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La muerte de Fidel Zúñiga
Miér 05 Oct 2011, 6:26 pm
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En los ajetreados días revolucionarios pocos trabajaban los campos, y a fines de 1915, uno de estos revolucionarios o asalta caminos fue el Xoconoxtlense Fidel Zúñiga, quien asolaba la región de San Martín de Zula, Santa Clara y La Tuna. Era primo hermano de Juan Zúñiga Hermosillo, a la sazón presidente municipal de Ocotlán.
Estos pocos, muchos gavilleros los asaltaban frecuentemente. Era tan fácil alzarse y subirse armado a los cerros a pelear sin una consigna fija y sin un ideal, tan solo espoleados por el hambre, en tanto que los revolucionarios tienen principios y tienen ideales, (esa es toda la diferencia entre los gavilleros y los revolucionarios), aunque fueron muchos los que, por los alrededores se levantaron en armas, y no sabían ni ellos mismos, si eran gavilleros o revolucionarios.
El ejército hacía frecuentes razias en busca de estos bandoleros, y en una de estas partidas fueron aprehendidos Fidel y uno de sus compañeros apodado el Cojo a quienes tuvieron poco tiempo en la prisión. Una mañana temprano los sacaron con el ánimo de colgarlos, allá por el camino viejo de Zula. Encuerdados fueron llevados por la calle de Hidalgo y torcieron en las afueras del pueblo rumbo a la estación del ferrocarril. Una gran multitud se aglomeró para presenciar este acto de barbarie, que se iba haciendo tan frecuente en ese tiempo. Y cerca de las bodegas de Guaracha, el capitán de esta partida de soldados le dijo a Fidel:
-Arrepéchese por que lo vamos a fusilar.
-No me arrepecho, déjeme hablar.
-Que hablar ni que nada, le digo que se arrepeche.
-¡No me arrepecho! .
Y el capitán no esperó más, le disparó con su rifle, cayendo Fidel al suelo retorciéndose de dolor, pero aún vivo.
La gente del pueblo, que había formado un gran círculo alrededor de los soldados, se encontraba estupefacta. El capitán se acercó a Fidel y le dio el tiro de gracia. El gavillero nada más se estremeció y tras lanzar un borbotón de sangre, expiró. Los soldados se fueron, dejando el cadáver en el suelo y la gente del pueblo levantó a Fidel y se lo llevaron al Xoconoxtle, al enterarse su hermana de esta ejecución juró vengarse. Al Cojo no lo fusilaron, los soldados temían que el pueblo se les levantara al ver lo prepotentes que estaban actuando, por lo que al otro gavillero (o revolucionario) se lo trajeron nuevamente a Ocotlán y lo encerraron en la prisión.
En la tarde de ese mismo día se corrió la voz por todo el pueblo de que la gavilla de Fidel venía por el rumbo del Xoconoxtle para asaltar la presidencia y liberar al Cojo y sobre todo vengar la muerte de Fidel. Su hermana venía al frente de los bandoleros.
Los soldados inmediatamente se acuartelan y ponen vigilantes en las entradas del pueblo y dan el toque de queda, y una patrulla vigila las calles de Ocotlán, toda la gente se encierra en sus casas temiendo lo peor. Juan Zúñiga y todos los miembros del ayuntamiento, sintiéndose culpables y con miedo a la venganza por la muerte de Fidel se subieron a unas canoas y se internaron en la laguna; allí permanecieron toda la noche, y volvieron al amanecer del día siguiente.
Afortunadamente para nuestro pueblo, los bandidos no se atrevieron a venir, lo que evitó los desmanes que en otros lugares ocurrían a diario en casos similares.
Ahora sobre este Pueblo Llamado El Xoconoxtle (Antiguamente Hacienda La Purísima) en 1846 su propietario fue un Frances, según dicen le quedo el nombre del Xoconoxtle por una “Tuna” de color amarilla y como este Frances era Rubio así lo apodaban, quedándose el sobrenombre como asta la fecha lo lleva el pueblo. Aquí cabe mencionar que allá por los 80,s unos conocido que aun viven en ese pueblito se encontraron “Un Cazo” lleno de monedas, por lo que compraron lo que fue la antigua “Casa Grande” la cual hasta la fecha la habitan como casa particular, solo remodelaron la antigua Iglesia y se la dejaron al pueblo, el año pasado (2010) por estas fechas Agosto, estas mismas personas contrataron a un Grupo de Guadalajara con “Detectores” encontrando un entierro mas, este al parecer por la moneda de la época Cristera, así que solo falta encontrar los “Entierros” del Bandolero Fidel Zúñiga.
En los ajetreados días revolucionarios pocos trabajaban los campos, y a fines de 1915, uno de estos revolucionarios o asalta caminos fue el Xoconoxtlense Fidel Zúñiga, quien asolaba la región de San Martín de Zula, Santa Clara y La Tuna. Era primo hermano de Juan Zúñiga Hermosillo, a la sazón presidente municipal de Ocotlán.
Estos pocos, muchos gavilleros los asaltaban frecuentemente. Era tan fácil alzarse y subirse armado a los cerros a pelear sin una consigna fija y sin un ideal, tan solo espoleados por el hambre, en tanto que los revolucionarios tienen principios y tienen ideales, (esa es toda la diferencia entre los gavilleros y los revolucionarios), aunque fueron muchos los que, por los alrededores se levantaron en armas, y no sabían ni ellos mismos, si eran gavilleros o revolucionarios.
El ejército hacía frecuentes razias en busca de estos bandoleros, y en una de estas partidas fueron aprehendidos Fidel y uno de sus compañeros apodado el Cojo a quienes tuvieron poco tiempo en la prisión. Una mañana temprano los sacaron con el ánimo de colgarlos, allá por el camino viejo de Zula. Encuerdados fueron llevados por la calle de Hidalgo y torcieron en las afueras del pueblo rumbo a la estación del ferrocarril. Una gran multitud se aglomeró para presenciar este acto de barbarie, que se iba haciendo tan frecuente en ese tiempo. Y cerca de las bodegas de Guaracha, el capitán de esta partida de soldados le dijo a Fidel:
-Arrepéchese por que lo vamos a fusilar.
-No me arrepecho, déjeme hablar.
-Que hablar ni que nada, le digo que se arrepeche.
-¡No me arrepecho! .
Y el capitán no esperó más, le disparó con su rifle, cayendo Fidel al suelo retorciéndose de dolor, pero aún vivo.
La gente del pueblo, que había formado un gran círculo alrededor de los soldados, se encontraba estupefacta. El capitán se acercó a Fidel y le dio el tiro de gracia. El gavillero nada más se estremeció y tras lanzar un borbotón de sangre, expiró. Los soldados se fueron, dejando el cadáver en el suelo y la gente del pueblo levantó a Fidel y se lo llevaron al Xoconoxtle, al enterarse su hermana de esta ejecución juró vengarse. Al Cojo no lo fusilaron, los soldados temían que el pueblo se les levantara al ver lo prepotentes que estaban actuando, por lo que al otro gavillero (o revolucionario) se lo trajeron nuevamente a Ocotlán y lo encerraron en la prisión.
En la tarde de ese mismo día se corrió la voz por todo el pueblo de que la gavilla de Fidel venía por el rumbo del Xoconoxtle para asaltar la presidencia y liberar al Cojo y sobre todo vengar la muerte de Fidel. Su hermana venía al frente de los bandoleros.
Los soldados inmediatamente se acuartelan y ponen vigilantes en las entradas del pueblo y dan el toque de queda, y una patrulla vigila las calles de Ocotlán, toda la gente se encierra en sus casas temiendo lo peor. Juan Zúñiga y todos los miembros del ayuntamiento, sintiéndose culpables y con miedo a la venganza por la muerte de Fidel se subieron a unas canoas y se internaron en la laguna; allí permanecieron toda la noche, y volvieron al amanecer del día siguiente.
Afortunadamente para nuestro pueblo, los bandidos no se atrevieron a venir, lo que evitó los desmanes que en otros lugares ocurrían a diario en casos similares.
Ahora sobre este Pueblo Llamado El Xoconoxtle (Antiguamente Hacienda La Purísima) en 1846 su propietario fue un Frances, según dicen le quedo el nombre del Xoconoxtle por una “Tuna” de color amarilla y como este Frances era Rubio así lo apodaban, quedándose el sobrenombre como asta la fecha lo lleva el pueblo. Aquí cabe mencionar que allá por los 80,s unos conocido que aun viven en ese pueblito se encontraron “Un Cazo” lleno de monedas, por lo que compraron lo que fue la antigua “Casa Grande” la cual hasta la fecha la habitan como casa particular, solo remodelaron la antigua Iglesia y se la dejaron al pueblo, el año pasado (2010) por estas fechas Agosto, estas mismas personas contrataron a un Grupo de Guadalajara con “Detectores” encontrando un entierro mas, este al parecer por la moneda de la época Cristera, así que solo falta encontrar los “Entierros” del Bandolero Fidel Zúñiga.
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