Los cuatro tesoros de Atahualpa.
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Los cuatro tesoros de Atahualpa.
Dom 28 Sep 2008, 3:05 pm
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LOS CUATRO TESOROS DE ATAHUALPA
Cuando Pizarro llego a las cercanías de Cajamarca tuvo el buen cuidado de enviar a dos de los suyos a parlamentar con Atahualpa, que acepto recibirlo al día siguiente. Junto al Inca estaba el General Rumiñahui, hombre viejo y experimentado, que había combatido desde los tiempos de Huayna Cápac, que no creía en la sinceridad de los extranjeros y aconsejaba desconfiar. Llegado el momento de la reunión, el Padre Valverde se adelantó y presentó una Biblia. Atahualpa la tomó con curiosidad y no sabiendo de qué se trataba pensó que se estaban burlando con un regalo tan pobre, indigno de su real persona y la arrojó al suelo. Entonces Valverde dio la señal convenida y se realizó la mayor traición que registra la historia de Sudamérica siendo apresado Atahualpa y muriendo muchísimos caballeros de su cortejo, desprevenidos y desarmados sobre todo este último, que ha sido silenciado por los historiadores.
Rumiñahui no se encontraba lejos y al oír el ruido de la artillería española salió hacia el norte con cerca de 5.000 guerreros que tenia a su mando y sin ayudar a su monarca. Con esta tropa llegó a Quito, capital del reino y llamándose apoderado del Inca depuso al Cacique Cozopanga haciéndose entregar los tesoros. Poco después Atahualpa los solicitó para pagar su rescate pero Rumiñahui se negó a devolverlos, aduciendo que de cualquier forma el Inca moriría a manos de los extranjeros y que era mejor conservar el oro lejos de tan ambiciosos hombres.
Un hermano de Atahualpa llamado Illiscacha, en español Illescas, viajó a Liribamba, Capital de Puruhá y tomó el oro del templo y del palacio, entregándolo a Fernando Pizarro que estaba cerca de Cajamarca. Sin embargo no tuvo corazón para ver a su hermano en prisión y regresó a Quito donde permanecían los hijos menores del Inca, con peligro de muerte,por la ambición de Rumiñahuy.
Cori Duchicela, hermana y mujer de Atahualpa y señora de mucho entendimiento, vivía en Quito con su hijo mayor Hualpa Cápac y cuando conoció la noticia de la muerte de su esposo, pidió a Rumiñahuy que la entierre junto al cadáver de Atahualpa, que había sido llevado de regreso a Quito; luego se quitó la vida y con este motivo se oficiaron solemnes honras a las que asistieron los parientes de la Casa Real y cuando todos estaban embriagados, Rumiñahuy apresó a Illiscacha amarrándole a una estaca y delante suyo hizo pasar a cuchillo a más de 200 parientes consanguíneos de Atahualpa, por el lado materno, exterminando a la alta nobleza indígena quiteña.
A continuación acabó con los hijos del emperador que eran muchos y con todas sus mujeres y concubinas que pudieran estar embarazadas, finalizando con Illiscacha al que ahorcó con sus propias manos y sacándole por entero la piel hizo un tambor sobre el que clavó su calavera.
RUMIÑAHUY UNICO DICTADOR
Sin competidores por el momento, Rumiñahuy se sintió fuerte en sus crímenes y se hizo jurar y reconocer por soberano, convirtiendo el templo del sol ubicado en la cima del monte Panecillo en un verdadero harén. Más de cien doncellas de las primeras clases sociales del reino de Quito, que allí vivían dedicadas a bordar y tejer telas para el Inca y saludar al dios sol todos los días, pasaron en poco tiempo, de doncellas a concubinas, cambiando sus papeles de vírgenes puras por señoras de un General, que por algo era llamado "Cara de Piedra."
PICARDIA DEL CACIQUE DE OTAVALO
Mientras tanto las noticias volaban por las sierras, unos contaban que Atahualpa había muerto en Cajamarca y su cadáver había sido sepultado en Quito con los de sus parientes asesinados por Rumiñahuy; otros afirmaban que un grueso ejército de españoles se avecinaba por el sur y en fin nadie sabía a qué atenerse y las gentes vivían en constante zozobra, esperando encontrar a Rumiñahuy o a los extranjeros en cualquier momento.
Por el norte de Quito, en la actual región de Imbabura, habitaba un inteligente y joven Cacique, Régulo de los Indios de Otavalo, que discurrió hacer una buena pasada a sus vecinos los de Caranqui. Hizo disfrazar a sus indios de españoles con ropas confeccionadas a propósito y les montó sobre un numeroso grupo de llamas remedando en todo a los extranjeros. Con ellos avanzó por la noche hasta Caranqui, donde es fama que existía mucho oro, adelantando a varias familias que lloraban y huían de los cristianos que los perseguían a corta distancia para matarlos.
Grande fue el susto en Caranqui y algunos pensaban huir en tropel a pesar de lo avanzado de la hora; cuando, de pronto, oyeron ruidos y vieron a lo lejos que el enemigo venía al galope en medio de gritos de combate, lo que hizo que en pocos minutos no quedara un indio en la población, huyendo a los montes vecinos y abandonando sus pertenencias, que fueron robadas por el Cacique de Otavalo y sus seudos militares que regresaron a Otavalo cargados de suntuosos bienes. Repuestos de la sorpresa los fugitivos, se enteraron con espías de cuánto habla sucedido y el Padre Juan de Velasco afirma que fue tanto su sentimiento, que hasta el siglo XVIII, fecha en que el jesuita escribe su Historia, nada había que les pudiera disgustar más que el recuerdo de esta aventura.
EL COTOPAXI DECIDE LA GUERRA
A todo esto Rumiñahui estaba en Liribamba, capital de Puruhá, donde el Gobernador Calicuchima aumentó sus fuerzas con 4.000 hombres; los Cañaris, en cambio se asustaron con su presencia y enviaron delegados a San Miguel de Piura para implorar la ayuda de Benalcázar, pues todo era preferible a la dictadura de Rumiñahuy. Los españoles avanzaron al Cañar en 1534 y poco después se avistaron los ejércitos, el indiano y el cristiano, en Tiocajas, teniendo Benalcázar el buen cuidado de hacerse guiar por los cañaris para no caer en los lazos y asechanzas de Rumiñahuy, que había preparado numerosas trampas de púas y lazos corredizos para debilitarlo, descalabrando a los caballos.
Con Benalcázar combatían numerosos españoles de los primeros conquistadores de Perú, entre ellos el Capitán Juan de Ampudia, que hizo quemar vivo al Cacique Chapera, porque no le quizo decir dónde tenía una supuesta cantidad de objetos de oro que se creía que estaba ocultando. Enfrentados los ejércitos, la batalla fue reñidísima y llego la noche sin que ninguno de los bandos se anotara la victoria y hubiera sido fatal para los españoles de no haber ocurrido una erupción en el volcán Cotopaxi, que a media noche se hizo sentir por medio de sordos ruidos subterráneos que aterrorizaron a los indios y estos abandonaron el campo. Esta fue la segunda erupción del Cotopaxi en menos de un año; la primera ocurrió la víspera de la prisión de Atahualpa en Cajamarca.
Los españoles tampoco la pasaron bien porque el terremoto y luego las lluvias persistentes y continuas cenizas les hizo mal efecto, debilitando sus ya extenuadas fuerzas. Por esta época Cachulima, señor de Cacha y hermano menor de Calicuchima, se convirtió al cristianismo con el nombre de Marco Duchicela, dando ejemplo a los principales señores de Puruhá, que le imitaron. Este Cachulima era hombre pacífico y sensato, de escaso espíritu guerrero y amigo de la paz más que de cualquier otra ocupación, querido y apreciado por todos. Con el paso del tiempo hizo amistad con Benalcázar y teniendo éste que marchar a Colombia a conquistar El Dorado, es fama que le preguntó: Cachulima, amigo mío ¿Qué regalos deseas?
Solamente que me dejes un sacerdote en Cacha, para que adoctrine a los míos y nos ayude en el camino de Dios....
Ante respuesta tan sencilla como desinteresada, Benalcázar abrazó a Cachulima y le dejó un sacerdote franciscano para que lo acompañare algún tiempo. De este Cachulima descienden los caciques de apellido Duchicela, que hasta hoy se conservan en nuestra patria y se titulan pretendientes al trono del Tahuantisuyo; cuando nada tienen que hacer con los Incas, por ser emparentados con Atahualpa solo por la tama materna.
ULTIMA RESISTENCIA DE RUMIÑAHUY
Después de la batalla de Tiocajas Rumiñahuy escapó de Liribamba, donde todo lo destruyó, mientras Benalcázar se guarecía de la erupción volcánica. El templo del sol estaba casi desprovisto de joyas por haber sido saqueado por el Inca Illiscacha o Illescas para pagar el rescate de su hermano Atahualpa. Lo poco que quedaba lo tomó Rumiñahuy, luego incendió la población y huyó al norte. Las vírgenes del sol pasaban de 150, fueron liberadas y sueltas en las calles y cada cual tomó su portante en espera de alguna aventura en esta nueva vida que se les abría, cuando ya muchas no tenían mayores esperanzas por haber envejecido en siempre ridícula la esclavitud religiosa.
Luego pasó a Mocha donde no encontró al Gobernador Zopozapanqui, que había huido con el pretexto de no se qué comisión en los campos y tras incendiar esta población, hizo igual en Mullchambato y por último, cansado de tanta sangre y destrucción, entró en Quito, visitó el templo del sol convertido en su harem personal y dijo;
- Señoras, alegraos, ya vienen los cristianos y ustedes gozarán con ellos de sus deleites.
Algunas bobaliconas se rieron y fueron pasadas a cuchillo en presencia de las otras. De allí en adelante ninguna se rió ni con el más gracioso chiste y con razón digo yo, que cuando las cosas se ponen tan serias no es para menos. En Quito Rumiñahuy lo destruyó todo, quemando los restos, y habiendo salido hacia el norte y viendo que aún no llegaban los españoles, volvió a entrar para arrasar aún con los escombros, para que no se sepa ni el lugar donde dicho tambo estuvo situado. Cuéntase que Benalcazar sólo pudo obtener un enorme sol de oro que los indios no sacaron del templo del Panecillo, por ser demasiado pesado y de grandes dimensiones.
FIN DE RUMIÑAHUY Y ORIGEN DE SU LEYENDA
Algunos cronistas indican que este General se internó por las lejanías del monte que hasta hoy lleva su nombre, viviendo en lo profundo de esas espesuras sin volver a salir, que meses después murió de nostalgia y su pequeño contingente se dispersó y que antes de morir hizo enterrar en un lugar hasta hoy desconocido las riquezas que pudo reunir en Puruhá y Quito. Otros, quizás más informados, indican que no fue solamente en un sitio donde enterró el tesoro, sino que lo mandó a guardar en varios sitios ubicados en distintas direcciones:
PRIMER TESORO: DE CANTUÑA
"Muy de mañana se sale de Quito, siguiendo el antiguo camino del Inca, hasta la Parroquia de Chillogallo y por ésta; tomando el camino de San Juan, hasta llegar al picacho más elevado del Atacazo, donde se mirará a los dos montes Ninahuilcas y por la derecha hasta una quebrada profunda y nuevamente por la derecha hasta el puente de socabón y río Canchacoto y mirando a este pueblo, hasta tres arroyos y por la derecha, allí hay mucho oro en polvo con joyas de las más variadas clases, que se puede coger por palas y llenar cientos de bolsas."
Este derrotero fue dado por el indio Cantuña, descendiente de un guerrero de Rumiñahuy, a su protector el español Hernando Juárez y luego a los padres Franciscanos de Quito que construyeron la famosa Capilla de Cantuña con parte del dinero descubierto. El 26 de mayo de 1770 el Indio José Bamacho escribió el derrotero en quechua para un compadre; éste, a su muerte, entregó el original a un pariente y éste a su hijo y éste sucesivamente a dos señoras de Quito, hasta que el 24 de septiembre de 1927 lo protocolizó un señor Cueva de la capital.
Hay un segundo derrotero para llegar al mismo sitio. Se originó de otra versión dada por Barnacho en 1775 a Gabriel Hidalgo, con ocasión de haber regalado el oro necesario para la fundición de una custodia para la Iglesia de Chillogallo. Esta versión está en quechua y español y la traducción corrió a cargo del Padre Ricardo Vásconez, jesuíta, entre los años 1926 y 1927.
SEGUNDO TESORO: DE QUINIARES Y TUMIANUMA
Lo descubrió en Loja, en el siglo XVII, un caballero español de modestos recursos que desenterró una huaca en la hacienda "Solanda" de su propiedad. Años después era tanta su riqueza, que su nieto Antonio Sánchez de Orellana y Ramírez de Arellano obtuvo en 1700, de Carlos II, Rey de España, el título de Marqués de Solanda, con el Vizcondado previo de Santa Cruz. Para conseguir esta prerrogativa probó a su majestad poseer la suma de 200.000 pesos de oro, heredados de su abuelo, en bienes vinculados a la familia y como no eran nobles estos Sánchez, recién el 20 de julio de 1715 lograron Real Carta Ejecutoria de Nobleza e Hidalguía, que les confirió Felipe V, Rey de España, en premio a los servicios prestados en el gobierno de la Provincia de Mainas.
De estos Sánchez de Orellana descendía Doña Mariana Carcelen y Larrea, mencionada como heredera de los marquesados o simplemente como Marquesa de Solanda y Villarica, mujer del Mariscal de Ayacucho, con quien se casó en Quito.
TERCER TESORO: DE LOS LLANGANATIS
Ubicado en una inaccesible región boscosa de la cordillera oriental de los Andes, en medio de varias lagunas situadas a más de 4.500 metros de altura. A este tesoro se lo vincula con la legendaria civilización de los "Shabelas" y para llegar a él existen varios caminos o derroteros, siendo los más famosos: a) El de Valverde, el más completo y b) El del libro "Becerro de Oro" que actualmente se encuentra en la Biblioteca del Colegio "Vicente León" de Latacunga, a disposición de cualquier interesado en su lectura. Quien quiera conocer más a fondo sobre este tesoro puede consultar la obra: "Llanganati" de Luciano Andrade Marín, cuya segunda edición salió en Quito en 1970, por haberse agotado la primera.
Para llegar a los Llanganatís hay que entrar por Píllaro de donde eran Atis o Régulos, los Pillahuasos, antepasados de Rumiñahuy.
CUARTO TESORO: DE NICSAG.
También llamado de la Nariz del Diablo del ferrocarril, que se dice esta enterrado en la quebrada de la población de Nicsag. Las más autorizadas versiones sobre este fabuloso tesoro las trae el doctor Silverio Torres de Sibambe y el indígena Gregorio Boina de Nicsag.
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LOS CUATRO TESOROS DE ATAHUALPA
Cuando Pizarro llego a las cercanías de Cajamarca tuvo el buen cuidado de enviar a dos de los suyos a parlamentar con Atahualpa, que acepto recibirlo al día siguiente. Junto al Inca estaba el General Rumiñahui, hombre viejo y experimentado, que había combatido desde los tiempos de Huayna Cápac, que no creía en la sinceridad de los extranjeros y aconsejaba desconfiar. Llegado el momento de la reunión, el Padre Valverde se adelantó y presentó una Biblia. Atahualpa la tomó con curiosidad y no sabiendo de qué se trataba pensó que se estaban burlando con un regalo tan pobre, indigno de su real persona y la arrojó al suelo. Entonces Valverde dio la señal convenida y se realizó la mayor traición que registra la historia de Sudamérica siendo apresado Atahualpa y muriendo muchísimos caballeros de su cortejo, desprevenidos y desarmados sobre todo este último, que ha sido silenciado por los historiadores.
Rumiñahui no se encontraba lejos y al oír el ruido de la artillería española salió hacia el norte con cerca de 5.000 guerreros que tenia a su mando y sin ayudar a su monarca. Con esta tropa llegó a Quito, capital del reino y llamándose apoderado del Inca depuso al Cacique Cozopanga haciéndose entregar los tesoros. Poco después Atahualpa los solicitó para pagar su rescate pero Rumiñahui se negó a devolverlos, aduciendo que de cualquier forma el Inca moriría a manos de los extranjeros y que era mejor conservar el oro lejos de tan ambiciosos hombres.
Un hermano de Atahualpa llamado Illiscacha, en español Illescas, viajó a Liribamba, Capital de Puruhá y tomó el oro del templo y del palacio, entregándolo a Fernando Pizarro que estaba cerca de Cajamarca. Sin embargo no tuvo corazón para ver a su hermano en prisión y regresó a Quito donde permanecían los hijos menores del Inca, con peligro de muerte,por la ambición de Rumiñahuy.
Cori Duchicela, hermana y mujer de Atahualpa y señora de mucho entendimiento, vivía en Quito con su hijo mayor Hualpa Cápac y cuando conoció la noticia de la muerte de su esposo, pidió a Rumiñahuy que la entierre junto al cadáver de Atahualpa, que había sido llevado de regreso a Quito; luego se quitó la vida y con este motivo se oficiaron solemnes honras a las que asistieron los parientes de la Casa Real y cuando todos estaban embriagados, Rumiñahuy apresó a Illiscacha amarrándole a una estaca y delante suyo hizo pasar a cuchillo a más de 200 parientes consanguíneos de Atahualpa, por el lado materno, exterminando a la alta nobleza indígena quiteña.
A continuación acabó con los hijos del emperador que eran muchos y con todas sus mujeres y concubinas que pudieran estar embarazadas, finalizando con Illiscacha al que ahorcó con sus propias manos y sacándole por entero la piel hizo un tambor sobre el que clavó su calavera.
RUMIÑAHUY UNICO DICTADOR
Sin competidores por el momento, Rumiñahuy se sintió fuerte en sus crímenes y se hizo jurar y reconocer por soberano, convirtiendo el templo del sol ubicado en la cima del monte Panecillo en un verdadero harén. Más de cien doncellas de las primeras clases sociales del reino de Quito, que allí vivían dedicadas a bordar y tejer telas para el Inca y saludar al dios sol todos los días, pasaron en poco tiempo, de doncellas a concubinas, cambiando sus papeles de vírgenes puras por señoras de un General, que por algo era llamado "Cara de Piedra."
PICARDIA DEL CACIQUE DE OTAVALO
Mientras tanto las noticias volaban por las sierras, unos contaban que Atahualpa había muerto en Cajamarca y su cadáver había sido sepultado en Quito con los de sus parientes asesinados por Rumiñahuy; otros afirmaban que un grueso ejército de españoles se avecinaba por el sur y en fin nadie sabía a qué atenerse y las gentes vivían en constante zozobra, esperando encontrar a Rumiñahuy o a los extranjeros en cualquier momento.
Por el norte de Quito, en la actual región de Imbabura, habitaba un inteligente y joven Cacique, Régulo de los Indios de Otavalo, que discurrió hacer una buena pasada a sus vecinos los de Caranqui. Hizo disfrazar a sus indios de españoles con ropas confeccionadas a propósito y les montó sobre un numeroso grupo de llamas remedando en todo a los extranjeros. Con ellos avanzó por la noche hasta Caranqui, donde es fama que existía mucho oro, adelantando a varias familias que lloraban y huían de los cristianos que los perseguían a corta distancia para matarlos.
Grande fue el susto en Caranqui y algunos pensaban huir en tropel a pesar de lo avanzado de la hora; cuando, de pronto, oyeron ruidos y vieron a lo lejos que el enemigo venía al galope en medio de gritos de combate, lo que hizo que en pocos minutos no quedara un indio en la población, huyendo a los montes vecinos y abandonando sus pertenencias, que fueron robadas por el Cacique de Otavalo y sus seudos militares que regresaron a Otavalo cargados de suntuosos bienes. Repuestos de la sorpresa los fugitivos, se enteraron con espías de cuánto habla sucedido y el Padre Juan de Velasco afirma que fue tanto su sentimiento, que hasta el siglo XVIII, fecha en que el jesuita escribe su Historia, nada había que les pudiera disgustar más que el recuerdo de esta aventura.
EL COTOPAXI DECIDE LA GUERRA
A todo esto Rumiñahui estaba en Liribamba, capital de Puruhá, donde el Gobernador Calicuchima aumentó sus fuerzas con 4.000 hombres; los Cañaris, en cambio se asustaron con su presencia y enviaron delegados a San Miguel de Piura para implorar la ayuda de Benalcázar, pues todo era preferible a la dictadura de Rumiñahuy. Los españoles avanzaron al Cañar en 1534 y poco después se avistaron los ejércitos, el indiano y el cristiano, en Tiocajas, teniendo Benalcázar el buen cuidado de hacerse guiar por los cañaris para no caer en los lazos y asechanzas de Rumiñahuy, que había preparado numerosas trampas de púas y lazos corredizos para debilitarlo, descalabrando a los caballos.
Con Benalcázar combatían numerosos españoles de los primeros conquistadores de Perú, entre ellos el Capitán Juan de Ampudia, que hizo quemar vivo al Cacique Chapera, porque no le quizo decir dónde tenía una supuesta cantidad de objetos de oro que se creía que estaba ocultando. Enfrentados los ejércitos, la batalla fue reñidísima y llego la noche sin que ninguno de los bandos se anotara la victoria y hubiera sido fatal para los españoles de no haber ocurrido una erupción en el volcán Cotopaxi, que a media noche se hizo sentir por medio de sordos ruidos subterráneos que aterrorizaron a los indios y estos abandonaron el campo. Esta fue la segunda erupción del Cotopaxi en menos de un año; la primera ocurrió la víspera de la prisión de Atahualpa en Cajamarca.
Los españoles tampoco la pasaron bien porque el terremoto y luego las lluvias persistentes y continuas cenizas les hizo mal efecto, debilitando sus ya extenuadas fuerzas. Por esta época Cachulima, señor de Cacha y hermano menor de Calicuchima, se convirtió al cristianismo con el nombre de Marco Duchicela, dando ejemplo a los principales señores de Puruhá, que le imitaron. Este Cachulima era hombre pacífico y sensato, de escaso espíritu guerrero y amigo de la paz más que de cualquier otra ocupación, querido y apreciado por todos. Con el paso del tiempo hizo amistad con Benalcázar y teniendo éste que marchar a Colombia a conquistar El Dorado, es fama que le preguntó: Cachulima, amigo mío ¿Qué regalos deseas?
Solamente que me dejes un sacerdote en Cacha, para que adoctrine a los míos y nos ayude en el camino de Dios....
Ante respuesta tan sencilla como desinteresada, Benalcázar abrazó a Cachulima y le dejó un sacerdote franciscano para que lo acompañare algún tiempo. De este Cachulima descienden los caciques de apellido Duchicela, que hasta hoy se conservan en nuestra patria y se titulan pretendientes al trono del Tahuantisuyo; cuando nada tienen que hacer con los Incas, por ser emparentados con Atahualpa solo por la tama materna.
ULTIMA RESISTENCIA DE RUMIÑAHUY
Después de la batalla de Tiocajas Rumiñahuy escapó de Liribamba, donde todo lo destruyó, mientras Benalcázar se guarecía de la erupción volcánica. El templo del sol estaba casi desprovisto de joyas por haber sido saqueado por el Inca Illiscacha o Illescas para pagar el rescate de su hermano Atahualpa. Lo poco que quedaba lo tomó Rumiñahuy, luego incendió la población y huyó al norte. Las vírgenes del sol pasaban de 150, fueron liberadas y sueltas en las calles y cada cual tomó su portante en espera de alguna aventura en esta nueva vida que se les abría, cuando ya muchas no tenían mayores esperanzas por haber envejecido en siempre ridícula la esclavitud religiosa.
Luego pasó a Mocha donde no encontró al Gobernador Zopozapanqui, que había huido con el pretexto de no se qué comisión en los campos y tras incendiar esta población, hizo igual en Mullchambato y por último, cansado de tanta sangre y destrucción, entró en Quito, visitó el templo del sol convertido en su harem personal y dijo;
- Señoras, alegraos, ya vienen los cristianos y ustedes gozarán con ellos de sus deleites.
Algunas bobaliconas se rieron y fueron pasadas a cuchillo en presencia de las otras. De allí en adelante ninguna se rió ni con el más gracioso chiste y con razón digo yo, que cuando las cosas se ponen tan serias no es para menos. En Quito Rumiñahuy lo destruyó todo, quemando los restos, y habiendo salido hacia el norte y viendo que aún no llegaban los españoles, volvió a entrar para arrasar aún con los escombros, para que no se sepa ni el lugar donde dicho tambo estuvo situado. Cuéntase que Benalcazar sólo pudo obtener un enorme sol de oro que los indios no sacaron del templo del Panecillo, por ser demasiado pesado y de grandes dimensiones.
FIN DE RUMIÑAHUY Y ORIGEN DE SU LEYENDA
Algunos cronistas indican que este General se internó por las lejanías del monte que hasta hoy lleva su nombre, viviendo en lo profundo de esas espesuras sin volver a salir, que meses después murió de nostalgia y su pequeño contingente se dispersó y que antes de morir hizo enterrar en un lugar hasta hoy desconocido las riquezas que pudo reunir en Puruhá y Quito. Otros, quizás más informados, indican que no fue solamente en un sitio donde enterró el tesoro, sino que lo mandó a guardar en varios sitios ubicados en distintas direcciones:
PRIMER TESORO: DE CANTUÑA
"Muy de mañana se sale de Quito, siguiendo el antiguo camino del Inca, hasta la Parroquia de Chillogallo y por ésta; tomando el camino de San Juan, hasta llegar al picacho más elevado del Atacazo, donde se mirará a los dos montes Ninahuilcas y por la derecha hasta una quebrada profunda y nuevamente por la derecha hasta el puente de socabón y río Canchacoto y mirando a este pueblo, hasta tres arroyos y por la derecha, allí hay mucho oro en polvo con joyas de las más variadas clases, que se puede coger por palas y llenar cientos de bolsas."
Este derrotero fue dado por el indio Cantuña, descendiente de un guerrero de Rumiñahuy, a su protector el español Hernando Juárez y luego a los padres Franciscanos de Quito que construyeron la famosa Capilla de Cantuña con parte del dinero descubierto. El 26 de mayo de 1770 el Indio José Bamacho escribió el derrotero en quechua para un compadre; éste, a su muerte, entregó el original a un pariente y éste a su hijo y éste sucesivamente a dos señoras de Quito, hasta que el 24 de septiembre de 1927 lo protocolizó un señor Cueva de la capital.
Hay un segundo derrotero para llegar al mismo sitio. Se originó de otra versión dada por Barnacho en 1775 a Gabriel Hidalgo, con ocasión de haber regalado el oro necesario para la fundición de una custodia para la Iglesia de Chillogallo. Esta versión está en quechua y español y la traducción corrió a cargo del Padre Ricardo Vásconez, jesuíta, entre los años 1926 y 1927.
SEGUNDO TESORO: DE QUINIARES Y TUMIANUMA
Lo descubrió en Loja, en el siglo XVII, un caballero español de modestos recursos que desenterró una huaca en la hacienda "Solanda" de su propiedad. Años después era tanta su riqueza, que su nieto Antonio Sánchez de Orellana y Ramírez de Arellano obtuvo en 1700, de Carlos II, Rey de España, el título de Marqués de Solanda, con el Vizcondado previo de Santa Cruz. Para conseguir esta prerrogativa probó a su majestad poseer la suma de 200.000 pesos de oro, heredados de su abuelo, en bienes vinculados a la familia y como no eran nobles estos Sánchez, recién el 20 de julio de 1715 lograron Real Carta Ejecutoria de Nobleza e Hidalguía, que les confirió Felipe V, Rey de España, en premio a los servicios prestados en el gobierno de la Provincia de Mainas.
De estos Sánchez de Orellana descendía Doña Mariana Carcelen y Larrea, mencionada como heredera de los marquesados o simplemente como Marquesa de Solanda y Villarica, mujer del Mariscal de Ayacucho, con quien se casó en Quito.
TERCER TESORO: DE LOS LLANGANATIS
Ubicado en una inaccesible región boscosa de la cordillera oriental de los Andes, en medio de varias lagunas situadas a más de 4.500 metros de altura. A este tesoro se lo vincula con la legendaria civilización de los "Shabelas" y para llegar a él existen varios caminos o derroteros, siendo los más famosos: a) El de Valverde, el más completo y b) El del libro "Becerro de Oro" que actualmente se encuentra en la Biblioteca del Colegio "Vicente León" de Latacunga, a disposición de cualquier interesado en su lectura. Quien quiera conocer más a fondo sobre este tesoro puede consultar la obra: "Llanganati" de Luciano Andrade Marín, cuya segunda edición salió en Quito en 1970, por haberse agotado la primera.
Para llegar a los Llanganatís hay que entrar por Píllaro de donde eran Atis o Régulos, los Pillahuasos, antepasados de Rumiñahuy.
CUARTO TESORO: DE NICSAG.
También llamado de la Nariz del Diablo del ferrocarril, que se dice esta enterrado en la quebrada de la población de Nicsag. Las más autorizadas versiones sobre este fabuloso tesoro las trae el doctor Silverio Torres de Sibambe y el indígena Gregorio Boina de Nicsag.
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- cholo manabaExperto del Foro
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Frase Célebre : Cuidado con lo que deseas... se te puede cumplir!
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Re: Los cuatro tesoros de Atahualpa.
Sáb 09 Ene 2010, 10:06 am
Saludos amigo Pedro,
Soy Giancarlo, ecuatoriano, y leí tu relato. Lamentablemente esta lleno de impresiciones y situaciones ofensivas. El primer error en tu relato indica que Rumiñahui (y no Rumiñahuy) se encontraba junto a Atahualpa cuando fué apresado, luego dice que estaba cerca y que escucho artilleria española - donde estaba Rumiñahui en realidad? Segun nuestra historia, Rumiñahui NO fue traidor ni ejecutó a los miembros de la familia real. Fueron los españoles (generalizando) para impedir una revuelta y restitucion del poder a los descendientes del cacique. Te agradeceré que corrijas ese relato o lo elimines, para evitar que informacion erronea se divulgue. Mi correo electronico es gzanchi@hotmail.com. Gracias por tu atencion.
Soy Giancarlo, ecuatoriano, y leí tu relato. Lamentablemente esta lleno de impresiciones y situaciones ofensivas. El primer error en tu relato indica que Rumiñahui (y no Rumiñahuy) se encontraba junto a Atahualpa cuando fué apresado, luego dice que estaba cerca y que escucho artilleria española - donde estaba Rumiñahui en realidad? Segun nuestra historia, Rumiñahui NO fue traidor ni ejecutó a los miembros de la familia real. Fueron los españoles (generalizando) para impedir una revuelta y restitucion del poder a los descendientes del cacique. Te agradeceré que corrijas ese relato o lo elimines, para evitar que informacion erronea se divulgue. Mi correo electronico es gzanchi@hotmail.com. Gracias por tu atencion.
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Re: Los cuatro tesoros de Atahualpa.
Jue 04 Mar 2010, 6:57 pm
cholo manaba escribió:Saludos amigo Pedro,
Soy Giancarlo, ecuatoriano, y leí tu relato. Lamentablemente esta lleno de impresiciones y situaciones ofensivas. El primer error en tu relato indica que Rumiñahui (y no Rumiñahuy) se encontraba junto a Atahualpa cuando fué apresado, luego dice que estaba cerca y que escucho artilleria española - donde estaba Rumiñahui en realidad? Segun nuestra historia, Rumiñahui NO fue traidor ni ejecutó a los miembros de la familia real. Fueron los españoles (generalizando) para impedir una revuelta y restitucion del poder a los descendientes del cacique. Te agradeceré que corrijas ese relato o lo elimines, para evitar que informacion erronea se divulgue. Mi correo electronico es gzanchi@hotmail.com. Gracias por tu atencion.
Disculpa la respuesta tardía Giancarlo, pero no son mis palabras, esta tomado de la página Ecuador Profundo:
http://www.ecuadorprofundo.com/tomos/tomo1/l19.htm
El autor es:
"Rodolfo Pérez Pimentel, Guayaquil, 1.939, Historiador y Biógrafo
del Ecuador.
Autor de varias obras de notable interés para el conocimiento
de los hechos y personajes del Ecuador.
Cronista Vitalicio de su ciudad y Miembro de la Academia Nacional
de Historia."
Saludos.
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- cholo manabaExperto del Foro
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Re: Los cuatro tesoros de Atahualpa.
Vie 05 Mar 2010, 9:18 am
Saludos,
Esta es una prueba mas de que nunca faltan detractores mal informados que tergiversan la historia.... no todo lo que se lee es verdad, ni porque lo digan varios es decreto. Hace algunos años la enciclopedia Encarta indicaba que el Rio Guayas, en la ciudad de Guayaquil, marcaba el limite territorial entre Ecuador y Perú, mencionando que Guayaquil y dos provincias ecuatorianas pertenecian al Perú.... ya corrigieron ese error. Este autor, desde 1939, va a ser dificil que corrija esa impresicion historica. Algun mexicanito podria decir que Pancho Villa descubrió America (estoy exagerando... jejeje). En todo caso estoy leyendo todo el texto para conocer algo mas. En toda historia hay transfondos e informacion que llena lagunas. Una referencia muy interesante son los relatos de Pedro Cieza de Leon, donde incluso existe un mapa de la ruta del mayor de los cargamentos de plata que iban a ser entregados a los españoles, y que fué escondido por Rumiñahui. Menciona que efectivamente destruyó el templo mayor de Quito y quemó la ciudad, pero lo hizo ante el avance incontenible de los españoles, y prefirió destruir todo antes de la invasion.
Esta es una prueba mas de que nunca faltan detractores mal informados que tergiversan la historia.... no todo lo que se lee es verdad, ni porque lo digan varios es decreto. Hace algunos años la enciclopedia Encarta indicaba que el Rio Guayas, en la ciudad de Guayaquil, marcaba el limite territorial entre Ecuador y Perú, mencionando que Guayaquil y dos provincias ecuatorianas pertenecian al Perú.... ya corrigieron ese error. Este autor, desde 1939, va a ser dificil que corrija esa impresicion historica. Algun mexicanito podria decir que Pancho Villa descubrió America (estoy exagerando... jejeje). En todo caso estoy leyendo todo el texto para conocer algo mas. En toda historia hay transfondos e informacion que llena lagunas. Una referencia muy interesante son los relatos de Pedro Cieza de Leon, donde incluso existe un mapa de la ruta del mayor de los cargamentos de plata que iban a ser entregados a los españoles, y que fué escondido por Rumiñahui. Menciona que efectivamente destruyó el templo mayor de Quito y quemó la ciudad, pero lo hizo ante el avance incontenible de los españoles, y prefirió destruir todo antes de la invasion.
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- cholo manabaExperto del Foro
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Re: Los cuatro tesoros de Atahualpa.
Sáb 03 Abr 2010, 5:38 am
Me atrevo a realizar una actualizacion referente a este tema: Despues de comunicarme con el escritor Rodolfo Perez Pimentel, admitió (en un e-mail) que su fuente de informacion estuvo parcializada, pues los Cronistas de Las Indias tenian antipatia por Rumiñahui.
Solicito al Dr. Cantu incluya esta mencion en su relato original.
Una equivocacion mia: En en libro se le llama Rumiñahuy, asi que debo asumir que como la forma de hablar y escribir cambia con el tiempo, esa referencia es correcta. Actualmente se le conoce como Rumiñahui, pero no puedo definir el nombre original o cuantos cambios habrian.
Solicito al Dr. Cantu incluya esta mencion en su relato original.
Una equivocacion mia: En en libro se le llama Rumiñahuy, asi que debo asumir que como la forma de hablar y escribir cambia con el tiempo, esa referencia es correcta. Actualmente se le conoce como Rumiñahui, pero no puedo definir el nombre original o cuantos cambios habrian.
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- Edwin López
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Re: Los cuatro tesoros de Atahualpa.
Mar 20 Ago 2019, 7:31 pm
Saludos me llamo Edwin López soy Ecuatoriano también,
Déjame decirte estimado amigo manaba que el relato respecto de Rumiñahui, soy un estudioso de nuestra historia y realmente fue un traidor, nos desdibujaron otra historia, la que no quieren que se sepa, Rumiñahui escondió el tesoro con la intensión de ser el nuevo rey, y que Atahualpa no quede libre, además de que unas horas antes después de haber tenido una reunión con la familia para ver quién era el nuevo sucesor y de qué la mayoría tenía claro que el nuevo rey sería el hijo mayor, a la madrugada después de haber comido y embriagados se quedaron dormidos y les hizo pasar a cuchillo a toda la familia , sobrevivieron cinco o seis hijos en otro lugar, Atahualpa pidió que los escondieran por que ya se había enterado de su existencia y los iba ya a buscar para matarlos, esa es la historia mi amigo. Esa es la que no se cuenta, nos tienen engañados en eso y muchas otras cosas más. Esta información la puedes encontrar en el libro del padre Luis Aro Alvear que se titula Atahualpa Duchicela. Un abrazo y bendiciones!!
Déjame decirte estimado amigo manaba que el relato respecto de Rumiñahui, soy un estudioso de nuestra historia y realmente fue un traidor, nos desdibujaron otra historia, la que no quieren que se sepa, Rumiñahui escondió el tesoro con la intensión de ser el nuevo rey, y que Atahualpa no quede libre, además de que unas horas antes después de haber tenido una reunión con la familia para ver quién era el nuevo sucesor y de qué la mayoría tenía claro que el nuevo rey sería el hijo mayor, a la madrugada después de haber comido y embriagados se quedaron dormidos y les hizo pasar a cuchillo a toda la familia , sobrevivieron cinco o seis hijos en otro lugar, Atahualpa pidió que los escondieran por que ya se había enterado de su existencia y los iba ya a buscar para matarlos, esa es la historia mi amigo. Esa es la que no se cuenta, nos tienen engañados en eso y muchas otras cosas más. Esta información la puedes encontrar en el libro del padre Luis Aro Alvear que se titula Atahualpa Duchicela. Un abrazo y bendiciones!!
- messi-yesParticipante
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Re: Los cuatro tesoros de Atahualpa.
Miér 21 Ago 2019, 9:16 am
yo les comento a todos estoy al tanto de los tesoros de atahualpa, pero según cuentan los abuelos el tesoro fue entregado a los españoles pero no en su totalidad casi el 60% a 80% fue entregado, el resto fue ocultado,por uno de sus comandante de atahualpa ya que atahualpa fue asesinado y juzgado y los españoles no cumplieron su trato, solo una parte faltante fue ocultado pero no se sabe, porque el tahuantinsuyo fue un territorio grande y extenso, unos dijeron que fueron para direccion de ecuador y otros para cuzco, otros para la selva central, no hay pistas solo historias y leyendas, pero lo que se, es que esta oculto en el lugar menos pensado. ¿LA PREGUNTA ES DONDE?
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