**Bagdad en tamaulipas ** chequen**

El mismo mar que ayer la devoró hoy descubre sus reliquias, para premio de los incansables buscadores de tesoros que no cesan de profanar su inquieto sueño.

A diferencia del común de los habitantes de la franja costera del Golfo, en Tamaulipas algunos ven con buenos ojos el paso de huracanes y ciclones: son vecinos de Matamoros que, tan pronto como se desvanece uno de estos furiosos temporales, cargan en la "troca" pico y pala (algunos, hasta detector de metales) y recorren los 38 kilómetros desde aquella ciudad fronteriza hasta la boca del río Bravo. Ahí, bajo la arena de la playa, yace Bagdad, población sepultada por toneladas de agua y arena cuando un huracán de proporciones bíblicas la azotó el siglo pasado, y cuyos secretos son a veces desenterrados por la furia de los elementos.

Las sucesivas oleadas de buscadores de tesoros han encontrado monedas, botellas de vino, pedazos de barcos grandes y pequeños, piezas de cerámica, trozos de viejas edificaciones y hasta restos humanos. Algunas de estas reliquias se exhiben hoy en la casamata, una antigua fortaleza habilitada como museo regional, pero la mayoría de los hallazgos permanecen en manos de los cazadores de tesoros.

Crónicas de la Nueva España datan el arribo de europeos a la zona hacia 1519, un par de años antes de la caída de Tenochtitlán: una expedición comandada por el español Alfonso Alvarez de Pineda desembarcó en el delta del río, hizo mapas, probó la suculenta fauna local y luego partió para no volver.

Sólo 2 siglos más tarde, en 1774, se estableció la primera colonia hispana: el poblado de San Juan de los Esteros. De repente, alrededor de 1820 empezó a ser conocida entre los lugareños como Bagdad, si bien no hay datos fidedignos acerca de por qué se escogió ese nombre: --Según algunos --dice el cronista de Matamoros, Clemente Rendón de la Garza--, el nombre Bagdad (que significa "Regalo de Dios" en árabe), fue popularizado por marineros a quienes el paisaje local les recordaba el de la legendaria ciudad iraquí a orillas del Tigris. Otra hipótesis supone que viejos lobos de mar europeos y asiáticos empezaron a asociar el joven puerto con las leyendas de Simbad el marino, quizá inspirados por la romántica idea de que América les reservaba grandes aventuras.

En cualquier caso, el pequeño puerto del Golfo alcanzó en la primera mitad del siglo pasado cierta reputación entre las flotas mercantes del mundo como un sitio estratégico para traficar con todo tipo de mercancías. Pero el verdadero auge de Bagdad sólo abarcó de 1861 a 1865, gracias a la guerra civil de Estados Unidos: desde el inicio de las hostilidades, los norteños, poseedores de mejor armada, bloquearon los puertos confederados para impedir la exportación de algodón y la importación de productos vitales para el esfuerzo bélico de los sureños. Bagdad se convirtió en la puerta trasera de los estados rebeldes para comerciar con el mundo.

AUGE Y AGONIA

En vista de que el río Bravo era navegable por barcos de vapor, los secesionistas cruzaban la frontera para apilar sus productos en los muelles de Piedras Negras, Nuevo Laredo, Camargo y Reynosa.

De ahí la mercancía era enviada a Bagdad, en tránsito rumbo a otros continentes bajo la etiqueta de "productos mexicanos". Por esa época la población del puerto a aumentó a 15,000 habitantes --por comparación: Monterrey, la mayor urbe de la región, sólo tenía entonces 30,000 almas--, mientras que en las aguas frente a Bagdad llegaban a concentrarse hasta 150 barcos de gran calado en espera de cargar o desembarcar mercancías.

Tanta prosperidad atrajo gran número de aventureros, con la consiguiente proliferación de cantinas, prostíbulos y balaceras a cualquiér hora del día y la noche. Sin embargo, tras el fin de la guerra estadunidense, la actividad portuaria decayó, lo que quizá hubiera significado el paulatino fin de la bonanza de Bagdad. El destino no dio tiempo para averiguarlo: el 2 de octubre de 1867 un violentísimo huracán acabó con el pueblo en pocas horas.

Relatos de sobrevivientes narran que las olas del mar embravecido alcanzaban hasta 10 metros de altura y se adentraban 15 kilómetros en tierra firme. Ni una sola construcción quedó en pie.

Un par de días después, al volver la calma y descender el nivel del mar, miles de cadáveres quedaron expuestos al sol, a merced de los buitres.

El lugar permaneció desierto hasta los años 20 de este siglo, cuando el carguero estadunidense Washington encalló en la zona. La embarcación pronto se volvió uno de los principales lugares de entretenimiento para los matamorenses: "Vámonos a ver el Washington" era la habitual invitación a un día de campo.

Con el tiempo, la playa también fue bautizada con ese nombre, pero en 1975, el Congreso estatal, molesto porque un trozo de la república tenía nombre gringo, la nombró oficialmente Playa General Lauro Villar, a fin de honrar la memoria de un militar matamorense decimonónico.

El apelativo, sin embargo, no arraigó, de modo que el nombre del tramo costero fue una vez más cambiado en 1992 por el de Bagdad, lugar muy popular actualmente entre bañistas tamaulipecos que se echan al río Bravo y nadan hasta el lado estadunidense, ante la vista gorda de la Border Patrol (sólo si intentan poner pie en tierra firme, son "disuadidos" de meterse en país ajeno).

Así seguirá la frontera, cerrada, y Bagdad, muerta, al menos hasta que estalle una nueva guerra Civil en Estados Unidos, dicen con nostalgia los lugareños.

VAYA RELATO MUY INTERESANTE NO CABE DUDA QUE CADA DIA SE APRENDE ALGO

Muy interesante el relato! 

Y tambien es muy interesante la gran probabilidad que tienen los lugarenos de encontrar algun tesorito, y mas interesante seria que se lo encontraran sin haber utilizado algun detector!   Ojala y haya la posibilidad de prospectar en alguna playa en un futuro cercano! 

Y a darle!... QUE LOS TESOROS NOS ESPERAN!!! 

HOLA GAMBUSINOS SOY ROBERTO  Y VIVO EN RIO BRAVO Y VOYA LA ISLA DEL PADRE A BUSCAR TESORITOS Y ESTA BIEN PORQUE ENCUENTRAS ANILLOS MEDALLAS Y COSAS DE VALOR LO QUE SUCEDE E QUE VOY SOLO NO CONOSCO A NADIE DE ESTE JOVI ASI QUE EL QUE VIVA CERCA DE POR AQUI Y SE ANIMA LE HECHAMOS GANAS ,mI CORREO ES robertoelizondo2000@hotmail.com

Vaya, historia de nuestro país, que la mayoría de nosotros no conocemos.

Muy interesante, gracias por compartir.

Saludos