con esto quede claro qué LOS METALES NO DESPRENDEN GASES, pero qué, no obstante, cuando se entra bajo tierra existe el riesgo de encontrar gases tóxicos o no respirables y siempre es aconsejable proceder con extrema precaución.
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