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SE NOS PIERDE UNA ISLA !
Lun 01 Dic 2008, 1:18 am
No
es nuevo que el petróleo es un recurso importantísimo a nivel global y
que los países que lo poseen, cuentan con ciertas garantías económicas
y de poder sobre aquellos quienes tienen que adquirirlo. Este recurso
ha sido la manzana de la discordia entre países, causante de guerras e
invasiones en busca de la supuesta “democracia”. Aunque existen
gobiernos inteligentes que defienden sus recursos y otros que no solo
los regalan sino que engañan y realizan hasta actos de magia.
Tal
es el caso de nuestro gobierno, quien realiza actos de magia desde hace
tiempo, desaparece personas como lo fue en el año de 1968, desaparece
dinero, como lo es cada fin de sexenio y es increíble e inverosímil
pero su dominio sobre la magia lo ha llevado a desaparecer hasta islas.
La
isla Bermeja hace unos años era parte de Yucatán y figuraba entre mapas
nacionales e internacionales, lo curioso es que desapareció del mapa
entre 1940 y 1977 y en la actualidad, físicamente no se encuentra y se
oculta su existencia en las elites gubernamentales.
Existe
una teoría de su inexplicable desaparición. Se rumora de una
intervención de Estados Unidos para destruirla , por afectar sus
intereses estratégicos en el Golfo de México. El cuál es muy rico en
recursos energéticos como el petróleo.
Fabio
Barbosa Cano, integrante del Instituto de Investigaciones Económicas de
la UNAM, fue uno de los primeros en advertir de la extraña desaparición
de la isla yucateca. Realizó una investigación, para poder dar con su
paradero.
El
afirma que la isla se ubicaba a 100 millas náuticas al noroeste de
Sisal, cerca de Cayo Arenas, que se encuentra en el catálogo de Islas
Mexicanas, elaborado en julio de 1946 por Manuel Muñoz Lumbier, editado
por la Secretaría de Educación Pública. La Bermeja aparece en la página
110 de ese catálogo, con la ubicación 22º 33' latitud Norte y 91º 22'
Oeste.
También
aparece en otros documentos, en el Ensayo de Geografía Médica y
Climatológica de la República Mexicana, del Dr. Domingo Orvañanos,
editado por la Secretaría de Fomento en 1889, aparece textualmente:
“Entre los arrecifes más notables del Golfo de México, inmediatos a la
Península de Yucatán, se encuentran Los Alacranes, La Bermeja, Arenas,
Triángulo, Banco Nuevo y Arcasa”.
Recientemente,
en una guía turística española, se habla de la isla como parte del
territorio insular de Campeche y dice que junto con los islotes
Triángulo y Obispo, la Bermeja es famosa porque en ellas habitan los
guardafaros.
Aparece
en numerosos mapas de los siglos XVII y XVIII, italianos, españoles y
holandeses, quienes consignan la existencia de una isla llamada Bermeja
enfrente de las costas de la Península de Yucatán, muy cerca de Cayo
Arenas.
La
Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística por su parte, posee en su
Salón principal el Imperial Sheet Atlas que también exhibe a la Bermeja.
Incluso
la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos, también localizó
a la isla Bermeja y la consigna en su Atlas, en donde aporta
fotografías para alimentar el sitio web de la empresa
Traveljournals.net, quién la promueve en los siguientes términos:
Islote Bermeja, Yucatan, Mexico on world map. Latitude: 22° 33' 0 N.
Longitude: 91° 22' 0 W.
La Bermeja aparece también en recientes
cartas geológicas y marinas de PEMEX. Pero pese a estas numerosas
evidencias en mapas y documentos sobre la ubicación de la isla Bermeja,
la geografía oficial no reconoce su existencia. Funcionarios de la
Secretaría de Marina en Yucatán desconocen la historia de la isla y
aseguran que ésta no aparece en las cartas de navegación actuales.
Su
importancia radica en que establece los lindes marítimos entre Estados
Unidos y México en los denominados “hoyos de dona” del Golfo de México.
Que se estima tienen un potencial de 22 mil 500 millones de barriles de
crudo, y al quedar entre los mares territoriales de dos o más países su
aprovechamiento depende de los límites que se fijen.
Si
la isla Bermeja estuviera en el lugar donde la ubican algunos mapas, el
Hoyo de Dona hubiera permanecido en mayor parte en territorio
mexicano, el cual incluía cuantiosos yacimientos de petróleo, gas y
minerales.
Pero
nadie se había percatado de su existencia, si se encontraba en mapas o
físicamente, la isla no era importante hasta 1997, cuando se iniciaron
las negociaciones con Estados Unidos para dividir la importante zona
petrolífera del Golfo, llamada Hoyo de Dona Occidental.
Fue
en este año que a petición de la Secretaría de Relaciones Exteriores,
la Armada realizó un rastreo náutico en busca de la isla en la
situación geográfica latitud 22º 33' Norte y longitud 91º 22' Oeste,
sin éxito alguno.
El
buque oceanográfico H-04 de la Armada efectuó en el área un patrón de
búsqueda de 322.5 millas náuticas cuadradas con un barrido
hidroacústico, con resultados negativos, según un informe firmado por
el contra almirante Néstor E. Yee Amador, director general de
Oceanografía Naval. El informe menciona que la búsqueda no incluyó
áreas más profundas por limitaciones de ecosonda que rebasan su
capacidad de detección. En otras palabras La Armada no realizo una
búsqueda exhaustiva, con mejor tecnología, debido a la supuesta falta
de recursos.
Para 1997 la isla no existía más para las comisiones de Relaciones Exteriores y de Energía del Senado de la República.
El
Golfo de México es una fuente importantísima aún no explorada de
petróleo. De acuerdo con un investigador de nombre Gian Carlo Delgado,
para Estados Unidos el potencial de producción del Golfo significa
cerca de 30 por ciento de su producción doméstica de hidrocarburos y 23
por ciento de la de gas natural.
El
enorme potencial petrolero que tiene el Golfo de México ha sido objeto
de negociaciones, no siempre transparentes y equitativas. En estás
solo ha ganado Estados Unidos quedándose no con mas área pero si con la
zona que tiene más petróleo.
Su
inexistencia conveniente para empresarios y gobiernos, propicio que
México y Estados Unidos firmaran un tratado de límites marítimos
siguiendo el método de la equidistancia, a partir del arrecife de Los
Alacranes, hacia el Norte. Lo que causo a México la pérdida del Hoyo de
Dona Occidental, una zona inmensamente rica en petróleo y minerales
estratégicos. Este Hoyo de Dona quedo en aguas internacionales. Y otro
convenio obligó a México a dividirla con Estados Unidos.
De
estás reuniones no existe ningún archivo ni actas, han sido ocultadas y
destruidas desde el Senado de la Republica para no rendir cuentas a la
sociedad.
En
el año de 1997, durante las negociaciones bilaterales, no solo salió a
relucir la inexistencia de la isla, sino que trascendió que compañías
estadounidenses perforaron pozos petroleros cercanos a la frontera con
México, por no decir en territorio mexicano.
Lamentablemente
nunca se hizo mucho alarde, se oculto información o se destruyo y se
saboteo a quien denunciara los hechos, como lo fue para el panista José
Angel Conchello. Este senador denunció los trabajos de perforación en
el Golfo por la empresa Reading and Bates Corp. Pero falleció tres años
después y su investigación desapareció.
Entre
1998 y el año 2000, la canciller Rosario Green y el secretario de
Energía, Luis Téllez Kunzer, anunciaron el fin de las negociaciones.
Pero quien realizo toda la documentación no fue México, sino Estados
Unidos, quién rechazó cualquier modificación u observación que nuestro
país realizará, alegando que “los recursos del suelo y del subsuelo
son propiedad de la compañía explotadora y el gobierno no puede
intervenir ni solicitar informes”.
Pasaron
meses sin que las negociaciones avanzarán, hasta que Estados Unidos
acepto que en la frontera de los hoyos de dona se establecería una
franja de 1.4 millas de cada lado que quedara en moratoria (sin
actividades por 10 años), y además se comprometían a que si se
encontraban recursos transfronterizos, Estados Unidos le pediría a sus
compañías que, si lo tenían a bien, hicieran un informe y lo entregaran
a México o a EU.
Con
estos cambios se dio fin a las negociaciones, alegando que México había
salido victorioso porque nos habíamos quedado con 60 por ciento de la
zona en disputa y los gringos con el 40. Lamentablemente este 40%
cuenta con la mayor parte de petróleo cercano a la superficie y la
parte con la que se quedo México, el petróleo se ubica hasta a 3 mil
500 metros de profundidad, y a la fecha no existe ninguna compañía
petrolera que pueda explotar esta zona.
Con
estas negociaciones bajo la mesa, se demostró que México, es un país
que no le interesa desarrollar sus potencialidades y aprovechar sus
recursos, a los altos funcionarios y empresarios solo les importa la
obtención de recursos económicos de manera rápida, nunca piensan a
largo plazo. Eso sucede con las privatizaciones, y el
desaprovechamiento de los recursos en general.
Esta
indiferencia y falta de visión se aplica también al petróleo, no les
interesa perfeccionar los instrumentos para detectarlo, conocerlo y
defenderlo. Lo único que se busca es venderlo cuanto antes, incluso
sacrificando porciones del territorio nacional o endeudando a la
empresa encargada de obtenerlo para pronto deshacerse de ella,
privatizándola.
Nuestros
gobiernos nos han dado actos de magia tan maravillosos, de manera
gratuita inmediata, pro que a la larga tienen costos muy altos, que
obviamente pagamos nosotros. La isla Bermeja, es uno de tantos actos
mágicos que se realizan en nuestro país.
Es para pensar ,lo que nos esta pasando saludos ,Jimmy
es nuevo que el petróleo es un recurso importantísimo a nivel global y
que los países que lo poseen, cuentan con ciertas garantías económicas
y de poder sobre aquellos quienes tienen que adquirirlo. Este recurso
ha sido la manzana de la discordia entre países, causante de guerras e
invasiones en busca de la supuesta “democracia”. Aunque existen
gobiernos inteligentes que defienden sus recursos y otros que no solo
los regalan sino que engañan y realizan hasta actos de magia.
Tal
es el caso de nuestro gobierno, quien realiza actos de magia desde hace
tiempo, desaparece personas como lo fue en el año de 1968, desaparece
dinero, como lo es cada fin de sexenio y es increíble e inverosímil
pero su dominio sobre la magia lo ha llevado a desaparecer hasta islas.
La
isla Bermeja hace unos años era parte de Yucatán y figuraba entre mapas
nacionales e internacionales, lo curioso es que desapareció del mapa
entre 1940 y 1977 y en la actualidad, físicamente no se encuentra y se
oculta su existencia en las elites gubernamentales.
Existe
una teoría de su inexplicable desaparición. Se rumora de una
intervención de Estados Unidos para destruirla , por afectar sus
intereses estratégicos en el Golfo de México. El cuál es muy rico en
recursos energéticos como el petróleo.
Fabio
Barbosa Cano, integrante del Instituto de Investigaciones Económicas de
la UNAM, fue uno de los primeros en advertir de la extraña desaparición
de la isla yucateca. Realizó una investigación, para poder dar con su
paradero.
El
afirma que la isla se ubicaba a 100 millas náuticas al noroeste de
Sisal, cerca de Cayo Arenas, que se encuentra en el catálogo de Islas
Mexicanas, elaborado en julio de 1946 por Manuel Muñoz Lumbier, editado
por la Secretaría de Educación Pública. La Bermeja aparece en la página
110 de ese catálogo, con la ubicación 22º 33' latitud Norte y 91º 22'
Oeste.
También
aparece en otros documentos, en el Ensayo de Geografía Médica y
Climatológica de la República Mexicana, del Dr. Domingo Orvañanos,
editado por la Secretaría de Fomento en 1889, aparece textualmente:
“Entre los arrecifes más notables del Golfo de México, inmediatos a la
Península de Yucatán, se encuentran Los Alacranes, La Bermeja, Arenas,
Triángulo, Banco Nuevo y Arcasa”.
Recientemente,
en una guía turística española, se habla de la isla como parte del
territorio insular de Campeche y dice que junto con los islotes
Triángulo y Obispo, la Bermeja es famosa porque en ellas habitan los
guardafaros.
Aparece
en numerosos mapas de los siglos XVII y XVIII, italianos, españoles y
holandeses, quienes consignan la existencia de una isla llamada Bermeja
enfrente de las costas de la Península de Yucatán, muy cerca de Cayo
Arenas.
La
Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística por su parte, posee en su
Salón principal el Imperial Sheet Atlas que también exhibe a la Bermeja.
Incluso
la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos, también localizó
a la isla Bermeja y la consigna en su Atlas, en donde aporta
fotografías para alimentar el sitio web de la empresa
Traveljournals.net, quién la promueve en los siguientes términos:
Islote Bermeja, Yucatan, Mexico on world map. Latitude: 22° 33' 0 N.
Longitude: 91° 22' 0 W.
La Bermeja aparece también en recientes
cartas geológicas y marinas de PEMEX. Pero pese a estas numerosas
evidencias en mapas y documentos sobre la ubicación de la isla Bermeja,
la geografía oficial no reconoce su existencia. Funcionarios de la
Secretaría de Marina en Yucatán desconocen la historia de la isla y
aseguran que ésta no aparece en las cartas de navegación actuales.
Su
importancia radica en que establece los lindes marítimos entre Estados
Unidos y México en los denominados “hoyos de dona” del Golfo de México.
Que se estima tienen un potencial de 22 mil 500 millones de barriles de
crudo, y al quedar entre los mares territoriales de dos o más países su
aprovechamiento depende de los límites que se fijen.
Si
la isla Bermeja estuviera en el lugar donde la ubican algunos mapas, el
Hoyo de Dona hubiera permanecido en mayor parte en territorio
mexicano, el cual incluía cuantiosos yacimientos de petróleo, gas y
minerales.
Pero
nadie se había percatado de su existencia, si se encontraba en mapas o
físicamente, la isla no era importante hasta 1997, cuando se iniciaron
las negociaciones con Estados Unidos para dividir la importante zona
petrolífera del Golfo, llamada Hoyo de Dona Occidental.
Fue
en este año que a petición de la Secretaría de Relaciones Exteriores,
la Armada realizó un rastreo náutico en busca de la isla en la
situación geográfica latitud 22º 33' Norte y longitud 91º 22' Oeste,
sin éxito alguno.
El
buque oceanográfico H-04 de la Armada efectuó en el área un patrón de
búsqueda de 322.5 millas náuticas cuadradas con un barrido
hidroacústico, con resultados negativos, según un informe firmado por
el contra almirante Néstor E. Yee Amador, director general de
Oceanografía Naval. El informe menciona que la búsqueda no incluyó
áreas más profundas por limitaciones de ecosonda que rebasan su
capacidad de detección. En otras palabras La Armada no realizo una
búsqueda exhaustiva, con mejor tecnología, debido a la supuesta falta
de recursos.
Para 1997 la isla no existía más para las comisiones de Relaciones Exteriores y de Energía del Senado de la República.
El
Golfo de México es una fuente importantísima aún no explorada de
petróleo. De acuerdo con un investigador de nombre Gian Carlo Delgado,
para Estados Unidos el potencial de producción del Golfo significa
cerca de 30 por ciento de su producción doméstica de hidrocarburos y 23
por ciento de la de gas natural.
El
enorme potencial petrolero que tiene el Golfo de México ha sido objeto
de negociaciones, no siempre transparentes y equitativas. En estás
solo ha ganado Estados Unidos quedándose no con mas área pero si con la
zona que tiene más petróleo.
Su
inexistencia conveniente para empresarios y gobiernos, propicio que
México y Estados Unidos firmaran un tratado de límites marítimos
siguiendo el método de la equidistancia, a partir del arrecife de Los
Alacranes, hacia el Norte. Lo que causo a México la pérdida del Hoyo de
Dona Occidental, una zona inmensamente rica en petróleo y minerales
estratégicos. Este Hoyo de Dona quedo en aguas internacionales. Y otro
convenio obligó a México a dividirla con Estados Unidos.
De
estás reuniones no existe ningún archivo ni actas, han sido ocultadas y
destruidas desde el Senado de la Republica para no rendir cuentas a la
sociedad.
En
el año de 1997, durante las negociaciones bilaterales, no solo salió a
relucir la inexistencia de la isla, sino que trascendió que compañías
estadounidenses perforaron pozos petroleros cercanos a la frontera con
México, por no decir en territorio mexicano.
Lamentablemente
nunca se hizo mucho alarde, se oculto información o se destruyo y se
saboteo a quien denunciara los hechos, como lo fue para el panista José
Angel Conchello. Este senador denunció los trabajos de perforación en
el Golfo por la empresa Reading and Bates Corp. Pero falleció tres años
después y su investigación desapareció.
Entre
1998 y el año 2000, la canciller Rosario Green y el secretario de
Energía, Luis Téllez Kunzer, anunciaron el fin de las negociaciones.
Pero quien realizo toda la documentación no fue México, sino Estados
Unidos, quién rechazó cualquier modificación u observación que nuestro
país realizará, alegando que “los recursos del suelo y del subsuelo
son propiedad de la compañía explotadora y el gobierno no puede
intervenir ni solicitar informes”.
Pasaron
meses sin que las negociaciones avanzarán, hasta que Estados Unidos
acepto que en la frontera de los hoyos de dona se establecería una
franja de 1.4 millas de cada lado que quedara en moratoria (sin
actividades por 10 años), y además se comprometían a que si se
encontraban recursos transfronterizos, Estados Unidos le pediría a sus
compañías que, si lo tenían a bien, hicieran un informe y lo entregaran
a México o a EU.
Con
estos cambios se dio fin a las negociaciones, alegando que México había
salido victorioso porque nos habíamos quedado con 60 por ciento de la
zona en disputa y los gringos con el 40. Lamentablemente este 40%
cuenta con la mayor parte de petróleo cercano a la superficie y la
parte con la que se quedo México, el petróleo se ubica hasta a 3 mil
500 metros de profundidad, y a la fecha no existe ninguna compañía
petrolera que pueda explotar esta zona.
Con
estas negociaciones bajo la mesa, se demostró que México, es un país
que no le interesa desarrollar sus potencialidades y aprovechar sus
recursos, a los altos funcionarios y empresarios solo les importa la
obtención de recursos económicos de manera rápida, nunca piensan a
largo plazo. Eso sucede con las privatizaciones, y el
desaprovechamiento de los recursos en general.
Esta
indiferencia y falta de visión se aplica también al petróleo, no les
interesa perfeccionar los instrumentos para detectarlo, conocerlo y
defenderlo. Lo único que se busca es venderlo cuanto antes, incluso
sacrificando porciones del territorio nacional o endeudando a la
empresa encargada de obtenerlo para pronto deshacerse de ella,
privatizándola.
Nuestros
gobiernos nos han dado actos de magia tan maravillosos, de manera
gratuita inmediata, pro que a la larga tienen costos muy altos, que
obviamente pagamos nosotros. La isla Bermeja, es uno de tantos actos
mágicos que se realizan en nuestro país.
Es para pensar ,lo que nos esta pasando saludos ,Jimmy
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