EL CHARRO DE TRIANA

EL CHARRO DE TRIANA



Esta hitoria aconteció en el Barrio del Encino y le pasó a una pobre familia que tuvo la mala suerte de rentar una vieja Casona en ese barrio. La casa era grandísima y a la familia le extrañó el poco dinero que pedían por ella en renta.Y como la oferta era EXCELENTE, la ocuparon de inmediato: la casa en cuestión tenía casi diez habitaciones repartidas entre dos Patios y un gran corral.

Al principio, todo parecía ir normal y los nuevos habitantes poco a poco se adaptaban. Pero empezaron a suceder cosas muy raras...... Había ocasiones en que de la nada, aparecían plagas de gusanos que así como llegaban se iban. Por las noches comenzaron a escuchar sonidos muy raros en el segundo patio y se veían sombras, todo esto sucedía al parecer en los últimos dos cuartos.

Cuando comenzaron a indagar con los vecinos, estos comenzaron a mirarlos con recelo y a esquivarlos, y casi siempre les contestaban con evasivas o ignorándolos otras más, a tal grado que en poco tiempo, muy poca gente les quería hablar, los tenían como si fueses apestados; lo que era por demás muy raro aún, ya que este barrio se caracteriza por ser muy amistoso y cordial.

Todo esto era soportable hasta que una noche, la señora se encontraba recogiendo la cocina y estaba a punto de irse a dormir, cuando repentinamente, en el segundo patio se escucharon gritos y maldiciones seguidos de golpes; como si alguien se estuviese peleando dentro de la casa. Alarmada, fué a ver lo que ocurría, pero no encontró nada. Al girar sobre sí misma, para regresar a la cocina, se topó de frente con un hombre muy alto vestido todo de negro a la usanza y manera charra. Antes de que la mujer paralizada por el miedo pudiera reaccionar, éste la comenzó a golpear y a aventar hasta dejarla inconsciente.

Creyeron que alguien se había metido a robar y al descubrir al ladrón, éste la había golpeado. Por supuesto que la historia del aparecido de negro vestido de charro que a duras penas pudo contar la pobre mujer, fué desoída y descartada por completo, nadie le creyó nada de lo que decía sobre el charro negro.

Pasaron tres días y la señora aún no se reponía de los golpes recibidos, cuando escuchó a sus hijas gritar y pedir ayuda; al llegar al cuarto lo primero que vió fué a una de sus pequeñas ser sacudida por el misterioso personaje vestido de negro, pero en ese preciso momento, llegó su esposo y al percatarse de lo que secedía, se abalanzó valientemente sobre el charro para ser lanzado fuertemente por los aires contra la pared. En ese terrible instante, los muebles comenzaron a moverse, los objetos se desplazaban libremente por el aire y todo se convirtió en un caos.....

La familia, comenzó a ser golpeada e insultada brutalmente por una fuerza siniestra descomunal, descargando ciegamente su ira diabólica que parecía venir de los mismos avernos. Cuando aquello terminó abruptamente como inició, salieron de ahí lo más aprisa que pudieron y se fueron a ver al sacerdote del templo del Encino, el cual les indicó que deberían bendecir la casa cuanto antes y a la siguiente noche harían la bendición de la casa y que mientras tanto, deberían poner unos cirios benditos del día de la virgen de la "candelaria" y unas flores blancas, y recitar las oraciones que les había preparado; y que de esta manera, el espíritu ya no les haría más daño.


A la noche siguiente, el padre comenzó a bendecir la casa........ al llegar al segundo patio, se comenzaron a escuchar los pasos del charro y poco a poco se vió su silueta al contrastar con la luz de la luna llena que iluminaba el recinto. El charro negro en silencio e invitándolos a seguirlo, lentamente encaminó sus pasos hacia los dos últimos cuartos de la casa y su escalofriante aparición pareció esfumarse y perderse en una de las paredes gruesas de aquella antigua casona.

El sacerdote, siguió orando y bendiciendo la casa en cada uno de los rincones, y al volver sobre la pared donde se perdió el fantasma, el sacerdote indicó que escarbaran ahí, tal vez esperanzados en encontrar algún tesoro que puediera estar escondido en tan gruesas paredes y que el charro negro al dirigirse hacia ese lugar así lo estaría señalando. En pocos instantes se descubrió que esa gruesa tapia era un muro doble, muy ancho y de especial grosor, y en su interior se encontraba un terrorífico esqueleto encadenado a la pared, sujeto de unas argollas empotradas en el grueso muro, y efectivamente, su raída y ajada ropa consistía en un traje de charro color negro a la antigua usanza charra y de aquellos señoríos del lugar. ¡ A ESE POBRE INFELIZ LO HABIAN EMPAREDADO VIVO!.......

Tal vez ese era el motivo y origen de su incontenida ira y agresiones brutales a los moradores de la casa, quizás era la forma de cobrar venganza desde el más allá, de los escarnios y tormentos atroces por los que tuvo que pasar antes de morir al ser lapidado vivo por sus victimarios.


El esqueleto fué sacado de ahí y fué trasladado al Panteón de la Salud, en donde ahora debería descansar en santa paz............. Sin embargo, algunas personas juran y perjuran que por las noches de luna llena se puede ver la aparición de un hombre alto y delgado vestido de negro con traje de charro rondando el viejo cementerio y causando pánico al aparecerse de frente al trasnochador o valiente que osare pasar por las bardas del antiguo Panteón aún en uso y con confortables habitaciones para futuros huèspedes distinguidos.


Aguascalientes y sus Leyendas......... Víctor Eduardo Guerra Ruiz Esparza.

¡FELIZ AÑO NUEVO!.

pues que le puedo decir ya don salvador, solo gracias por estos relatos
tan amenos, y espero el siguiente

saludos aguascalientes y sus leyendas

Pues que manera tan original de asustar a los visitantes de esa casa