Historias en los túneles (no se si alguien lo puso antes)

Historias en los túneles
REDACCIÓN
NOTA PUBLICADA: 27/8/2011

La historia de los túneles en el Centro está muy arraigada entre los leoneses.

En todas las familias, los abuelos han contado historias sobre estos caminos subterráneos que enlazan a los templos. La historia más común es que en la época de la guerra Cristera fueron utilizados como refugio. Incluso, hay quienes afirman que los recovecos han servido para ocultar objetos de valor. Las anécdotas han sido llevadas a sitios en internet, como buscadoresdetesoros.com, en donde incluso se han creado foros de discusión sobre el tema de personas que aseguran ya haber entrado a explorar esos túneles. Los siguientes son algunos relatos expuestos por cibernautas que omiten sus nombres:

La leyenda del explorador

Con el paso del tiempo se ha elaborado un “mapa” de ubicación de los túneles en esta ciudad de León. Se dicen muchas cosas, por ejemplo en una ocasión escuché de un chico afortunado en la vida, tenía ‘todo’: dinero, padres amorosos, y su novia, a punto de quizás un día casarse. Se cuenta que este chico ansioso por la aventura y valiente como él solo, un día le dijo a sus familiares y amigos, que había encontrado un túnel y que se iba a aventurar en él para ver que había o encontraba. Supuestamente este joven valiente se hizo de unos tanques de oxígeno y se internó en uno de los túneles. Aquí es donde viene la parte extraña, según la persona que me platicó, dice que el chico al salir o terminar su aventura dentro del túnel, no era el mismo chico, que todo aquello que era, se terminó, que salió un muchacho medio loco, que decía cosas incoherentes, que se abandonó y quedó hecho un manojo de nervios, que nunca quiso decir qué vio, qué escuchó o que encontró… pero ya no era él. Igual podría ser una historia más de “horror” para disuadir a los futuros investigadores.

Enlaza túnel templos del Centro

Esa noche habíamos llegado apenas unos seis o siete compañeros con linternas, quinqués y algún distraído con velas. La gran puerta se abrió y el olor a humedad era penetrante y algunos gases acumulados. Bajamos una escalera y topamos con pared, y nuestra vuelta fue a la derecha y luego izquierda, no tardamos mucho en darnos cuenta que el recorrido sería en Zig Zag, es decir que nunca tendrías una marcha vertical.

Quienes la llevaban de perder era el que iba adelante como el que iba atrás por lo inesperado a lo que podrías encontrarte y el último por la oscuridad que generaba, podrías encontrar toda clase de alimañas, ratas, cucarachas, insectos, etcétera. Y algo que nos percatábamos era que conforme íbamos avanzando el polvo caía más seguido del techo y la razón era porque nos acercábamos a la calle Miguel Alemán donde era el paso de muchísimos camiones urbanos.

Yo creo que ya eran las 10 de la noche cuando decidimos regresar, ya que podríamos generar un problema al hermano quien había dado el permiso para acceder al túnel. Nuestros cálculos nos dicen que llegamos a esa calle, cercanos al templo de San Francisquito que está en el callejón Práxedis G. Guerrero donde se encuentran todas las artesanías de piel.

Pasados los años hubo una pavimentación a la calle Álvaro Obregón o Pedro Moreno y entre las calles Miguel Alemán y Aquiles Serdán se hizo una gran grieta o mina, y cuál fue la sorpresa para mí y para uno de mis amigos que acompañaba que se veía uno de los arcos que sostenía dicho túnel. Y estábamos a unos 70 metros del templo San Francisquito.

Para ese mismo año fuimos invitados a cantar las misas dominicales al templo Inmaculada de María, en la misma zona Centro, y tuvimos la oportunidad de bajar a las catacumbas y darnos cuenta que también tenía una entrada clausurada en algún lugar.

En Casa de las Monas y en el Expiatorio

En León se sabe de la existencia de túneles, que van de iglesias a iglesias y pasan por debajo de casas, estas últimas siempre bajo el esquema de la casa de alguna persona importante. Por ejemplo, por citar: Se sabe que de la Casa de las Monas hay por lo menos un túnel que puede ir hacia Catedral, Presidencia Municipal, Santuario de Guadalupe (…) Es la curiosidad la que lleva en muchas ocasiones a encontrar vestigios de cosas extrañas, citando por ejemplo el Templo Expiatorio (…) buscando hace muchos años por pura curiosidad un primo y yo dimos con unas extrañas puertas, que cerradas con cadena y su respectivo candado, daban a unos pasillos obscuros muy tenebrosos por cierto los cuales por la obscuridad que reinaba en ellos era imposible saber su largo, mas sin embargo sí la altura, ya que fácilmente podrían tener 1.80 de alto. Después de estar curioseando el lugar por espacio de dos horas o quizás más, encontramos que en algunas secciones de las catatumbas había paredes dobles, y en algunas ocasiones pudimos constatar que podría caber una persona de lado y desplazarse por entre las paredes.

Posteriormente mi primo me dice que él sabía que en la Casa de las Monas había un túnel que fue taponeado o tapiado, que se redescubrió accidentalmente”.

En las catacumbas

Para 1940-1945 mi tío el mayor falleció a los 18 años, víctima de un golpe a las costillas que generó posteriormente una hemorragia interna. Para ese entonces mi padre le seguía en orden de hermanos, y después de 5 años de su fallecimiento sus restos -como la tradición de ese entonces- era sacado y llevado a alguna catacumba de un templo.

San Francisquito estaba a la vuelta de la casa de mi abuela, y decidieron llevarlos ahí donde el sacerdote era amigo de la familia. Mi padre recuerda que el sacerdote le pidió que bajara por una pequeña escalera al piso y dejara los restos en algún nicho u espacio. Mi padre recuerda que al bajar se dio cuenta que había un túnel que pasaba por ahí, que tanto venia del Santuario y se dirigía hacia la zona centro a otros templos. Con el paso de tiempo el túnel fue clausurado con tabique y cemento; las nuevas generaciones ya no conocieron más de este túnel.

‘Aparecen’ carretas, caballos, catrín, fuego…

En la antigüedad en la ciudad de León existían unos túneles que comunicaban a ciertas iglesias entre sí, estos eran utilizados para huir de ciertos invasores. Por este terreno en el que estoy buscando atraviesa uno de estos túneles, cuentan que por estos túneles cabían hasta carretas jaladas por caballos, o sea que estaban de buen tamaño. Este terreno que yo sepa pertenecía a un francés, después lo adquirió el Gobierno para convertirlo en caballeriza municipal, más tarde lo adquirió mi abuelo, después mi padre y por último su servidor.

Mi terreno por muchos años, más de 150 fue una construcción que utilizó mi abuelo y mi padre. Después mi padre falleció y yo en parte lo modifiqué para convertirlo en locales comerciales. Desde hace bastantes años, en medio de todo ese terreno que es grande, aparecen cosas inexplicables y es por eso que decidí emprender mi búsqueda y es que se facilita porque no hay castillos ni piso, sólo algunas plantas que las arranco y queda limpia la tierra. Mucha gente dice que ahí hay un queso enterrado. Los empleados de mi padre aseguran ver carretas, caballos, un catrín, fuego.
Una vez mi hermano mayor vio cómo salía de una recámara la silueta de una persona y se desvaneció la silueta al salir de la habitación en donde se encontraba mi hermano. En otra ocasión sentí que alguien posó su mano en mi hombro y salí corriendo ya que atrás de mí sólo estaba la pared. Hay muchas cosas más que han sucedido, pero no crean que estamos locos; es más, tanto mi padre que era ingeniero y yo que soy licenciado en informática somos gente muy incrédula en este tipo de fenómenos. Mi padre se enojaba mucho con el empleado que salía corriendo desde las bodegas espantado de que había visto algo, mi padre nunca mencionó nada acerca de ver un fenómeno de esa naturaleza; él me decía que sólo le tuviera miedo a los vivos y no a los muertos, pero he decidido buscar y espero encontrar.

En este momento estoy en Leon Guanajuato, y me sorprenden tus relatos, son muy buenos.
Participo en un equipo de busqueda de tesoros y me gustaria ponernos en contacto contigo.La idea es unir esfuerzos. Yo te mando un mensaje privado . Un saludo