- huntertreasureExperto del Foro
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Relatos de Tesoros: Leyenda del Convento de los Agustinos (Sucedió en Michoacán)
Dom 11 Oct 2015, 7:14 pm
Una hermosa leyenda que encontré navegando en internet y que les comparto. Atención a los compañeros que viven cerca del lugar.
Leyenda del Convento de los Agustinos (Sucedió en el Estado de Michoacán)
Leyenda del Convento de los Agustinos (Sucedió en el Estado de Michoacán)
En este hermoso estado de la República existe un pequeño poblado llamado Cuitzeo, en donde podrán encontrar un convento; con un desolado e inmenso atrio que estuviera guardado por tapias terminadas en arcos invertidos, se levantaba la soberbia construcción. La enorme puerta del templo descansa sobre una escalinata hecha de la misma piedra, coronada con una doble cornisa que da soporte al amplio y hermoso ventanal, y encima de este podrás ver un nicho con la estatua de piedra de la Magdalena; todos estos elementos se encuentran rematados por la cornisa superior que cobija las insignias de la orden de San Agustín y los escudos con el indio mexicano Metl (maguey). Ahora caminaremos al lado norte de la fachada para ver un enorme estribo rematado en una espadaña donde cuelgan el esquilón y la campana mayor; si nos dirigimos al lado sur apreciaremos los ennegrecidos picos de sus almenas, las cuales protegieron durante la época de la colonia a los arqueros y sirvieron de apoyo para las culebrinas y arcabuces.
Para poder ingresar a este convento-fortaleza, habrá que golpear con fuerza su puerta cubierta de grandes rosetones de hierro y clavos forzados a martillo, puerta que fue profanada por primera y última vez cuando los soldados del general Nicolás de Régules, emulando al Pípila, con grandes piedras en la espalda destruyeron con hachas parte del postigo, venciendo así la resistencia de los conservadores.
Detrás de la pesada puerta los grandes cerrojos gravados a cincel y la gruesa cadena que a duras penas de abrir un poco el postigo, rechinan quejumbrosamente para dejar el paso libre. Después de cruzar la portería, ingresaremos a los claustros con sus grandes arcos y su patio de anchas losas u un hermoso brocal en su centro; en la parte media de las columnas se encuentran los canalones sostenidos por grifos, serpientes y dragones de piedra, de estos canalones se sustenta una bóveda subterránea capaz de abastecer de agua de lluvia a la gran parte de las casas del pueblo.
sus gruesos muros de más de 3 m de espesor fueron construidos en el año de 1550; patios, torres y almenas necesarias en aquella época no para encerrar monjes, sino para resistir los violentos levantamientos de los indios que entraban en las nacientes poblaciones españolas; y además numerosos subterráneos construidos estratégicamente, que conducían a las afueras del convento y cuya existencia está nuestros días es todo un misterio; sus pasillos en medio de los muros, que según cuentan algunos tenían la función de emparedado los religiosos delincuentes. Todos estos elementos combinados hacen de este convento un lugar atrayente y a la vez macabro.
En el interior del templo hallaremos una escalera monumental que se retuerce cuatro veces sobre sí misma para conducir al piso más alto; cuenta con tres descansos, una cruz de cantera en el remate de la baranda, más arribo un ventanal por donde entra la luz y y si nos asomamos veremos una huerta, y la bóveda de clavería con aristas que forman nudos en los rincones de los muros. Al terminar de subir la escalinata, una puerta se abre para dar acceso a los claustros superiores y junto a ella la reja de una ventana, en donde pondremos encontrar a altas horas de la noche la espectral figura de un religioso en pena, esto claro está, si somos lo suficientemente valientes para comprobarlo con nuestros propios ojos. Por la descripción que dan los testigos oculares del fantasma, la gente asegura que es fray Hilario García, quien en vida fue prior de este convento, dotó a la parroquia del reloj público que ostenta y fue millonario porque gobernó el convento en los tiempos en que tenía grandes haciendas como Cuaracurío, La Labor, La Pasera, entre otras. Son memorables las fiestas que este religioso hacía en honor de la patrona de la Provincia de Agustinos: la Virgen del Socorro; en medio de esta ostentación, el buen hombre falleció y se cree que por haber quebrantado el voto de pobreza su alma está penando en el mundo terrenal. Se dice que en una noche de festejo un sacerdote agustino tuvo la ocurrencia de bajar por la amplia escalinata, pero más grande su asombro cuando vio que el espectro de fray Hilario quería bajar con él; el horrorizado religiosos regresó a su celda, muriendo a los pocos días en medio de constantes alucinaciones, en donde el espectro le decía que había un tesoro oculto en los muros del templo.
en otra ocasión el fantasma tocó la puerta de la celda del padre Álvarez, religioso muy querido por la comunidad, que vivió muchos años solitario en el convento y nunca pudo cantar misa por ser aficionado al alcohol; bajo la influencia de éste se encontraba esta noche, rápidamente se levantó y alcanzó a ver la figura de fray Hilario que se alejaba, agarró una escoba y lo siguió hasta que llego a los excusados, entonces el espectro volteo y le hizo una señal para llamarlo, por el borrachito al ver que aquel rostro estaba descarnado, regresó corriendo a su celda curado de la embriaguez.
Otra razón por la que se cree que ande penando el religioso es la siguiente: Entre la escalera antes mencionada y los muros del templo, hay un salón grande llamado la Celda Provincial, en donde jugaban a la pelota un religioso y un cuñado de fray Hilario; cierto día sucedió que con los rebotes del juguete se desprendió una capa de estuco de la pared norte, dejando a la vista un tapón de madera empotrado, el asombro de los jugadores fue mayúsculo cuando se dieron cuenta de que por la abertura que dejaba libre el tapón cabía todo el brazo. Ante tal descubrimiento, fueron a dar cuenta al padre prior que era en aquel entonces fray Hilario, quien los regaño para que no se volvieran a meter con lo que tenía ahí guardado. Al poco tiempo el religioso cabo un boquete detrás del muro y extrajo seis barriles de dinero cometiendo así la injusticia de no hacer partícipes a sus verdaderos descubridores.
Muchos cuentan y refieren, que en el interior de los muros de este convento abundan fabulosos tesoros enterrados o emparedados. Se cuenta también que la Celda Provincial tiene una puerta en su lado oriente, que da a una zote huela con un portal adosado al muro del templo; entre la celda sorda y la celda por donde oían misa los enfermos, existe un pasillo que ya queda dentro del muro del templo, en donde se puede encontrar una abertura, que conduce exactamente atrás del altar de la Virgen de la Consolación, se cree que está la verdadera entrada que conduce a otra subterránea, y este lugar es donde se cree que está el famoso tesoro.
Cuando este relato comenzó en verdad a cobrar vida, fue en el año de 1911, cuando se encontraba en la parroquia de cura o sacerdote muy entusiasta, que mandó remodelar y reparar el convento; durante estos trabajos descubrió un escondite e invitó a dos vecinos de la población para ingresar al subterráneo. Con hachones en mano ingresaron al escondite, la oscuridad era tan densa que éstos no les serán suficientes para iluminarse, pero con la poca claridad que tenían pudieron ver los enormes sillares que forman los cimientos del templo y en uno de ellos vieron con asombro la siguiente inscripción en latín el sacerdote tradujo sus compañeros: «En el año del Señor de mil quinientos setenta fueron descargadas en ente lugar ochenta mulas con barras de oro y plata de la conducta del virrey y que corresponden al Real Quinto de su majestad el Emperador, que Dios guarde muchos años». En el preciso instante en que fue terminada de leer la inscripción, los hachones apagaron súbitamente y fue imposible hacerlos arder de nuevo, los ahí presentes llenos de horror salieron en estampida del subterráneo, dejando su aventura para otra ocasión en que estuvieran mejor provistos de luces.
Pocos días después el sacerdote recibió su cambio, después llegó la revolución y ya para el 6 enero 1918 estaba por entrar a la población el bandolero José Inés Chávez García, entonces el prior del convento decide mandar tapiar la entrada del pasillo, quedando así cerrado el escondite hasta el día de hoy.
- German2110Voz de la Experiencia
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Re: Relatos de Tesoros: Leyenda del Convento de los Agustinos (Sucedió en Michoacán)
Lun 12 Oct 2015, 12:42 pm
Que buena historia compañero, que los compañero de por hay cerca le echen ganas y vean que suerte les toca.
Saludos!!!
Saludos!!!
- silrosa27@gmail.comExperto del Foro
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Re: Relatos de Tesoros: Leyenda del Convento de los Agustinos (Sucedió en Michoacán)
Lun 12 Oct 2015, 8:48 pm
Gracias por el relato, muy interesante y prometedor para los que vivan cerca.
Saludos
Saludos
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